Título:
Señales
Autor:
Tim Gautreaux
Traductor: José Gabriel Rodríguez Pazos
Editorial:
La Huerta Grande
N.º
páginas: 536
Primera
edición: abril 2025
Género:
narrativa, relato
Autor
Entre los premios que ha recibido destacan en 1999 el
SEBA Book Award y en 2005 el John Dos Passos Book Prize. Su obra ha sido
traducida a varios idiomas. En español, la editorial La Huerta Grande ha
publicado sus tres novelas y dos de sus tres colecciones de relatos.
Durante treinta años fue profesor en Southeastern
Louisiana University. Actualmente vive junto a su esposa en Chattanooga,
Tennessee.
Sinopsis
Señales, recopila doce historias nuevas y nueve
clásicos de colecciones anteriores (El mismo sitio, las mismas cosas y Todo
lo que vale). Estas historias de hombres y mujeres que luchan con la fe, la
vida en un pueblo pequeño y el trabajo manual, evocan sin esfuerzo el calor y
la humedad de la venerada Norteamérica
sureña del autor, alternando lo ridículo y lo sublime.
Señales consolida a Tim
Gautreaux como maestro de la literatura contemporánea estadounidense.
Opinión
Este libro que hoy traigo ha llegado a mis manos gracias
a la iniciativa de Babelio, quizá de otra manera no lo hubiera leído, y la
verdad es que lo he gozado.
Nos vamos a los paisajes del sur, un sur profundo,
donde se van a situar geográficamente los relatos. Son ciudades y barrios
pequeños en los que la gente sabe casi todo de sus vecinos, y que en muchos
casos es lo único que tienen. Unas rutinas que se mantienen en el tiempo entre
la gente en sus casas y la gente que periódicamente trabaja para ellos,
mecánicos, caldereros, fumigadores, afinadores de pianos. Las visitas les
muestran una parte de realidad, otra la imaginan. Se trata en general de gente
corriente con sus problemas de dinero y salud y que en sus vidas cotidianas van
a enfrentarse a situaciones que les van a hacer replantearse su actitud ante la
vida. Unos seguirán con la misma, a otros los sucesos le supondrán una catarsis
que les hará replantearse su existencia.
Encontraremos a seres solitarios, o parejas cuyos
hijos han volado del nido, relaciones que muchos casos se basan en la rutina,
para nada el amor. Hay un caso en el que hay un divorcio tras más de sesenta
años de matrimonio, y cuando le hacen la pregunta de por qué lo han hecho,
contestan que estaban esperando a que se fueran los hijos. Qué sensación tan
estremecedora, solo los unía un hilo que ya no tenía sentido. Los paisajes y el
clima van a formar parte de las historias, en algún caso siendo protagonistas
principales. Es un retrato de una sociedad en la que conviven los malos tratos,
la tenencia de armas, la bebida y mucha soledad y pobreza, lo que me ha hecho
plantearme muchas cosas de su sociedad, de la nuestra y de la vejez en lugares
en los que cada vez hay menos gente.
Otro de los relatos que más me ha impactado ha sido el
que nos cuenta un trabajo tan espeluznante como es ser guardia de seguridad de
un casino situado en un barco. Su día a día consiste en dar vueltas con la
lancha para recoger a gente que lo ha perdido todo en las mesas de juego o las
tragaperras y que lo único que ve como futuro es saltar por la borda sin decir
adiós. Resulta espeluznante.
He encontrado un par de peros que han sido un par de
errores de edición de los que te preguntas cómo es posible que no los hayan
visto antes de publicar. No han empañado mis sensaciones sobre el libro.
En definitiva, con una forma de escribir sólida a la
par que sencilla y coherente el autor es capaz de plasmar el alma de cada uno
de los personajes que crea para cada relato, y proporciona una estupenda
ambientación. Me ha llevado con facilidad a Luisiana y lo he disfrutado y lo
recomiendo.
“Los padres de acogida
en esta parte del país son gente pobre, que necesita dinero del Estado.”
“Solo tú puedes
decidir lo que quieres ser.”
“Cuánto te
fuiste, empecé a verte.”
Saludos y nos vemos en los libros.
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