Título: Días
sin sol
Autor: Félix García Hernán
Serie: Javier Gallardo 3
Editorial: Alrevés.
Primera edición: 19 septiembre 2022
N.º de páginas: 385
Género: thriller, novela negra
Autor
Félix García Hernán, nacido en Madrid en 1955, estudió Derecho en la Universidad Nacional de Educación a Distancia, pero es, por vocación, hotelero. Desde sus inicios como botones, ha ido recorriendo todos los peldaños de su profesión hasta llegar a dirigir en Madrid establecimientos tan emblemáticos como el hotel Urban, el Villa Real o el Only You. Desde el 2004 al 2012 perteneció al
consejo de administración de la prestigiosa asociación Small Luxury Hotels of the World. Desde su infancia es un lector compulsivo y amante de la música clásica y del cine. Su primer libro Cava dos fosas (Alrevés, 2020) se convertirá pronto en película. Con Pastores del mal (Alrevés, 2021), se consolidó como un buen autor de novela negra.
Sinopsis
Tres víctimas de la crisis económica que asoló el
mundo hace unos años contactan casualmente a través de una plataforma digital y
deciden unir sus fuerzas para propiciar una cumplida venganza de quienes les
han llevado a esa situación.
Días sin sol nos muestra un crudo retrato de esos banqueros, magistrados,
funcionarios corruptos y otros personajes deshonestos que fueron los
protagonistas perniciosos de una época en la que muchos pensaron que el sol ya
no volvería a iluminar sus vidas.
Una vez más, con una prosa incisiva, arrolladora y precisa, Félix García Hernán
se revela como un hábil constructor de tramas tan vibrantes como vertiginosas
en las que, unida al indudable carisma de sus personajes, no olvida, en lo que
ya es una característica común de todas sus obras, la denuncia social.
Días sin sol confirma el talento de un autor que sabe mirar con una
sensibilidad especial a unos personajes llamados a perdurar en nuestra memoria.
Opinión
Hoy traigo la última novela de Félix García Hernán,
Días sin sol, con la que he participado una vez más en la iniciativa de lectura
simultánea de #SoyYincanera, a quien doy gracias, así como a la editorial, por
el ejemplar.
La editorial Alrevés es sinónimo de calidad, y encima
en este caso hablamos de Félix, de quien he leído sus dos anteriores novelas, que
me dejaron fascinada: Apuesta segura.
En esta novela me he adentrado con un poco de miedo,
el tema es duro y nos tocó a todos hace unos años y es que la maldita crisis de
2008 nos azotó y nos tumbó a más de uno, y no estaba muy segura de cómo me iba
a afectar.
De entrada, ya os digo que no voy a contar casi nada
de la novela, quiero que entréis como lo hice yo, casi virgen.
Estamos en “Españistán” en agosto de 2012, justo tras
la crisis mundial que dejó a nuestro país especialmente tocado, unos poco habían
hecho del buen vivir, los trapicheos y la corrupción su modo de vida. Gastaban
a manos llenas un dinero que era de todos, gracias a corruptelas de diferente
calado. Frente a esos privilegiados estaban las víctimas, aquellos a quienes la
crisis se había llevado por delante sus vidas y los cimientos sobre los que
hasta ahora se habían asentado. El país asistía atónito a cómo aquellos que hicieron
trampas y se lo llevaron calentito, tras poco tiempo en la cárcel, o ninguno,
digan lo que digan la justicia no es igual para todos, siguen viviendo bien, y
algunos aprovechan los foros de los periódicos para despacharse a gusto. El
anonimato que da un nick les va a servir para dejar a la parte sensata de ellos
mismos al margen, y harán uso del derecho al pataleo y a las amenazas.
De esta forma vamos a conocer a nuestros personajes
principales, César, un ser que está
creado a imagen y semejanza de unos cuantos capullos pretenciosos y arrogantes
que se creen con derecho a todo por haberse codeado con la “élite marbellí”, María, una empleada de banca víctima y
verdugo de un sistema que le exigía vender papel mojado y que ahora vive con
miedo de la gente a la que engañó desde su puesto, para colmo está casada con
otro perla perteneciente al poder judicial. Y Eduardo, un funcionario ingenuo al que la vida le ha estallado en
la cara llevándose todo lo que tenía. Entre ellos se produce una extraña
sintonía y sus vidas convergen en lo que es un fantástico homenaje a un libro y
una película que de ahora en adelante se volverá un referente.
