EL HOMBRE QUE YA NO SOY de Salvador Navarro

Título: El hombre que ya no soy

Autor: Salvador Navarro

Editorial: Algaida

Primera edición: 2017

Nº Páginas: 616

ISBN: 9788490678473

Género: Literatura, ficción

Autor

Salvador Navarro (Sevilla, 1967) es ingeniero industrial de Renault. En 2002 publicó su primera novela Eres lo único que tengo, niña, a la que han seguido Rosa.O, Andrea no está loca, No te supe perder (2011) y Huyendo de mi (Algaida 2015). Muy influido por la narrativa americana del siglo XX, desarrolla una literatura urbana con fuertes componentes psicológicos.

Sinopsis

Elisa, sevillana en la cuarentena y con dos carreras universitarias, aunque es de buena familia tiene una vida echada a perder, cree encontrar su salvación en Roberto, un alto ejecutivo de abrazos imponentes. Despojada de toda ética, se entromete en el territorio explosivo de un hombre de éxito en plena catarsis por la muerte violenta de su hermano pequeño; seduce a Fidel, amigo inseparable de su ansiado objeto del deseo, para acceder a él sin entender de las lealtades entre ellos, haciendo de cada paso un intento desesperado por dejar de ser una mujer maldita.

Opinión

Hoy traigo una reseña con retraso, y es que como para las lecturas, es necesario el momento para poder reposar y explicar lo que te ha hecho sentir un libro. En este caso ha costado. Hay unos personajes que impactan, relaciones que dejan tocada porque sus situaciones pican.

Para empezar, tengo que decir es difícil encajar esta novela en un género concreto, tiene aires de thriller, pero solo en partes, investigación, pero no es policiaca, amor, y no es romántica, tiene mucho de psicología y muchas emociones, así que se trata una mezcla de todo.

Complicado de nuevo contar todo lo que encierra y que no está reflejado en la sinopsis, porque es algo no ya incompleta, más bien es poco ajustada a todo lo que nos vamos a encontrar. ¡Qué difícil debe ser escribir una sinopsis! Ahora vamos a ver cómo consigo contar sin desvelar demasiado.

Roberto Relinque llega al aeropuerto de Sevilla devastado, llorando y se abraza a su madre, Paca, que lo espera. Hay alguien que los observa desde lejos, una mujer que se queda con todos los detalles para poder ir a en su busca. El motivo nos va a dejar bastante sorprendidos.

Se trata de Elisa que es una mujer preparada, tiene dos carreras y un empleo que no lo es tanto, traductora y también da clases de inglés, dos trabajos que no le dan para demasiado, ha vivido y vive en el filo de la navaja que supone pasar del bienestar a la nada, y a eso se aferra. Su curiosidad por la escena que ha visto en el aeropuerto la hace buscar a los protagonistas en el tanatorio, ha hecho funcionar su intuición y su inteligencia. Conseguirá conectar con Fidel, el mejor amigo de Roberto y con eso sacar más información, para qué es otra incógnita que pronto averiguaremos y nos sorprenderá fijo.

Roberto y su madre están en shock, han matado el Tolo, su hermano pequeño, una muerte violenta y dura que tiene como trasfondo el sórdido mundo de la droga. Un ajuste de cuentas no va a preocupar en demasía a la policía, así que Roberto junto con su tío Alfredo serán los que intentarán buscar a su asesino.

Roberto se siente culpable por haberse ido, por tener un trabajo muy bien pagado y absorbente que le hace viajar mucho. Esta muerte le va a hacer parar, plantearse su vida y sus relaciones, o más bien la ausencia de estas. Paca, su madre, está destrozada porque en el fondo sabía el ambiente en el que se movía su hijo y no ha podido hacer nada. Alfredo, su cuñado un hombre juicioso, sensato, profesor de universidad estará con ellos y se implicará a tope en las investigaciones que unos y otros iniciarán. La cuña es Fidel, ese buen amigo que está siempre, a pesar de sus propios problemas, al lado de la familia, al lado de Roberto y su madre, y que cae absolutamente rendido a los encantos de Elisa, sin sospechar que está siendo utilizado, pero de repente aparecerá alguien que se fue y que intentará recuperarlo.

Mentiras, medias verdades, doble juego e intrigas, venganzas que se van a ir desgranando entre los personajes, en los que se puede apreciar que se ha invertido mucho tiempo en montarlos y mimarlos. Son coherentes dentro de sus complejidades, algunos de ellos desaparecen de repente, como es el caso de Elisa, pero sigue estando ahí, la encontraremos más adelante con su extraña forma de ser y actuar. En un momento dado encontramos un giro argumental que te deja fuera de juego y te hace pensar en cómo va a resolver el autor el resto de la historia, y lo hace de forma creíble hasta llegar a un final que va encajando cada una de las piezas de forma espléndida.

No puedo dejar de señalar dos puntos más que son resueltos de modo impecable, uno de ellos es la ambientación, Sevilla: la pulcra, la de ambiente estudiantil, la que tiene buena fama, y luego está esa otra que esconde la parte sórdida, la que mueve la droga, en la que la violencia está al orden del día.

El otro son los diálogos, me han gustado porque no los he notado forzados, cada personaje tiene su forma de ser y su forma de hablar, las conversaciones en las que interviene Alfredo son una delicia porque están llenas de sensatez y sabiduría, son probablemente las que más poso me han dejado.

En conclusión, se trata de una novela en la que el dolor mueve a los personajes, pero también el amor, y por encima de todo, la amistad; una novela que hay que leer en el momento adecuado porque habla de sentimientos comunes, esos que podemos tener tú o yo ante circunstancias que nos toca vivir, y lo importante que es la madurez con la que se encaran. Una novela para disfrutar y reflexionar y que sin duda recomiendo.

“A veces todo era fácil, momentos en que comprendía que no necesitaba más que sol y lectura para vivir”.

“En un instante de lucidez, tras echarse agua a la cara, comprendió que había tocado fondo y no quedaba otro escalón que el del precipicio”.

“Él decía que la vida solo se puede comprender al mirar hacia atrás, pero que hay que vivirla mirando hacia adelante.”

Saludos y a disfrutar leyendo.