Título: Postales del Este
Autora: Reyes Monforte
Editorial:
Plaza y Janés
Primera edición: 4
de junio de 2020.
Nº de Páginas:
544
ISBN: 9788401023590
Género: Histórica,
narrativa
Autora
editoriales de 2007 y la publicación en 2008 de Amor cruel o Pasión Rusa ha consolidado a Reyes Monforte como una de las autoras más importantes del momento.
Sinopsis
En septiembre de 1943, la joven Ella llega prisionera al campo de concentración
de Auschwitz, desde Francia. La jefa del campo de mujeres, la sanguinaria SS
María Mandel, apodada la Bestia, descubre que su caligrafía es perfecta y la
incorpora como copista en la Orquesta de Mujeres. Gracias a su conocimiento de
idiomas, Ella comienza a trabajar en el Bloque Kanada donde encuentra numerosas
postales y fotografías en los equipajes de los deportados, y decide escribir en
ellas sus historias para que nadie olvide quiénes fueron. Mientras forma lazos
de amistad con las presas, sobrevive a la maldad de sus captores y evita que
descubran su particular resistencia hecha a golpe de palabras, una rebelión se
gesta entre los presos que amenaza aún más su vida y la del hombre que ama,
Joska.
Casi cuarenta años después, la joven Bella recibe una caja llena de postales.
«Son postales que tu madre escribió cuando estuvo en el Este. Así las llamó:
Postales del Este. Ella quería que las leyeras a su debido tiempo. Y ese tiempo
es ahora.»
Combinando ficción con personajes históricos como Josef Mengele, Heinrich
Himmler, Irma Grese, Rudolf Hoss, Ana Frank o Alma Rosé, Reyes Monforte regresa
al género que la ha consagrado como autora. Ricamente documentada y escrita con
pasión y emotividad, ha firmado su obra más ambiciosa: una historia sobre el
poder liberador de las palabras, en el 75 aniversario de la liberación del
campo de concentración de Auschwitz.
Opinión
Había leído varias reseñas sobre este libro, y la
verdad tenía mucha curiosidad por leerlo, el día en que lo vi en la biblioteca,
se vino conmigo, y ha sido un gran acierto, a pesar de lo mucho que he sufrido
leyéndolo.
Tras la muerte de la madre de Bella, su tía
cumple con su última voluntad y le entrega una caja llena de postales con
nombres que cuentan la vida que tuvo durante unos años de su vida y de la que
su hija no sabía nada.
Ella es una joven judía
francesa, de largo pelo rubio, ojos azules y piel blanca, el ideal ario, que
llega al campo de Auschwitz, la separan de su novio Joska y de sus
padres, porque además de su aspecto físico, el dominio de varios idiomas les va
a ser de utilidad para ejercer de traductora ante los prisioneros que van llegando.
El hecho de que además tenga una caligrafía preciosa va a hacer que la destinen
a la zona más privilegiada del campo. El bloque Kanada, el lugar donde se
rapiñan oficialmente los paquetes que les mandan a los presos.
La máxima autoridad femenina de dicho campo, María
Mandel la tomará bajo su mando, como una de sus “mascotas” que tiene la
ventaja de no dormir en los barracones ni realizar trabajos físicos extenuantes,
tener una manta o poder llevar zapatos, pero a cambio va a tener que sufrir y
ver de cerca muchas de las barbaridades de las que son capaces de hacer los
nazis con los judíos. Otro de sus trabajos será ejercer de copista para la
Orquesta de mujeres, que curiosamente sigue dando conciertos en ese campo lleno
de horror, allí conocerá a la directora, Alma Rosé, que saca la esperanza en
forma de música, haciendo de ella ese hilo que separa la vida y la muerte.
Ella será degradada una y otra vez por el tenebroso
psicópata Josef Mengele y la Mandel, vivirá ese infierno y necesitará
dar fe de su existencia y de la de miles de personas que son cremadas cada día.
El hecho de escribir sus nombres y esas postales, que ya averiguaréis con qué
fin eran enviadas, es su forma de protesta, su forma de dar testimonio de lo
que allí está pasando, mientras el resto del mundo parece mantenerse indiferente.
Un secreto que supone un gran peligro, pero ya la vida allí tiene poco sentido.
Es una novela aterradora, ha dado la casualidad de que
he encadenado tres lecturas en ambientadas en la misma época histórica, y esta
me ha hecho estremecer, es de lejos la más cruda. Es la propia Ella quien nos
cuenta lo que siente, ese miedo, ese horror que se vive a todas horas, el poco
valor de la vida de los judíos, la tortura, la humillación continua que supone
allí su existencia. La maldad de los mandos, la connivencia de los grados
medios, la lucha por la supervivencia de los hombres y mujeres que allí
vivieron, entre un barro lleno de cenizas de sus compatriotas, donde lo mejor
que te puede pasar es una muerte rápida y no por una enfermedad o por un
accidente, algo que se convierte en una horrible agonía.
La autora se ha basado en hechos reales, personajes
reales que pasaron por allí, supervivientes del campo cuando por fin los
liberaron las tropas aliadas, testimonios indispensables ya que los dirigentes
de ese y otros campos de concentración se encargaron de quemar la documentación
que acreditaba las barbaridades que allí se cometían.
Sabía de algunas cosas, otras han supuesto una
sorpresa, y aunque quería buscar sobre el tema, era incapaz, no podía seguir
ahondando en el horror. Me preguntaba una y otra vez qué tipo de mentes enfermas
podían hacer esas barbaridades, y me quedaba cada vez más claro que es
necesario seguir dando a conocer estas atrocidades que algunos aún niegan. Me
he estremecido cuando he pensado la tremenda banalización de la palabra nazi
que actualmente estamos viviendo.
Ella guardaba nombres para que las personas no cayeran
en el olvido, las palabras fueron su fuerza, las palabras son las que tienen el
poder para que recordemos que estas atrocidades, debemos seguir dotándolas de
esa autoridad.
En resumen, una novela dura, didáctica, que está
narrada de modo impecable, con descripciones que no nos van a ahorrar el dolor,
pero que en ningún momento se hacen pesadas, la curiosidad y la esperanza hacen
que las páginas vuelen entre los dedos, mientras la rabia se va aposentando en
nuestro corazón. Con todo y por todo ello, la recomiendo encarecidamente, es
buena, muy buena, al menos en mi opinión. Muy recomendable.
“Cualquier trozo de papel era una
posibilidad de sobrevivir a la muerte. La realidad volvió a darle la razón: todo
empieza con una palabra.”
“A la suerte le pasa como a Dios: nunca
está cuando se necesita”
“El camino está cubierto por las cenizas
que extraen de los crematorios. Nos convierten en arena para pisarnos a diario,
incluso después de muertos. Humillarnos se ha convertido en una necesidad vital,
incluso cuando no se dan cuenta.”
“Aquí dentro se actúa, no se juzga.”
Saludos, leed y cuidaos mucho.