Mientras tanto, nuestro Javier Gallardo está en su nuevo puesto de trabajo, muriéndose de
asco, porque no es precisamente el sueño de su vida y esa “patada hacia arriba”
que le han colado lo tiene en fuera de juego. Cuando comiencen a ocurrir cosas,
su amigo y compañero Fernando Luengo
lo irá poniendo al tanto de lo que está pasando en los escenarios del crimen a cambio
de unos vasitos de vino, buen queso y mejor jamón. Raúl Olaya, pronto se incorporará también al equipo.
Cuando comienzan los asesinatos…¡Válgame dios! Dices
olé, bien merecido lo tienes, por capullo. Y tu otro yo dice, pero qué estás
pensando, eso no está bien, es un asesinato, algo así no tiene justificación,
no se puede uno tomar la justicia por su mano, sería el caos, mientras que tu
parte más vehemente y de sangre caliente te cuchichea en la otra oreja: si es
que es ideal, ahora hay menos escoria en el mundo y la de la balanza está muy
ciega y encima la están dejando sorda, es lo mejor. Así que te encuentras ante
un dilema ético que te hace empatizar con algunos de los personajes, y odiar a
muerte a otros, menos mal que está el autor para ir enderezando el rumbo de tus
pensamientos y focalizar las cosas, metiéndonos en la piel de unos perdidos
investigadores a los que están presionando desde arriba, porque arriba es donde
están los que mandan, en tanto que la opinión pública y los medios de
comunicación machacan con distintos resultados según a quien le pongan la
alcachofa por delante.
Me estoy quieta ya en cuanto a contar lo que pasa, que
es mucho y muy variado, y ahora entro en mis tripas, que no es solo mi cabeza
la que se pelea, y es que desde lo más visceral no podía dejar de mirar atrás,
la rabia, la impotencia y la pena me podían. Aquellos años en los que ubica la
novela el autor, fueron horribles, nos arrasaron a todos o a casi todos, mucha
gente vio su vida destrozada por la crisis, trabajos perdidos, viviendas
perdidas por un sistema hipotecario que dejó a muchos en la calle, gente mayor
y no tan mayor que vieron perdidos sus ahorros de un plumazo, es un retrato
fiel y cruel, sin embarrarse, que es lo que más me gusta de Félix, él te pone a
punto, te da los hechos y te deja ahí para que seas tú como lector quien se
enfrente a tus pensamientos, y eres el juez más duro. Porque al recordar cómo se
iban destapando la corrupción en políticos, jueces, empresarios y banqueros,
sus aires chulescos frente a todos, salen los bajos instintos y eres capaz de
empatizar con los asesinos, lo que no te convierte en muy buena persona que
digamos.
Con estas bases y unos capítulos que nos llevan de un
personaje a otro con un ritmo realmente intenso, llegas hasta un final que
temes y esperas, dudando hasta el final si es bueno o malo, aunque a alguno lo
pone con los pies en la tierra y le demuestra que es sencillamente humano.
En definitiva, una novela muy original, intensa, dura
y llena de crítica social que te hace plantearte cómo actuarias tú en ciertas
situaciones y si realmente tienes autoridad moral para opinar. Absolutamente
recomendable.
“Por primera vez
en su vida se dio cuenta de que estaba solo. Angustiosamente solo.”
“Ya
no le quedaba ni felicidad ni seguridad, ni tampoco el chalé de Algete.”
“¿Voy
a tener que estar el resto de mi vida viendo a este cabrón reírse de todo y de
todos?”
Saludos y a leer mucho.
Es que comprendes lo que hacen, aunque no puedas justificarlos. Aparte de que uno de ellos hay que decir que es también odioso, todo hay que decirlo. Otra muy buena lectura de este autor. Y buenísima reseña!
ResponderEliminarBesotes!!!
Muchas gracias, guapa. Es que ese ser odioso está fantásticamente dibujado. Y la ambientación no puede resultar más dura y cercana, Muy buena lectura, sí señora. Besotes
EliminarNo sé si somos malas personas por empatizar con los asesinos pero es que, ¿cómo no hacerlo?
ResponderEliminarEn este caso es que es prácticamente imposible, quieres que ocurra, pero estás en un dilema moral. Qué hacer. Besos
EliminarHola!
ResponderEliminarEl dilema ético está muy presente en esta novela sí, porque además te pones en su lugar y no sabes si actuarías mejor en su lugar.
Además, la tensión que crea a medida que avanza el libro me sorprendió, ya que conociendo todo lo que sucedía en ese momento a los personajes, aún así, no sabías si les saldría bien o no.
Buena reseña, nos leemos!!
