sábado, 1 de febrero de 2020

Febrero. Mes del amor

Otro año más que me apunto al mes temático del amor que organiza Laky del blog Libros que hay que leer.
Se trata de un reto sencillo y tengo en mente un par de novelas que tienen el amor como protagonista o al menos como uno de los ingredientes principales. 
Aquí iré poniendo mis lecturas.






1. Huérfanos de sombra de María Suré

2. Maldito síndrome de Estocolmo de carmen Sereno

lunes, 27 de enero de 2020

FIDELIDAD de Marco Missiroli




Título: Fidelidad

Autor: Marco Missiroli

Editorial: Duomo ediciones

Traducción: Montse Triviño González

Colección: Nefelibata

Primera edición 27-1-2020

Nº páginas: 272

ISBN: 978-84-17761-50-9

Género: Narrativa, actualidad

Autor

Marco Missiroli (Rímini, 1981) escribe en las páginas de cultura del Corriere della Sera. Es autor de las novelas Senza coda (Premio Campiello Opera Prima 2006), Il buio addossoBianco (Premio Commiso y Premio Tandelli) e Il senso dell’elefante (Premio Selezione Campiello 2012, Premio Vigevano, Premio Bergamo), y de los libros de relatos Sette e mezoScusate tutti, Mio padre, así como Actos obscenos en lugar privado (Premio Mondello 2015 y Premio Isla de Elba). Su obra ha sido traducida a numerosas lenguas. 
Desde su publicación en Italia, Fidelidad ha obtenido una gran acogida y éxito entre los lectores y ha sido finalista del prestigioso Premio Strega Jóvenes. Los derechos de traducción de la novela se han vendido en más de 25 países y a Netflix.

Sinopsis

Carlo y Margherita son una pareja joven a la que se podría considerar feliz. Una pareja como muchas. Hasta «el malentendido». Así es como empiezan a llamar a un atisbo de duda que poco a poco va erosionando su matrimonio. Alguien vio, alguien avisó, los colegas hablaron, y la supuesta traición acaba por convertirse en una poderosa coartada que abre la puerta a las fantasías. ¿Somos capaces de no caer en la tentación de ser infieles a nuestros propios sentimientos? Marco Missiroli lo cuenta con un estilo punzante y envolvente, dirigiéndose al corazón de sus personajes: él, ella, la otra, el otro. Nosotros mismos. Prepárate para leer tu propia historia.

Opinión

El libro que traigo hoy lo gané en el concurso organizado por Laky del blog Libros que hay que leer para una lectura express antes de su salida al mercado. Gracias a ella y a la editorial por mi ejemplar.

Carlo Pentecoste y Margherita están casados, él es profesor en la Universidad y tuvo un “malentendido” con una alumna llamada Sofia, se trata de un momento en el que alguien los vio juntos en los aseos. Carlo ha querido dejar las cosas claras y puso mucho hincapié en que todo saliera al aire, algo que ha hecho que se tambalee su matrimonio. Marguerita está enfadada a pesar de que a él le dice lo contrario, porque han comenzado a surgir grietas en los cimientos en los que estaba basado su matrimonio, se planteará dudas acerca de su felicidad y su futuro
.
Ella a su vez está siendo tratada por un fisioterapeuta debido a una lesión de rodilla. Su fisioterapeuta, Andrea, es un joven y atractivo joven con el que ella en principio sólo se ha limitado a fantasear en su mente, pero dolida por la actitud de Carlo se plantea quizá algo más que una fantasía.

El matrimonio también se encuentra ante la tesitura de atarse aún más, y es que hay algo que une más que el amor y eso es una hipoteca. Margherita trabaja como agente inmobiliaria y se ha prendado de un piso en Concordia y que querrá hacer suyo a pesar de bordear los límites de la ética cuando regatea por el precio. A pesar de la sensación de asfixia, Carlo confía en su amor por Margherita y piensa que no le importará hipotecarse de por vida para conseguir el piso de sus sueños.
Los dos piensan en otras personas, pero a pesar de todo mantienen un matrimonio sólido, en el que tanto el cariño como el sexo siguen siendo sus puntales, cómo es vivir con dudas, con incertidumbres, con celos Todo se apagará con la firma.

Si paso o no pasó algo con Sofia, si pudo pasar aún más, es algo que sigue planeando sobre la cabeza de Margherita, y también sobre la de Carlo, la presencia intangible de Andrea se cierne sobre ellos, mientras ocurre un salto temporal de nueve años en sus vidas. Siguen juntos, la crisis ha reventado la burbuja inmobiliaria y ellos tienen que hacerse cargo de una hipoteca que los sobrepasa, la vida los va manteniendo en el suelo mientras fantasean con todo aquello que pudo haber sido, lo que no se pudo pasar página, porque no saben si hubo página que pasar. La duda, los mensajes, la complicidad de unos libros llegados desde la costa, hacen que todo vuelva a revivir.

Es un libro sobre la culpa, sobre el miedo, sobre la felicidad, las dudas, lo bello de lo intangible, de lo soñado, de lo que no se ha podido hacer, de unas páginas que no se han escrito, de aquellas que se pueden pasar, de las que se pueden quedar en blanco, es un libro sobre el amor, el apasionado, el sexual, el sereno y tranquilo. En un marco maravilloso en el que el autor se recrea, iremos paseando por Milán una y otra vez, descubriendo y redescubriendo rincones bellísimos.

Y ahora es cuando vienen mis peros, y es que, si su fondo me ha gustado, la forma no me ha convencido para nada. Supongo que debe ser un recurso del escritor, pero eso de encontrarme ausencia total de comas, ausencia de signos de interrogación, cambios de protagonista en el mismo párrafo sin ningún tipo de orden, la ausencia de diálogos como tales, seguidos de otros que sí están tratados como tal, pues ha hecho que me ponga de mala leche, porque no lo entiendo, no entiendo que se escriba mal, porque hace que me descentre y me den ganas de abandonar la lectura, y en este caso lo hubiera hecho sin dudar si no hubiera sido por el compromiso con la lectura conjunta, estoy convencida de que me hubiera perdido un buen libro por las formas. Así que ya vais prevenidos, es algo que no se puede obviar.

Es por tanto recomendable siempre y cuando se tenga en cuenta que la forma, al menos para mí, no es la más correcta.

“Su vagón siempre había tenido un enganche de tracción demasiado ligero, su padre tenía razón: se había salido de la vía y no había respetado el rumbo.”

Saludos y seguimos leyendo.