Autor: Juan
Pedro Cosano
Editorial: Martínez
Roca
Primera edición: Marzo 2017
Nº
de páginas: 512 págs
ISBN: 9788427043275
Género: Novela negra, histórica
Autor
El abogado Juan Pedro Cosano (Jerez, 1960), casado, con dos hijos, accedió al
mundo editorial en 2014, cuando su novela El abogado de pobres (Martínez
Roca), mereció, por unanimidad del jurado, el «V Premio Abogados de Novela». Le
siguieron Llamé al cielo y no me oyó (Martínez Roca, 2015),
segunda entrega de las aventuras de Pedro de Alemán, el abogado de pobres del
Jerez del siglo XVIII, un personaje soberbio que ha cautivado a miles de
lectores; y La fuente de oro (Espasa, 2016) un aplaudido
melodrama que retrata el mundo bodeguero jerezano durante los años treinta del
siglo pasado. Anteriormente había publicado la novela histórica Hispania (Ed.
Ópera Prima, 2003), el poemario La noche calma (Edición
Personal, 2007) y la novela negra Las muertes pequeñas (2009).
Sinopsis
Un asesino en serie y una
auténtica investigación forense en la que el protagonista arriesga
más que su vida.
Esta novela, que se puede leer de
forma independiente, es la tercera entrega de las peripecias de Pedro
de Alemán y Camacho, abogado de pobres de la ciudad de Jerez a
mediados del siglo XVIII y protagonista de El abogado de pobres
(Premio Novela de Abogados 2014) y Llamé al cielo y no me oyó.
Al comienzo de esta historia, Pedro se ve obligado a aceptar la defensa de un rico artesano de Jerez, que ha sido acusado de violación por su bella y joven sirvienta. Paralelamente, empiezan a producirse en la ciudad unos crímenes terribles: varias muchachas, relacionadas con las casas más nobles de Jerez, son asesinadas de una manera especialmente violenta y en cada escena del crimen se encuentra una moneda romana.
Al comienzo de esta historia, Pedro se ve obligado a aceptar la defensa de un rico artesano de Jerez, que ha sido acusado de violación por su bella y joven sirvienta. Paralelamente, empiezan a producirse en la ciudad unos crímenes terribles: varias muchachas, relacionadas con las casas más nobles de Jerez, son asesinadas de una manera especialmente violenta y en cada escena del crimen se encuentra una moneda romana.
Opinión
El libro que hoy reseño ha llegado a mis manos en el
marco de la Yincana Criminal 2017 y tengo que dar gracias, porque me ha
descubierto a un personaje y a un autor que no conocía y que me ha dejado fascinada.
Nos situamos en Jerez de la Frontera en Abril de
1757, Viernes Santo. Dionisia Menéndez
regresa de trabajar en la casa del veinticuatro don Jerónimo Enciso del
Castillo y es brutalmente asesinada y profanada. Todo apunta a que el asesino
puede ser su marido Francisco Porrúa,
que de forma habitual la maltrata.
El abogado de pobres Pedro de Alemán será el encargado de defender al acusado. A la vez
está asistiendo como letrado al veinticuatro Antonio Galera que se acogió a
sagrado al ser acusado por su sirvienta, Evangelina González, de violación.
Este último caso lo lleva y ejerce de forma ajustada a derecho y a los
intereses de su cliente, pero en contra de lo que le dicta su conciencia. Ley y
justicia no van siempre a la par y su buen hacer como abogado le creará
numerosos problemas de conciencia.
¿Y qué es un abogado de pobres? Aquí nos vamos a
encontrar con una curiosa figura que se trata de un letrado al que se encargaba
la defensa de aquellos que no tenían medios para pagar los honorarios de un
abogado privado, vamos lo que podría ser nuestros abogados de oficio actuales.
Otra pregunta más que nos surge es ¿qué es un veinticuatro? Al parecer se
trataba de una curiosa forma de nombrar a los antiguos regidores de ciertas
ciudades, como es en este caso Jerez de la Frontera, cargos que en unos casos
se adquiría por méritos y en los más por herencia.
El caso de Francisco Porrúa también se complica
porque a pesar de que él está convencido de su inocencia y que comienzan a
aparecer indicios de que el asesino es otro, la justicia en este caso mira para
otro lado y se necesita dar un escarmiento a través de un cabeza de turco, y
será condenado a muerte.
Paralelamente la ciudad vuelve a estremecerse con
otro brutal asesinato, en este caso el de una costurera relacionada con otro de
los veinticuatros. En común con el caso anterior tiene la forma salvaje de
haber acabado con su vida, y que en el lugar del asesinato aparece un antiguo denario
de plata romano. Lo que en el primer caso pudo deberse a la casualidad, en este
segundo ya parece que se trata de una firma.
El atribulado Pedro debatiéndose en un tremendo
dilema moral y de justicia intentará por todos los medios averiguar quién es el
asesino y sobre todo convencer al juez y a las autoridades de que se encuentran
ante un asesino en serie que puede seguir actuando con impunidad ante la pasividad
de los jueces y fiscales, siempre luchando contra el tiempo y aquellos que intentan
ponerle zancadillas.
Se convertirá en investigador y acompañado por su
procurador, Jerónimo de Hiniesta y otros personajes secundarios, realizará todo
un proceso deductivo que tiene como base las monedas que se van encontrando
junto a los cadáveres de las mujeres que van apareciendo asesinadas.
Gracias al personaje de Pedro y sus andanzas por el
palacio de justicia también tendremos un thriller jurídico con una ambientación
cuidada al mínimo detalle, con unos procesos judiciales que nos muestran la
complejidad del sistema por el que se que se regían durante el siglo XVIII,
donde se aprecia una soterrada crítica hacia aquellos que deben hacer cumplir
las leyes que no se muestran igual de raudos a la hora de solucionar los casos
de distintas clases sociales.
Con todos estos ingredientes y con un estilo
característico, un lenguaje de la época, plagado de dichos y refranes que te
sacan la sonrisa en más de una ocasión y hace un libro de intriga que no puedes
parar de leer, te lleva de viaje por Jerez de la Frontera y te hace un
recorrido histórico, en un todo en uno que ya quisiera para sí la mejor agencia
de viajes.
Como negativo solo puedo decir que a veces los soliloquios y las torturas mentales de Pedro me han cansado un poco, y que en alguna ocasión me ha agobiado la cantidad de personajes, pero eso no es problema del autor ni del libro, sino de mi propio estado, y el hecho de leerlo en digital que me resulta más dificultoso.
En conclusión un libro para dejarse llevar, aprender
historia y disfrutar, que gustará tanto a los amantes de la novela histórica
como a los que buscan una novela de intriga, y que recomiendo sin lugar a duda.
Seguro que volveré a leer a este autor.
Con este libro participo en la Yincana Criminal en la casilla correspondiente a aquellas novelas que transcurren en la antigüedad.
"Pena por sí mismo, pena por la justicia del rey, pena por las leyes de los hombres, pena por el mundo que le había tocado vivir. Ese mundo en el que la palabra de una dama era prueba y la de una criada era sólo duda."
"Pena por sí mismo, pena por la justicia del rey, pena por las leyes de los hombres, pena por el mundo que le había tocado vivir. Ese mundo en el que la palabra de una dama era prueba y la de una criada era sólo duda."
"Y la culpa se le
enredó con la pena hasta convertirse en ira."
"La justicia no busca
la verdad, por Dios bendito. Sólo la apariencia, don Pedro, sólo la apariencia."
"El consejo es de las
cosas más fáciles de dar y más difíciles de recibir."
Saludos y a disfrutar leyendo.