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viernes, 28 de diciembre de 2018

EL COLOR DE LAS MAREAS de Mikel Alvira


Título: El color de las Mareas

Autor: Mikel Alvira Palacios

Editorial: Txertoa

Colección: Narrativa

Nº de páginas: 516

Primera edición: 2018

ISBN: 978-841485922

Género: Narrativa




Autor

Mikel Alvira nació en Pamplona, en 1969. Es licenciado en Historia por la Universidad de Deusto. Ha colaborado en el periódico Bilbao (1992-2002), así como en las revistas Ágora (Colegio de Licenciados de Euskadi), RAS (Universidad de Deusto), Libertarios y Atalaya. 
Debutó con su novela Galería de Pasiones, le siguió Un Diablillo en Timanfaya. De entre su obra narrativa destacan: Fraile a la carta (2004), Mediasuela, el retorno del pirata (2004), El noveno libro (2006), El silencio de las hayas (2009), Cuarenta días de mayo (2010), Llegará la lluvia (2011), El mar que te debía (2012) y En la tierra de los nombres propios (2013) y La novela de Rebeca (2015).
Combina su actividad literaria con la redacción de guiones para cine, publicidad y documentales.

Sinopsis

“Se llamaba Beatriz Tussaud y no se casó con el amor de su vida”. Con esta frase arranca esta novela, y también el manuscrito a través del cual el enigmático señor Joaquín revela a Nuria la verdadera historia de su tatarabuela y de cuantos conforman el sorprendente atlas de su familia. “Una mirada puede ser el paso a un mundo infinito”, dice más adelante. Y es que la vida de Beatriz parecía encarrilada hasta que la mirada de Marcel Hugarte lo cambió todo. El color de las mareas es la historia de amor de Beatriz y Marcel, que discurre de 1898 a 1948, y que Nuria reconstruye mediante una investigación que, por momentos, confiere al relato aires de thriller. Cincuenta años en los que se registran crímenes, pasiones inconfesables, giros del destino y, sobre todo, la evidencia de que las relaciones humanas son siempre fascinantes.

Opinión.
Conocí a Mikel Alvira con su libro La novela de Rebeca que fue de los pocos flechazos que he tenido en mi vida solo por portada y sinopsis; me encantó ser la lectora tramposa de ese escritor tramposo que jugó conmigo durante aquella novela. De nuevo aquí la portada es maravillosa.

En este nuevo libro, que he leído gracias a Mª Ángeles del blog Bookeando con Mángeles, me he encontrado con algo que esperaba y mucho más.

Para ir comenzar me encontré con esa frase demoledora del comienzo que te hace pensar en numerosas alternativas: “Se llamaba Beatriz Tussaud y no se casó con el amor de su vida”

Nuria Tussaud es la propietaria de la Galería de Arte Tussaud, un negocio familiar que comenzó siendo una relojería cuando su antepasado Gerard Tussaud decidió dejar de ejercer como topógrafo y asentarse en San Telmo con ese novedoso negocio. Un día llega a la galería un desconocido, un octogenario llamado Joaquín Hugarte que dice estar en poder de un manuscrito en el que se cuenta la historia de su familia, y se lo ofrece. Sea mentira o verdad, ella hace caso a la curiosidad que la carcome y como no, comienza a leerlo.

Nuria se verá transportada en el tiempo a 1898 a ese pueblo a orillas del Cantábrico y comenzará a conocer a su tatarabuela Beatriz Tussaud, una muchacha linda e inexperta que está recién casada con Daniel Sanmartín, un ingeniero lleno de ambición que hará todo lo posible por hacerse un hueco en la exquisita y cerrada alta sociedad de San Telmo. Beatriz está experimentando esa sensación de que no todo es tan maravilloso en el matrimonio como le habían contado. En una fiesta cultural de las que son tradición en la ciudad conocerá a Marcel Hugarte, un poeta libre de las normas sociales, pintor, marinero y lleno de sapiencia, la atracción será inmediata pero la rigidez de la sociedad apenas les podrá mantener en contacto.