En la última fase casi me da un soponcio, cuando llega el personaje gibraltareño se acusa la parte más negra y más agobiante. Besos
EliminarMe encanta lo de "si es que es ideal, ahora hay menos escoria en el mundo". Yo también he pensado eso mientras lo leía, creo que ha sido un poco inevitable. ¡Buena reseña!
ResponderEliminarBesotes.
¿A que sí? Te ves reflejada, pero luego piensas no puedo ser tan mala...y sí, se es. Aquí sí. Una novela muy buena.
EliminarBesos...y gracias.
Totalmente es una novel que te lleva a reflexionar y a plantearte como actuarias en determinados momentos. Un libro muy bien hilado y con el que hemos disfrutado
ResponderEliminarHa sacado lo peor de mí. Cómo he entendido a algunos de los protagonistas, que han sido damnificados por una situación que nos superó a casi todos. Buena lectura, desde luego.
EliminarBesos
Hola guapa 😘
ResponderEliminarEs verdad que llega un momento en que te alegras por lo que le ocurre algunos, pero también sabes que no está bien alegrarse de eso. Se plantea un dilema moral y una buena reflexión con esta historia que me ha resultado magnífica.
Como siempre, un placer compartir lectura e impresiones con vosotras.
Besos 😘
Ese dilema, esos policías, esos elementos que están engarzados de una forma que ha resultado una lectura muy interesante. Y compartirla con vosotros, aún más. Besote
EliminarEspañistán, jajajajajaja. Es cierto que entiendes a cada uno de los personajes a la perfección, que puedes identificarte con ellos, que con las líneas difusas y las dosis adecuadas de desesperación podríamos llegar a lo mismo aunque sin premeditación. Te sacan de quicio estos politicastros de tres al cuarto. Buena reseña. Un besote Mari
ResponderEliminarEs lo peor, recordar y pensar que puedes llegar a un punto en el que...nah, no me veo. Pero sí, es muy fácil entenderlos. Besote
EliminarEl nombre del país ya lo dice todo. Por lo que nos cuentas en tu reseña, sin contar nada sobre la trama, desde luego que es original, y diría que distópica.
ResponderEliminarA veces nos ponemos en la puel del que aprieta el gatillo o empuña el arma que sea. Ojo por ojo, sin duda. Aunque no me vea cumpliendo este tipo de justicia...
Me ha hecho planteármelo, y creo que no sería capaz, pero sí que he empatizado con los personajes. La desesperación puede ser mala consejera. Un abrazo
EliminarDura por momentos sin lugar a dudas y no porque se adentre en exceso en los asesinatos sino por el ambiente. Como dices, esa realidad que nos tocó vivir y que afectó mucho se hace incluso más duro que si nos narra una escena con exceso de detalles escabrosos. De ahí sacamos reflexiones y tal como comentas hasta poder empatizar en ciertas ocasiones con los criminales. Una gran novela negra. Un abrazo.
ResponderEliminarCreo que me dan más miedo los personajes cercanos que los asesinos en serie. Aquí ha sido complicado, y la trama es genial, la verdad. Besos
EliminarBuena reseña Mari, y tienes razon en todo lo que cuentas, es una novela difícil, entre otras muchas cosas, porque caemos en ese dilema moral de si algunos asesinatos son justificables o por lo menos merecidos. Un abrazo
ResponderEliminarEs que los malos dan mucha grima, y sobre todo uno de ellos, es odioso...y muy real. Y las víctimas...que guantá tienen. Besos
EliminarHola, guapetona.
ResponderEliminarNo he leído nada de este autor, y he visto opiniones superbuenas así que no lo descarto.
Gracias por tu opinión.
Besotes.
Deberías conocerlo, las tres novelas que he leído de él me han encantado, porque además no recurre al morbo ni a lo complicado, con poco te pone en situación y no veas de qué forma. Besote
EliminarFélix lo ha vuelto a hacer. Ha hecho que disfrutemos con los personajes, y que en algún momento sintamos empatía por los actos que llevan a cabo algunos de los "malos". También yo he sentido rabia por la situación que se vivió en el país y que tan bien describe el autor, y me he planteado el dilema moral de qué habría hecho en su lugar, aunque creo que, pese a disfrutar mucho con la novela negra, no tengo desarrollados algunos instintos que harían falta para llevar a cabo una venganza. Buena reseña.
ResponderEliminarBesos.
Yo tengo instintos asesinos de vez en cuando, pero sería incapaz de matar, aunque con esta novela he podido ponerme en la piel de los asesinos y empatizar, algo que me ha dado miedo. Una novela muy recomendable. Besos
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