Título:
Cuando Ellie se fue.
Autora:
Lisa Jewell.
Editorial:
Duomo.
N.º
de páginas: 384
Primera
edición: 6 junio 2022
Género: thriller
Autora
Lisa Jewell nacida en 1968 en Londres estudió Arte y Diseño en el Barnet College y en la Escuela de Arte de Epsom. Se dedicó al diseño de moda, aunque sin éxito, trabajando posteriormente como recepcionista. Asistió a la St Michael Grammar School para aprender a escribir, y así lo hizo. Publicó su primer libro, La fiesta de Ralph, en 1999. A este le siguieron otros como Treinta y cero, Y tú, ¿lo has encontrado? o Dream street, 31.
Se adentra en el thriller con Cuando Ellie se fue.
Sinopsis
Una chica desaparecida. Un secreto enterrado.
¿Qué ocurrió con Ellie?, ¿se
escapó, ahogada por las presiones de la familia que la consideraba perfecta?, ¿alguien
se cruzó en su camino?
Tras diez años sin noticias de ella, su madre no ha
conseguido pasar página. Y una nueva pista hará resurgir sus esperanzas.
Opinión
Hoy traigo una novela de las
que estremecen, que ha llegado a mí gracias a la lectura conjunta organizada
por Laky desde su blog Libros quehay que leer, y a la editorial Duomo.
Parecía una cosa, aunque ha
resultado ser otra, creía que sería más sórdida y oscura, pero, sin embargo, ha
resultado ser a la vez esperanzadora y tremendamente angustiosa, al menos a mí
me lo ha parecido.
Nuestra protagonista es Ellie
Mack una chica de diecisiete años, guapa, estudiosa, responsable con medio
novio formal que un día va a la biblioteca, lugar poco adecuado como para
pensar en un antro de vicio y perversión, y desaparece sin más. No hay pistas,
no hay cadáver, no hay nada más que incógnitas, mucho dolor y una familia rota.
Diez años después el
panorama es bastante desolador, la familia no ha resistido la tensión, el
matrimonio se rompió, el padre ha conseguido no ya rehacer su vida, sino ser
capaz de convivir con el dolor y formar otra familia, los hermanos mayores
viven como pueden tras sentirse abandonados por sus padres tras la ausencia
clamorosa de Ellie. Laurel, la madre, y la otra gran protagonista sigue
estancada en el dolor, sin hacer mucho más que sobrevivir, ya que es incapaz de
pasar página ante la incertidumbre de no saber si sigue viva o muerta.
Un día aparece algo que
puede arrojar luz sobre el caso y comenzará, o terminará la pesadilla para
todos.
Tendremos un narrador
omniscente que irá al pasado y nos contará lo que pasó aquella tarde con Ellie,
lo que ocurrió, lo que sintió y hasta donde llegó. Allí también encontraremos a
alguien que nos dará su versión de lo ocurrido, el origen de todo.
En el presente ese narrador
se va a centrar en Laurel, sus rutinas, sus sentimientos ante lo que ocurrió y
a lo que le está sucediendo ahora, su extraña relación con sus hijos a los que
cree conocer, y a los que con el tiempo comienza a comprender, será toda una
sorpresa para ella misma saber lo que aún tiene dentro de sí.
No desvelaré más, aunque hay
mucha tela que cortar, pero para eso tendréis que daros una vuelta por el libro
y ver cómo la tela de araña se va tejiendo alrededor de los personajes, cómo la
horrible sensación de angustia os va a ir atrapando. La grima, el yuyu, el
miedo, la extrañeza y la intriga serán vuestros compañeros en una lectura que
casi dura un suspiro. Cada capítulo que termina supone una nueva sorpresa, una
nueva vuelta de tuerca que os mantendrá en vilo, hasta que al final, como un puzle,
todas las piezas encajan en su sitio y te dejan con la boca abierta.
Podría contar mucho, pero
para qué: una vez que lo cojáis, con el ritmo que le ha imprimido la autora,
muchos diálogos internos y externos, capítulos cortos y saltos en el tiempo, el
libro os durará un suspiro.
Un pero tengo, y no es a la
novela, es a la editorial, que ha sucumbido a la moda contagiosa de los personajes
de espaldas.
En resumen, una novela bien
escrita, original por la forma de encarar algo que ya parece mil veces contado,
llena de sentimientos a flor de piel, y con una sensación constante de amenaza,
que seguro que no podréis soltar. Ideal para estas noches “fresquitas”
acompañadas de un buen…relajante.
“También es muy infeliz, y raro es el día que no
encuentre las palabras justas para expresar su deseo de morirse.”
“El deseo de morir y la muerte de verdad no
acostumbran a guardar relación. Pero esta vez ha parecido algo más que un
simple deseo de dar por finalizada su vida.”
Saludos y leed mucho este
verano.