miércoles, 18 de septiembre de 2024

CHICAS BRILLANTES de Jessica Knoll

 

Título: Chicas brillantes

Autora: Jessica Knoll

Traducción: Víctor Manuel García de Isusi

Editorial: RBA libros

Primera edición: 28 de agosto de 2024

Nº. de Páginas: 480

Género: Ficción, thriller psicológico


Autora

Jessica Knoll se convirtió en una autora superventas gracias a su primer libro, La chica que lo tenía todo, adaptada a película en 2022 de la mano de Netflix. Además, ha trabajado para medios
como Cosmopolitan y Self. Creció en Filadelfia y vive en Los Ángeles con su marido y su bulldog, Beatrice. Chicas brillantes es su tercera novela.


Sinopsis

Pamela Schumacher se despierta a las tres de la madrugada en el edificio de su fraternidad universitaria. Cuatro de sus compañeras han sido atacadas: dos mueren antes de llegar al hospital y las otras sobreviven con graves secuelas.

Al otro lado de Estados Unidos, Tina Cannon intenta descubrir qué le pasó a su amiga Ruth, desaparecida a plena luz del día. Al enterarse de la tragedia en la fraternidad, Tina sospecha que el responsable es el mismo hombre.

Decidida a hacerle pagar por lo que le hizo a Ruth, su camino se cruzará con el de Pamela, unidas en su ferviente búsqueda de la verdad.

Opinión

La novela que hoy traigo forma parte de una lectura conjunta organizada en su blog Libros quehay que leer por Laky y que hemos realizado varios compañeros blogueros.

Una cosa que los que me seguís ya sabéis que odio son las etiquetas, aquí dicen que es un thriller psicológico, pero personalmente no he captado esa velocidad o ritmo, aunque sí el suspense y la intriga que suponen, sobre todo las últimas páginas.

Otra cosa a comentar es el término sororidad, que normalmente utilizamos de otra forma, y que en este libro significa una asociación de mujeres que normalmente viven en una casa, en este caso un campus universitario, sus características vendrán bien perfiladas durante la novela.

Y ahora nos vamos Florida, el 15 de enero de 1978 un tipo entró de madrugada en la casa de una sororidad de la Universidad de Florida, atacó a varias chicas, mató a dos de ellas y dejó muy malheridas a o tras dos. Pamela Schumacher escuchó ruidos y como presidenta responsable se preocupó y bajó a ver qué ocurría, cuando el asesino se volvió ella pudo verlo perfectamente antes de que huyera. Esa noche volvería a actuar en otra residencia.

Pamela, que es nuestra protagonista nos va a contar de primera mano lo que sintió durante aquellos días, el miedo, el peligro, la responsabilidad que ella se pone sobre sus hombros para actuar como ella piensa que debe hacerse, no como lo que la lógica dicta, hay varias situaciones que ni por un momento deberían haber sido como fueron, como por ejemplo la actuación de las autoridades y la indefensión absoluta en la que se encuentran estas chicas supervivientes marcadas de por vida.

Asistiremos a todo el proceso de aceptación de los hechos desde el punto de vista de ella, que acaba de perder a su mejor amiga, Denise, y sigue sintiéndola a su lado, no en forma de fantasma sino como un recordatorio continuo de lo que ella hubiera hecho o dicho. Para colmo en su primera declaración hace un comentario que redirige toda la investigación, a pesar de que ella insiste una y otra vez en lo que vio. Esta parte es absolutamente desesperante, como lectora me he sentido indignada por cómo actúan el sheriff y compañía.

El asesino es Ted Bundy, un asesino de mujeres muy famoso que estaba en la calle debido a una serie de despropósitos de las autoridades. Es horrible ver cómo la política influye en los investigadores, los sheriffs son elegidos y no precisamente por sus cualidades investigando. Pamela nunca lo nombrará por su nombre, lo despersonaliza llamándolo sencillamente El Acusado, y asistirá atónita a sus pasos hasta que se tenga que encontrar con él, ya que es la única testigo.

Por otro lado, tenemos la historia de Ruth, una mujer que quiere asistir a las reuniones en las que se ayuda a transitar por el duelo complejo, algo que yo no conocía y que es muy interesante, allí conocerá a Tina, una mujer fuerte con un pasado muy perturbador también, que será la que la busque cuando desaparezca de repente. Tina será también quién preste apoyo a Pamela ya que piensa que la desaparición de Ruth y lo que ocurrió en la sororidad está hecho por el mismo hombre.

No es una lectura fácil, hay varios planos temporales con distintas protagonistas, lo que hace que quizá te pierdas un poco si no estás muy concentrada, pero pronto te haces con las riendas, al menos a mí es lo que me ha pasado.

Como punto más negativo puede estar el personaje de Pamela, con el que me ha costado empatizar, demasiado recta, demasiado cuadriculada y perfecta, aunque cuando la vas conociendo más comprendes el hecho de que sea así. Me ha pasado todo lo contrario con Ruth, me ha resultado creíble y muy cercana, lo horrible ha sido conocer a su familia. El chantaje emocional, los patrones psicológicos son tremendos, por no decir aterradores.

Y lo que más me ha llamado la atención es lo mucho que ha evolucionado la sociedad desde los años 70, que a la vez me ha permitido ver lo duro que resulta ser víctima y que encima te señalen por ello, que te cuestionen a ti y no al Acusado solo por el hecho de tener un físico agraciado (me ha recordado mucho a un caso de la actualidad). Considero que la autora ha conseguido lo que pretendía: mostrar las luces y sombras de una sociedad muy mediatizada en aquellos momentos, solo hay que pensar en lo que ocurre también hoy día.

Otra cosa para remarcar es la capacidad de lucha por la verdad, por el honor de las personas que se han ido y cómo poco a poco las protagonistas consiguen dar el paso que las va a llevar a ser lo que quieren, no lo que quieren para ellas.

En resumen, una novela basada en hechos reales que deja de lado el proceso de investigación centrándose en lo que sufren y viven las víctimas durante esta y durante los largos procesos judiciales. Me ha sorprendido y realmente me ha gustado, lo recomiendo. Da que pensar y estimula a buscar más contenido sobre ese asesino, Ted Bundy.

 Nadie te dice lo doloroso que es tener miedo; es como si una abeja te picara por todo el sistema nervioso central.”

Organicé este grupo para ayudar a otras mujeres que como yo, mujeres que se esfuerzan por reconciliar el duelo que sufren por la pérdida de alguien a quien amaban con el hecho de que, a veces, les hacía daño, las trataba mal o les impedía alcanzar todo su potencial.

El duelo es una tarea y, además, es una tarea que a nadie le gusta.”



Saludos y nos vemos en los libros.