Título: Un desierto de hielo
Autor: Maite R. Ochotorena
Editorial: Editorial
Planeta
Primera
edición: 15 febrero 2023
N.º
de páginas: 480
Género: Novela
negra, thriller
Autora
Nos cuenta la editorial: Nacida en San Sebastián en 1970, Maite R. Ochotorena se formó como guionista de cine y televisión y ha trabajado muchos años como creativa en el sector del videojuego. Sin embargo, su verdadera pasión siempre ha sido escribir novela. Inspirada su imaginación por Edgar Allan Poe, Agatha Christie o Alejandro Dumas, esta autora ha escrito numerosos relatos cortos del
género. Con su primera novela, El secreto de la Belle Nuit, la autora dio el salto definitivo al mundo literario. A esta primera obra le siguieron su desenlace, La sombra de Fourneau, El destino de Ana H. Murria, Donde habita el miedo, Victory, en algún lugar desconocido, y El sueño de Valentine I, II y III. La mensajera del bosque, publicada en Planeta, tuvo un amplio reconocimiento por parte de los lectores.
Sinopsis
El cadáver del geólogo Björg Stutgard ha aparecido en
la base científica noruega Nytt Håp, en la Antártida. Su cuerpo desnudo ha sido
depositado en la nieve, con una enorme herida abierta desde el esternón hasta
el pubis. Además, con trazos burdos sobre su vientre, alguien ha escrito la
palabra «Kripos».
En San Sebastián, Mikel Ibarra, un antiguo
investigador criminal, dedica su tiempo a trabajar como guía para los
científicos de la base noruega y como buzo para una empresa de la que es socio
y que intenta patentar un traje de inmersión submarina capaz de alcanzar
profundidades abisales.
Su vida da un vuelco cuando Erika Oblyakov, una agente
de la Kripos –la agencia noruega de investigación criminal–, se pone en
contacto con él para proponerle formar parte de la investigación sobre el
asesinato de Stutgard.
Con La mensajera del bosque, donde la
naturaleza reclamaba el lugar que le correspondía, Maite R. Ochotorena inauguró
el ecothriller. Ahora, con Un desierto de hielo,
nos guía hasta las profundidades del océano y a los parajes fríos y violentos
de la Antártida, con un claro mensaje de denuncia sobre cómo la ambición humana
puede destruir el futuro de nuestro planeta.
Una novela adictiva. Mucho más que un thriller.
Opinión
Sigo a esta autora desde hace tiempo y tenía mucha
curiosidad por cómo iba a enfocar su nuevo libro, la sinopsis me parecía
atrayente, pero además había un pálpito, un sentimiento que me llamaba a leer
la novela, tengo que decir que mi flechazo no ha ido desencaminado, lo he
gozado.
Otra vez ante mí un reto complicado, contar sin
desvelar, difícil pero no imposible.
Comenzamos en un lugar del Cantábrico donde Mikel Ibarra ha perdido su norte y se
recrea en los últimos momentos que pasará con su madre, que tiene la dolorosa
enfermedad de la memoria, y sus amigos, Aitor, Andreas y Unai,
que a su vez son compañeros de aventura. Han montado una empresa, Urpekari, con la que están desarrollando un
prototipo de traje de inmersión o exoesqueleto destinado para investigar en grandes
profundidades.
Mikel trabajó además como investigador en la Ertzaintza,
y durante los veranos se ha dedicado a hacer de guía en una base científica internacional en la Antártida,
Nytt Håp, se trata de una base perteneciente al gobierno noruego que,
aunque tiene mucho movimiento en verano, en invierno solo se quedan unos pocos científicos allí para que todo vaya bien en la desolada estación antártica. Cuando lo llama
Erika Oblyakov, una investigadora
noruega para que la acompañe a la base, donde se ha producido un asesinato, su
primera reacción es decir no, pero es una perita en dulce desplazarse y volver
a ver a sus antiguos compañeros.
Una vez allí verán horrorizados
que no es un asesinato normal, sino que está lleno de simbolismo, el cuerpo de Björg
Stutgard, geólogo, ha sido encontrado desnudo en la nieve, con herida desde
el esternón hasta el pubis, y en su vientre, alguien ha escrito la palabra
«Kripos». Erika pertenece a la Kripos, ¿se trata de un reto o de una llamada?
La base está distinta, hay
un ambiente enrarecido entre los compañeros y ahora está al mando un militar Thorensen,
al que le vas a coger manía desde el minuto cero. Mikel y Erika tendrán un duro
trabajo de investigación en el que nadie parece creer.
Todos parecen tener miedo,
todos parecen guardar un secreto, y cuando un severo temporal hace presencia la
sensación es angustiosa. Alguien ha hecho un sabotaje y se han quedado aislados
totalmente, comienzan a desaparecer sus compañeros y a aparecer muertos en unas
escenografías pavorosas, hay un asesino suelto y dependen de un viejo generador
que está a punto de romperse. La muerte se cierne sobre ellos ya sea en forma
de asesinato o en muerte por congelación, dura decisión.
Frío, claustrofobia y miedo
ha sido lo que más he sentido durante toda la lectura, pensar en estar aislado
en una noche permanente mientras las fuertes rachas de viento golpean las
paredes, hay menos de cincuenta grados bajo cero ahí fuera, solo te puedes
mover con linternas, y no sabes si es peor estar solo o acompañado, es una
sensación tremendamente inquietante que la autora ha sabido plasmar de forma
muy contundente.
Su grito, el grito del hielo
es la necesidad de remar en conjunto a nivel mundial para preservar lugares
inaccesibles de los que no conocemos apenas nada, no entrar en la lucha por las
materias primas, sino por la conservación de lugares remotos sobre los que
ningún gobierno de ningún país tiene derecho, el derecho es el de la humanidad
y las generaciones actuales y venideras.
En definitiva, una novela
llena de misterio, asesinatos rituales, claustrofobia, angustia y frío en una
lucha contrarreloj contra la propia naturaleza que se convierte en el personaje
principal y protagonista. Se lee con avidez y el final es convincente. Obvio
decir que me ha encantado. Ya no tengo tan claro el pertenecer al equipo de los
que prefiere el frío al calor. Leedla no os vais a arrepentir.
“Deseó haberla abrazado más a menudo, haberle dicho
más veces que la quería, no tener que dejarla sola en su última etapa, cuando
más frágil era.”
“Hoy el frío duele.
El frío muerde.
No hay nada dulce
en morir de frío.”
Saludos y a leer siempre.