Título: Madera
de savia azul
Autor: Jose
Luis Gil Soto
Editorial: Ediciones
B
Primera
edición: Marzo de 2019
Nº
de páginas: 637
ISBN:
9788466665353
Género:
Ficción, fantasía.
Autor
José
L. Gil Soto nacido en Oliva de la
Frontera (Badajoz) en 1972, es Ingeniero Agrónomo, estudiante de
Humanidades y novelista. Funcionario de carrera, ha ejercido su profesión
en la Administración desempeñando diversos cargos de responsabilidad.
Paralelamente, comenzó su carrera literaria con guiones promocionales y colaboraciones
en revistas especializadas, hasta que en 2008 vio la luz su primera
novela: La traición del Rey (Ed.
Styria), que fue reeditada por la editorial Kailas en 2017, revisada y con la
inclusión del contenido de una carta inédita de Manuel Godoy que perteneció
durante generaciones a los descendientes del valido de Carlos IV.
Con su segunda obra, La colina de las piedras blancas,
fue finalista de la II edición del premio Caja Granada de Novela Histórica, en
2010.
En 2015 regresó a las
librerías con La dama de Saigón, una novela que ha tenido una
magnífica acogida.
Vuelve a la mesa de
novedades de las librerías con Madera
de savia azul, una historia que nos transporta a una edad media
legendaria para mezclarnos con personajes inolvidables que viven, cada uno
desde su lugar, una bella historia de amor, sacrificio y superación.
Sinopsis
El destino de un niño.
Erik tiene apenas cuatro años cuando pierde a su madre en el gran terremoto que destruye Waliria, la capital de Ariok. Su padre, el carpintero Bertrand de Lis, y Astrid, la humilde viuda de un herrero, no pueden imaginar que la catástrofe no solo cambiará sus vidas para siempre, sino que, sin quererlo, les hará dueños de secretos que nunca hubieran querido tener que guardar.
El viaje hacia un reino de leyenda.
Tras el desastre, y alentado por una profecía, el rey decide emprender con su pueblo un peligroso viaje hasta tierras del sur. Una gran caravana se pone en marcha. La esperanza, el miedo y la ambición viajan con ellos.
La búsqueda de un padre.
A Bertrand solo le queda su hijo, y su única preocupación es cuidarle, pero un hecho inesperado cambia el rumbo de sus vidas. Así, quien era solo un hombre bueno y sencillo, se convertirá en protagonista de una aventura épica, impulsada por el profundo amor a su hijo y su deseo de volver a reunirse con él.
Opinión
Algunas veces me daría de tortas por tener ciertos
prejuicios y en este caso me daría una bien grande por haber hecho caso de un
adjetivo, pero otras me daría besos por haber conseguido leer uno de mis mejores
libros del año. Por partes, que puede parecer que estoy zumbada. Cuando vi esta
novedad fui superficial porque me encantó la portada, y es que es preciosa, así
que mi enamoramiento fue un flechacillo, porque cuando leí fantástica, me dije:
niña, esto no es para ti, y es que mi época de fantástica ya pasó. Esa era la
parte de las tortas. Luego empecé a leer muy buenas críticas y me entró el
gusanillo de querer leerlo, así que cuando las jefas de #SoyYincanera hicieron
el sorteo, me lancé, y tuve la suerte de que me tocase. Cuando vi el tamaño me
dije, tienes tarea, porque como no te enganche verás. Afortunadamente mis
diálogos internos son un poco extraños y suelen ser en voz baja, y me he podido
decir a mí misma: ¿ves alma de cántaro como al final ha sido una gran lectura?
Mi otro yo me soltó ya te lo dije, no falla.
Y ahora vamos al lío, porque es un pedazo de novela
con muchas cosas por contar y muchas más que no quiero decir porque odio
destripar, así que voy a coger una navaja, tranquilos, no está afilada, y
andaré por su filo para convenceos de porqué tenéis que leerla.
Estamos en Ariok un reino ficticio que podría ser
cualquiera de los reinos de la Edad Media, la capital Waliria acaba de sufrir
un tremendo terremoto que la ha dejado medio destruida, mucha gente ha muerto,
muchas familias han quedado destrozadas, las enfermedades y el hambre amenazan
con hacer estragos. La ciudad ya tiene los bienes escasos así que el rey Magmalión se decide a emprender un
viaje en busca de unas tierras fértiles, donde el clima es benigno y donde cree
que podrán establecerse, son los Grandes Lagos. Para ello apenas cuenta con un
mapa y los relatos de los antepasados que hablaban de la bonanza de aquellas tierras. Se organiza una emigración compuesta por una enorme caravana en la que están los más fuertes y capaces ordenados
en grupos gremiales para que todos se ayuden y sean los nuevos habitantes de
nueva Waliria.
