Autor: Petros Márkaris.
Editorial: Tusquets.
Colección AndanzasGénero: Policíaca
País edición: España
Fecha de edición: Septiembre 2013
ISBN: 978-84-8383-492-3
Nº de páginas: 256 pág.
AUTOR
Petros Márkaris, nacido en Estambul en 1937, estudió ciencias económicas en Viena y en
Stuttgart, y posteriormente se trasladó a Atenas, donde reside. Guionista de
televisión y autor teatral, ha colaborado en varios guiones del cineasta griego
Theo Angelópoulos, como el de La mirada de Ulises. Es autor del volumen
de ensayos La espada de Damocles, en torno a la crisis griega. La fama
le ha llegado con la serie de novelas policíacas protagonizadas por el irónico
y políticamente incorrecto comisario griego Kostas Jaritos, merecedoras de
galardones como el Pepe Carvalho, el Premio Negra y Criminal 2011 y el Point du
Polar Européen 2013: Noticias de la noche, Defensa cerrada, Suicidio
perfecto, El accionista mayoritario, Muerte en Estambul, Con el agua al
cuello y Liquidación final, publicadas por Tusquets Editores. Con Pan,
educación, libertad, el nuevo caso de Jaritos, que culmina la exitosa
Trilogía de la Crisis, Márkaris nos ofrece una ácida novela policiaca que
sumerge al lector en el ya trágico día a día de los ciudadanos griegos,
mientras desentraña las causas de la terrible situación que vive el país.
SINOPSIS
Estamos en un futuro inminente: en 2014, Grecia se declara en quiebra y regresa al dracma; no tarda en seguirle España, que vuelve a la peseta. El comisario Kostas Jaritos y su familia tendrán que apretarse el cinturón: no van a ingresarle la nómina durante tres meses, y quizá no tenga ni para gasolina. Paralizada la economía, empobrecido el país, sólo aumentan las protestas y algunas iniciativas solidarias de los jóvenes, pero también la violenta amenaza neonazi. Así las cosas, aparece asesinado un rico contratista de obras, un hombre ya maduro que participó en los «Hechos de la Politécnica», en 1973, cuando los estudiantes se rebelaron contra la dictadura militar. Junto al cadáver, un teléfono móvil emite el lema que los estudiantes voceaban en aquella época: «Pan, educación, libertad». ¿Ha regresado Grecia a esos negros tiempos? ¿Siguen siendo válidas aquellas reivindicaciones? Jaritos, con su diezmado grupo de ayudantes, intentará esclarecer ese asesinato, que le llevará a hurgar entre la clase empresarial, universitaria y sindical que ha dirigido el país en los últimos cuarenta años.
Estamos en un futuro inminente: en 2014, Grecia se declara en quiebra y regresa al dracma; no tarda en seguirle España, que vuelve a la peseta. El comisario Kostas Jaritos y su familia tendrán que apretarse el cinturón: no van a ingresarle la nómina durante tres meses, y quizá no tenga ni para gasolina. Paralizada la economía, empobrecido el país, sólo aumentan las protestas y algunas iniciativas solidarias de los jóvenes, pero también la violenta amenaza neonazi. Así las cosas, aparece asesinado un rico contratista de obras, un hombre ya maduro que participó en los «Hechos de la Politécnica», en 1973, cuando los estudiantes se rebelaron contra la dictadura militar. Junto al cadáver, un teléfono móvil emite el lema que los estudiantes voceaban en aquella época: «Pan, educación, libertad». ¿Ha regresado Grecia a esos negros tiempos? ¿Siguen siendo válidas aquellas reivindicaciones? Jaritos, con su diezmado grupo de ayudantes, intentará esclarecer ese asesinato, que le llevará a hurgar entre la clase empresarial, universitaria y sindical que ha dirigido el país en los últimos cuarenta años.
Opinión
La novela comienza en un futuro tan cercano como es la Nochevieja
del 2013, con Grecia declarada en quiebra y preparándose para la transición del
euro al dracma, el día 1 de 2014, y con le desconfianza que eso supone. España
sigue los mismos pasos y una salida similar se le presenta a Italia.
