Título: Academia
de Artes Marcianas
Autor: Gonzalo Senestrari
Editorial: Caligrama
Nº de páginas: 460
Año de publicación: 2019
ISBN: 9788417915261
Género: Ficción
contemporánea
Autor
Escritor autodidacta. Vive en Buenos Aires, en compañía
de un gato llamado Mapache.
Ha escrito las obras de teatro Los fracasados, Yo maté a Papá Noel, Beirut Boulevard y su pieza Tiernas criaturas fue finalista del Premio Tirso de Molina.
En 2016 publica su ópera prima en narrativa, El lugar adonde van las personas que están rotas, y luego se sumerge en el mundo de los relatos con su antología Adiós, humanidad, finalista del Concurso de Cuentos de la Sociedad Italiana de San Pedro. El día de los extraños, uno de los relatos de la antología, ha sido publicado por la revista Artsy de Nueva York.
En la actualidad se encuentra trabajando en la saga Academia de Artes Marcianas, por la cual recibió el primer premio en el Certamen de Novela Casino de Monóvar, junto a la editorial Caligrama de Grupo Penguin Random House.
Foto de tomada de la web de la editorial
Sinopsis
Septiembre de 2001. Mientras el Antiguo Mundo tiembla
tras el atentado a las Torres Gemelas, el joven Wilco Faia es admitido en la
Academia de Artes Mundiales, una institución que recluta a las mentes más
brillantes del planeta con un solo objetivo: iluminar a la humanidad.
Pero, una vez allí, los secretos más profundos que se
esconden en las entrañas de nuestra obsoleta sociedad se revelarán frente a sus
ojos. Y entre libros, ascensores que viajan horizontalmente y la leyenda de una
misteriosa carta escrita por Nikola Tesla, Wilco entenderá que el futuro de la
humanidad también se encuentra en sus destructivas manos.
Academia de Artes Marcianas es
una saga que narra una versión paralela de nuestra historia contemporánea; lo
que pudo haber pasado, lo que está presente y en lo que podría convertirse
nuestro futuro si decidiéramos hacerle frente a la estupidez humana.
Opinión
Este libro me llamó la atención cuando lo publicó
Edición Anticipada y lo ofreció, por la temática que abordaba, y mira que me
había dicho a mí misma que no volvería a leer en su aplicación. Debo recordarme
más a menudo mis propósitos.
La historia comienza en septiembre de 2001, tras el
atentado de las Torres Gemelas, cuando nuestro protagonista, Wilco Faia,
un niño al que le cuesta adaptarse e integrarse en la sociedad, gana un
concurso cuyo premio es un televisor, lo que hay que hacer es responder a una
pregunta de alto contenido filosófico, pero a la vez muy sencilla. La respuesta
de Wilco es muy original y lo lleva a entrar en una academia que tiene como
objetivo un futuro mejor en el que la humanidad será iluminada. Toda la familia
se tendrá que trasladar de ciudad con todo lo que ello supone para cada uno de
ellos.
Los personajes nos van a dar su propio punto de vista,
además tienen secretos que hacen que no se produzca una relación completa de
sinceridad entre ellos y lo más importante, el amor no sea lo suficientemente fluido
entre ellos.
Va a hacer que reflexionemos sobre muchos de los
aspectos que rodean sucesos de nuestra actualidad. Hace que tomemos en cuenta
el poder y lo que lograron grandes personajes de la historia de la humanidad
potenciando el desarrollo, Tesla y Edison serán los más destacados.
Desarrolla numerosos temas como la corrupción, el
narcotráfico, el ansia de poder, la influencia de la prensa, ese cuarto poder, y la ignorancia, de forma que te deja pensando
hasta qué punto estamos influidos y si en algún momento será posible eliminar
la estupidez humana. Algo que estamos experimentando mucho estos días.
Ha sido un libro complejo de leer, sobre todo por los
momentos en los que estamos sumergidos, y sobre todo para mí, por el formato.
Sé que no soy justa con él por esta razón, es una
novela para pensar y reflexionar, y yo me he estado dispersando todo el rato,
el hecho de tener que leerlo en electrónico ha supuesto un obstáculo casi
insalvable para mí, no lo he disfrutado, me ha costado un mundo llegar a
disfrutarlo, no he sido capaz de encontrar el punto irónico que el autor le imprimía.
Se me ha hecho eterno. Probablemente si lo hubiese leído en papel, subrayando,
meditando, como suelo hacer y en condiciones normales, habría sido diferente.
En definitiva, un libro que no puedo recomendar porque
yo no lo he disfrutado. Debe ser bueno leído en otras condiciones, por algo le
han dado un premio. Si os decidís, buscad el momento adecuado para adentraros
en sus páginas.
Saludos y siempre seguid leyendo.