Nuestro personaje principal Bertrand de Lis estaba con su hijo y su mujer Lizet cuando ocurrió el terremoto, ella ha muerto antes los ojos
aterrorizados del pequeño Erik de
tan solo cuatro años. No hay tiempo para llorar, no hay tiempo para enterrar,
tienen que salir pronto a formar parte de la epopeya. Bertrand es un hombre
bueno y querido y por tanto reclamado, no podrá estar siempre al lado de Erik.
Una vecina suya Astrid, que también
ha perdido a su marido y a su hija, le ayudará a cuidar a de él, mientras Bertrand echa una mano con quienes se retrasan, pelea y media en el reparto de víveres.
El camino es mucho más complicado de lo que parece,
los recelos y la maldad que se encuentra escondida en los corazones pronto comienza a
salir a la superficie; las órdenes del Rey no son cumplidas a rajatabla y
comienza a haber bajas. La caravana se va rompiendo en pequeños grupos incluso antes
de llegar a las montañas del Hades, una cordillera que supone uno de los
mayores retos para todos, y hay que pasarlas antes de que lleguen las nieves.
De pronto ocurre lo que supone una de las peores pesadillas de un
padre, la pérdida de su hijo entre la gente. Entre el tumulto y la niebla
Bertrand pierde a Erik, el dolor es inmenso, la impotencia embota sus sentidos pero aún puede irle peor, y es que
Bertrand es hecho prisionero por una tribu de salvajes que habita en el bosque. La
distancia, si es que su hijo sigue en la caravana, se hace cada vez mayor.
Astrid también ha perdido de vista a sus compañeros,
no sabe nada de lo que ha ocurrido con Bertrand y Erik, seguirá con la caravana
y el azar la llevará cerca de la corte imperial.
Hasta ahora el rey Magmalión era querido y respetado, pero
como consecuencia de un nuevo accidente al cruzar las montañas en el que hay numerosas
bajas, está herido y se plantea su sucesión. Él no está casado ni tiene hijos, las luchas de
poder entre los miembros del consejo comienzan a sucederse, la sobrina del rey
y su hijo que es aún demasiado pequeño son los herederos naturales, debe haber una boda con carácter
perentorio para garantizar el linaje. La falta total de escrúpulos de algunos y
la serenidad y la sabiduría de otros se apreciará día a día y conforme se van
tomando las decisiones. El viejo rey ve como todo lo que construyó con mesura e inteligencia se tambalea.
El viaje se hace cada vez más largo y nuestros
personajes van teniendo todo tipo de aventuras y avatares. Caen a los infiernos
y resurgen, luchan y sienten, amor, odio, miedos y a pesar de ello, valentía es lo que vamos
a encontrar, pero ojo que también nos vamos a topar con gente mala y miserable,
Gabiok y su hijo Barthazar qué queréis que os diga, los
he odiado a muerte, son esos villanos que se crean y que están hechos para que
la repugnancia que provocan se instale en nuestros estómagos.
Bertrand es un héroe de los de abajo, de los del día a
día de los que van por la vida luchando sin perder de vista su objetivo que en
este caso es encontrar con vida a su hijo, pasará por buenos y malos momentos,
se desarrollará como persona y como profesional, aprendiendo una nueva de forma
de construir que aplicará como artesano en la nueva Waliria. Y Astrid será esa
mujer que sufre, que da todo por una personita a la que quiere y que nos hará
pensar en la difícil decisión que cae sobre sus hombros, el secreto que se ve
obligada a esconder y todo lo que ello conlleva.
En definitiva, tenemos una gran novela de fantasía que
solo lo es quizá de nombre porque los lugares que narra no existen, pero sí que
existe todo lo demás, los estamentos, las luchas de poder, las pasiones y las
perversiones, la enfermedad, la entereza, el miedo, la lealtad y la muerte, además está tan bien narrado que una vez que
lo comienzas no puedes parar de leer. Son muchos los personajes, muchas las
historias que se entrecruzan y que te dejan sin aliento porque el autor sabe
jugar con el lector y no da tregua. Con un prólogo y un epílogo que me ha hecho
llorar, tiene cinco grandes partes en la que todo está impregnado del olor a la
madera, al polvo y el sonido de la gubia con la que trabaja el protagonista.
Olores, sonidos y colores que han sido perfectamente descritos y que han
logrado que este sea uno de los libros que más me han gustado este año.
Como creo que ya es evidente lo mucho que me ha
gustado, no puedo dejar de deciros que fuera prejuicios, leedlo y os
encontraréis con un pedazo de novela con unos personajes que se mantendrán en
vuestra mente y en vuestro corazón. Una gozada.
“Pensó
con amargura que los amores nunca son exactamente recíprocos, porque las
balanzas del amor siempre estuvieron rotas…”
“La
peor de las guerras es la que se libra entre las gentes del mismo reino”
“Es
la enseñanza de toda una larga vida: nada vale más que la paz que proporciona la
justicia. Vivid por vuestros ideales y jamás matéis por ellos”.
“Pero
juzguen los hombres los designios de los hombres, y los dioses los de los
dioses, y que nadie ose dictar sentencia desde la cómoda suavidad de su sillón”
Saludos y nos vamos leyendo.