Cuando el Consejo de Ministros acuerda la suspensión de
pagos durante tres meses, y con una moneda tan devaluada que la población se ve
sumida en la miseria, la familia Jaritos, se ve profundamente afectada, el
comisario no cobrará y su yerno Fanis tampoco, Katerina no tiene ingresos
estables así que Adrianí, como siempre, con su impagable sentido común, tomará
las riendas de la familia y usará todo su ingenio para apretándose el cinturón,
darles de comer decentemente al menos una vez al día. Así en la cena se hará
olla común con toda su familia, incluidos los padres de Fanis, y el amigo de su
padre, Lambros Zisis, el antiguo comunista torturado por la dictadura, siempre
dispuesto a echar una mano.
Se deja de ver la tele para no gastar, e incluso el
comisario tendrá que dejar aparcado su Seat Ibiza, por no poder pagar la
gasolina.
En medio de esta situación social caótica, con las protestas
en aumento, la capital tiene montones de manifestaciones de todo tipo a las que
tienen que hacer frente unas fuerzas policiales desmoralizadas, y para colmo se
produce la aparición de grupos neonazis, que están metidos en todos los
fregados. Frente a ellos, otros sectores de la sociedad improvisando
iniciativas solidarias.
Con este panorama se produce el asesinato del contratista
Yerásimos Demertzis, que fue cabecilla de los rebeldes de los llamados
acontecimientos de la Politécnica. Junto al cadáver se encuentran un teléfono
móvil que repite el lema que utilizaron los rebeldes durante los sucesos
acaecidos en aquellos días.
Así nos enteramos que a principios de los años 70 hubo una
revuelta de los estudiantes, los campesinos y los trabajadores contra la
dictadura militar helena. Miles de estudiantes se encerraron en la Facultad Politécnica de Atenas
y la batalla campal se saldó con más de doscientos cincuenta muertos y miles de
heridos. Ese suceso fue el principio del fin para la dictadura.
El hijo de este contratista es cliente de Katerina por venta
de droga y está en la cárcel, y a nadie convence su declaración de
culpabilidad.
Se producen posteriormente otros dos asesinatos de gente
relacionada con lo sucedido aquellos años, y que no son lo que eran. Gente que
era teóricamente de izquierdas y que se corrompió tanto como los de derechas.
Parece que detrás de los asesinatos puede estar la extrema
derecha, ya que apuntan directamente al comisario al amenazar a su hija.
Y aunque parezca difícil, el comisario consigue resolver los
crímenes.
En este libro, el último de la trilogía de la crisis, creo que
la intriga o historia policíaca se ve muy diluida. La protagonista más patente
y real es la crisis, esa crisis tan profunda en la que todos los capítulos se
palpa la desesperanza en el futuro del pueblo griego, un retrato duro y
descarnado de una sociedad sumida en una miseria que asusta. Asusta porque es
real y porque toda lo que cuenta se está viviendo ya, los sin techo,
pensionistas antiguos catedráticos que vestidos de traje, malviven en el
aeropuerto. Familias que dan a sus hijos a los servicios sociales, rebusca en
la basura para comer, ocupación de edificios …es tan similar a lo que está
ocurriendo en España, que tenía que dejar de leer por la angustia que me
suponía.
Por otra parte me ha servido para conocer una parte de la
historia de Grecia que no conocía y que tiene mucho paralelismo con la nuestra. En la actualidad se estudia mucho lo cercano, y no lo de al lado, que serviría de mucho para tener perspectiva.
Otra cosa que, digamos que me ha impactado también, es darme
cuenta que Grecia es lo mismo o más corrupta que España, y que la gente lo toma
casi con normalidad, lo dan por supuesto, y no valen ideologías, solo robar y
sisar.
Miedo cuando ves la amenaza de los neonazis, y justo cuando
estoy escribiendo ésto, en las noticias están poniendo la detención del
presidente y los diputados de Amanecer Dorado, implicados en la muerte de un
rapero de izquierdas. Más actual imposible.
He notado aquí a Márkaris, cansado, decepcionado, su
comisario está cansado de trabajar y de la burocracia helena, no hay futuro ni
presente…creo que será su último libro del comisario, no sé es una sensación
que se percibe al leer y terminar la novela.
Recomendación, sí por supuesto, para mí es uno de los
grandes, pero el libro rezuma tanta desesperación, o yo lo he captado así, que
no lo pongo al nivel de sus otros libros, en cuanto a trama policíaca. Si
hablamos de ambientación un 10, porque no puede ser más real y más actual.
Espero que lo leáis y dejéis un comentario, para ver qué
sensaciones habéis tenido.
Saludos y nos vamos leyendo.