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viernes, 6 de diciembre de 2019

LA ISLA DEL AIRE de Alejandro Palomas. Teatro


Dirección: Jorge Torres

Texto: Alejandro Palomas

Intérpretes 
Ana Ibáñez Mencía
Itziar Luengo Beatriz  
Montse Peidro Lía
María Martínez de Tejada Flavia
Celia Pérez Inés

Iluminación Michael Collis

Lugar: Teatro Echegaray, Málaga

Fechas: Desde el 3 hasta el 14 de diciembre




Ir al teatro era mi pasión, siempre lo ha sido, también lo fue interpretar, pero la vida y las circunstancias te llevan por otros derroteros, así que cuando me enteré de que Alejandro había teatralizado la primera parte de El tiempo que nos une, me sorprendí gratamente y cuando me enteré de que encima lo estaba ensayando y lo estrenaría en Málaga, pues fue un subidón.

Tenía claro que el día del estreno sería un gran evento y no era para mí así, que busqué más entradas, el día después y antes del boom del puente sería un buen día. Trasteando vi que el teatro tenía el patio de butacas a nivel del escenario, por qué no ponerme ahí, sería una inmersión completa, y tanto, no imaginaba hasta qué punto.

Iba con miedo, para qué voy a negarlo, Mencía era mía, era mi Mencía, y mi Lía, ¿qué pasaría?, ¿estarían a la altura de lo que imaginaba, de lo que esperaba? ¿Cómo serían Flavia, Bea e Inés? Pronto lo iba a comprobar.
Y pasé a segundo plano, me dispuse a buscar qué me iban a hacer sentir.

Te sientas en la butaca y comienza la cuenta atrás, ves a las actrices, los gestos, el sonido, tu mente va recolocando lo que conocías, lo que hasta ahora era de propiedad privada, y de pronto los personajes vas reconociéndolos, ese tic, esa sonrisa, esas bromas, esa rabia, ese coraje. Notas que conforme van pasando los minutos los personajes van devorando a las actrices, o es al revés, lo que significa que hay una tremenda simbiosis, poco a poco Mencía se va haciendo más y más grande, más y más reconocible. La carcajada que brota espontáneamente con sus salidas, el dolor desgarrador que sienten cada uno de los personajes, que nadie cuenta a nadie; todas protegiendo sus secretos, protegiéndose bajo un muro de silencio. Hasta que comienzan a contar, a ir despojándose de sus corazas y ya no son lo que tú imaginabas, son ellas, están ahí de carne y hueso, y sonríes…y por supuesto lloras, porque la carga emocional está intacta, lo han logrado. Cuando termina, la garganta agarrotada por el llanto de esas mujeres que están tan solas, que echan tanto de menos a Helena, pero a pesar de todo han sabido resurgir y perdonar, te pones a aplaudir porque por fin las has encontrado, te han encontrado.

Ya no hay miedo, solo hay una certeza, Alejandro ha sabido hacerlo, ha conseguido dotar de todas las características a esos personajes teatrales, el director ha sabido conectar y exprimir de ellas todos los rasgos, ahí están esas estupendas actrices que lo han dado todo.

La charla posterior con Alejandro, con el director, Jorge, el director de iluminación y con ellas fluyó de forma espontánea, con complicidad con alegría por el trabajo bien hecho, por esperanza de seguir adelante. Nos mostraron el duro trabajo que hay tras las bambalinas, los ensayos, la investigación para crear los personajes, y obviamente el resultado. Un resultado magnífico, y no es por pasión, porque a los que no conocían la novela los cautivó, y a los que la conocíamos y por tanto llevábamos unas expectativas nos convenció totalmente.

Mientras volvía a casa intentaba buscar a mi sufrida Lía en lo que eran mis recuerdos y ya tenía una cara y unos gestos, al igual que Mencía. Y pensaba en qué ocurrirá mañana, en el mañana de ellas, y cómo lo afrontarán. Juntas como siempre, sacándose de quicio, pero queriéndose ante todo porque son fuerza y familia.

No sé si he conseguido transmitir una pequeña parte de lo que disfruté esa noche, lo he intentado, y os recomiendo que si estáis o pasáis por Málaga no dejéis de ir al Teatro Echegaray a conocerlas. Llevad la mente abierta y un par de pañuelos, que el carrusel de emociones no os va a dejar descanso. Lo vais a disfrutar mucho.

Gracias a Alejandro por ser como es, por haber ido creciendo y evolucionando sin abandonar por un momento su esencia.
















Saludos y nos vamos leyendo.