domingo, 26 de julio de 2015

EL MAL CAMINO de Mikel Santiago

Título: El mal camino
 
Autor: Mikel Santiago

Editorial: Ediciones B

Colección: La Trama

Fecha de publicación: junio de 2015

Páginas: 426

ISBN: 9788466657044

Género: Thriller, suspense, terror



Autor

Mikel Santiago nació en Portugalete, un pueblo marinero de Vizcaya en 1975. El piano de su hermana, que siempre resonaba por la casa, despertó en él un apetito muy temprano por la música. De sus primeras lecturas recuerda las obras de Sherlock Holmes, Los Cinco y Edgar Alan Poe.
Ha vivido en Irlanda, de donde sacó las ideas para escribir esta novela, y actualmente reside en Ámsterdam, donde trabaja en el mundo del software. Cuando no está entre ordenadores, se dedica a escribir y a tocar la guitarra con su banda de blues-rock.

La última noche en Tremore Beach, su debut literario, se ha convertido en un fenómeno antes de su publicación y ha hecho que se le compare con maestros como Stephen King, Jöel Dicker o John Connolly.


Sinopsis:

Tras convertirse en un fenómeno internacional con La última noche en Tremore Beach, Mikel Santiago se consagra definitivamente como un maestro de la intriga con su segunda novela, aún más adictiva y llena de suspense que la anterior.
En una carretera rural del sur de Francia, un hombre surge de la oscuridad y desencadena una serie de extraños acontecimientos, convirtiendo en una pesadilla las vidas del escritor Bert Amandale y su amigo Chucks Basil, una estrella de rock en horas bajas.
Santiago se sirve de un escenario idílico e inquietante, en el corazón de la Provenza, para atraparnos en una historia que se lee compulsivamente y en la que late, de fondo, el destino de unos personajes marcados por sus errores.

Opinión

Tras haber leído, por fin, La última noche en Tremore Beach, y haberme quedado atrapada en la forma de escribir de Mikel, y cuando ví que había sacado nuevo libro, me propuse leerlo en cuanto pudiera y gracias a varias manos generosas, lo conseguí. Y cuanto lo agradezco, porque he disfrutado como una enana.

Bert Amandale es un escritor inglés que lleva un año viviendo en la Provenza francesa, exactamente en Saint-Rèmy, en el valle de Saint Claire con su mujer, Miriam, con la que está intentando rehacer su vida conyugal, bastante deteriorada, y con su hija adolescente, Britney que ya ha tenido problemas y coqueteos con sustancias no adecuadas. Bert intenta escribir y se está enfrentando a una pequeña crisis con su obra. Pronto aparece por allí y compra un casa, un amigo suyo de la infancia, al que su mujer no le tiene demasiada estima, se trata de Chucks Basils, una estrella del rock, que se encuentra de capa caída, pero muy animado porque está grabando un nuevo disco, que piensa que será el mejor de su carrera y que le devolverá a la cima.  
Preocupado por la ausencia de noticias de Chucks, Bert se acercará a su casa, y encontrará a Chucks bastante desconocido, y que lo primero que le suelta es “Creo que me cargué a un tío”. Todo un notición.
Chucks le cuenta lo que ocurrió la noche en que atropelló a un hombre y huyó. Luego se arrepintió y volvió al lugar donde no había ninguna prueba de que aquello realmente hubiera ocurrido. No hay sangre, no hay cadáver, nadie sabe ni ha visto nada, raro, ¿no? Bert duda, tiene miedo de que su amigo se esté volviendo loco.

El propio Chucks comienza a investigar, y después lo hará Bert, todo hace pensar que los hechos no han ocurrido, que se trata de algo que solo está en su mente, pero hay otros sucesos, que ponen en alerta a Bert, que con su imaginación desbocada, tratará de averiguar la verdad.
Ni su mujer ni sus vecinos, una amable comunidad de snobs como los Mattieu o los Grubitz, parecen querer saber nada del tema, y aún mucho menos los Van Ent, que son propietarios de una discreta y carísima clínica de desintoxicación de famosos, que ven con recelo sus pesquisas.
Y con estos ingredientes, se desliza toda la trama que nos llevará de un lado a otro, de un acontecimiento a otro en los que nos plantearemos qué es verdad, qué es imaginación y qué locura. Quién está loco y quién cuerdo, quién finge y quién dice la verdad.
Todo ello va a transcurrir en un escenario muy bucólico, como es la Provenza francesa, entre campos de canola, lavanda y manzanos. Con unos personajes, y una comunidad que me recordó mucho a la que se encuentra en Las poseídas de Stepford de Ira Levin.
Los protagonistas están descritos de una forma sencilla pero eficaz, tanto que desearás irte a tomar una caña con alguno de ellos, y con los otros, mejor los dejarías pasar.

Va subiendo la tensión, el miedo, el suspense, la angustia muy en la línea de su anterior libro, y muy lograda, con esas descripciones que nos va haciendo Bert de todo lo que ocurre, ya que está narrado en primera persona por él, de forma gráfica, irónica, un poco cínica. Y casi sin darte cuenta, has terminado el libro y te ves absolutamente rendida a él y a su forma de escribir, porque este autor, con dos obras, tiene un sello, tiene una personalidad definida, en la que lo puedes identificar de forma rápida y comienzas a preguntarte cuando escribirá el siguiente.

Surgen más preguntas, cuanto del propio autor hay en los personajes, quien es más Chucks o Bert;  también surge una necesidad, recomendarlo, es el típico libro que aparte de la campaña de marketing que pueda tener detrás, es de los que si te preguntan qué libro podría leer, lo recomendaría sin dudar, a todo tipo de público, excepto para los paranoicos.
Ideal como lectura veraniega sin interrupción, porque no podrás dejarlo, siempre dirás, una página más...y otra...
Por cierto, me encantaría escuchar Beach Ride. Saber si es tan bueno como Chucks esperaba.


Saludos y a leer

Gracias a Mikel Santiago y a Ediciones B por haberse acordado de mí