Beatriz duda de sus sentimientos, entre el deber y la libertad, y a pesar de que su hermana Lina con la que mantiene jugosas conversaciones, la anima a vivir a amar a ser ella misma, mientras que a Beatriz el miedo la hace mantenerse en una cierta comodidad y en la creencia en un matrimonio que hace aguas, mientras empiezan a llegar los hijos.

Va pasando el tiempo y con él se producen acontecimientos históricos que los van a afectar de lleno, Beatriz va a ir evolucionando, tomando posturas, haciéndose fuerte frente a la adversidad, aunque en ciertos momentos me enfadaba con su actitud, la podía entender como un reflejo de su época, y del papel que de ella se esperaba. En cuanto a Marcel me ha parecido un personaje curioso e interesante, aunque su forma de huir también me sacaba de quicio. 
Una historia de amor en la que los malos entendidos, la distancia hacía que lo que podría haber sido maravilloso se hiciera cada vez más arduo y complicado. Habrá cambios en la sociedad, hará acto de presencia una guerra que dará la vuelta al país y el manuscrito termina en 1948, dejándonos con la intriga de qué ha podido pasar con todos los miembros de la familia Tussaud. Enigma que nos va a dejar sorprendidos una vez más.

Pero no solo vamos a leer esa historia, conociendo a Mikel no podía darnos una sola, va a ir entrelazándola con la que tiene lugar en el presente y la relación entre Nuria y Jorge; además no podían faltar esas reflexiones que no pertenecen ni al presente ni al pasado, que te dejan sin aire, que te hacen leer y releer una y otra vez porque dispara fuerte y tienes la necesidad imperiosa de coger un cuaderno e ir anotando una tras otra para bucear con inmenso placer en esa marea de sentimientos con la que te hace sentir, con la que a pesar de todo lo que puede hundirte, te hace sentir viva.

En conclusión, tenemos un libro de amor, de relaciones personales, de familia, de sacrificio, de crecimiento y sobre todo de secretos que nos irán sorprendiendo mientras notamos el olor a mar y buscamos ese color tan preciado…El color de las mareas. Podréis sentirlo, debéis tomaros vuestro tiempo, todo el necesario para disfrutar uno de los que puedo considerar mis libros del año. 
Descubridlo, os gustará.

De las reflexiones…Son tantas que resulta difícil escoger alguna. Aquí van varias:

“Somos la energía que irradiamos. Somos la voz con que tendemos puentes, el saludo, la sonrisa. Somos eso, poco más. Somos el sueño que perseguimos. El resto, mera fisiología. Somos lo que nos rodea, lo que nos influye o en lo que influimos. Somos el gesto, la frase que rescatamos de un libro, el verso que conocemos u olvidamos. Prácticamente nada más.
Derrochar energía es ser en esencia. Sin energía, lo que somos es la peor versión de lo que podemos ser.”

“Hay minutos que valen años; minutos que valen existencias enteras. Hay minutos que no se ajustan a los patrones convencionales de tiempo, precisamente por eso, porque el tiempo es un invento humano para medir la existencia.
Hay minutos que cuentan como existencias infinitas.
Son esos instantes de creatividad, de emoción o de amor. O los minutos de sorpresa. Son los minutos en los que el mundo se dobla, se convulsiona, se retuerce sobre sí mismo, y nos recuerda que vivir cabe en un minuto si el minuto es consciente.”

“Hay ”para siempres” que duran un instante. Hay “para siempres” que son fugaces, efímeros y endebles. Los pronunciamos para reconfortarnos, pero nos tortura saber que no los cumpliremos. Incluso antes de que el sonido salga por nuestra boca, allá donde las palabras nacen, donde se gestan, donde invernan a la espera de ser desatadas, ya se revela en convencimiento de que será un “para siempre” baldío.”

Saludos y a disfrutar leyendo.