Autor: Cristina
Cassar Scalia
Traducido por: Montse
Triviño González
Editorial: Duomo
Ediciones
Colección:
Duomo Nefelibata
Primera
edición: 10 junio de 2024
N.º de páginas: 336
Género: Novela
negra, policiaca
Autora
Nacida en 1977, es originaria de Noto, localidad al sur de Sicilia. Oftalmóloga de profesión, vive y trabaja en Catania. Ha alcanzado el éxito en Italia con la serie de su subcomisaria siciliana, que, por el momento, conforman los títulos Arena negra, La logica della lampara, La salita dei Saponari, L’uomo del porto y Il talento del cappellano todas publicadas por Einaudi y todas protagonizadas por la
subcomisaria Giovanna Garrasi, también conocida como Vanina. La popularidad de sus novelas criminales ha impulsado la creación de una serie de televisión basada en las historias de la subcomisaria, cuyos derechos de emisión se han vendido ya a varios países.
Sinopsis
Una intriga internacional a la sombra del Etna que
pone a prueba a la tenaz subcomisaria Vanina Garrasi.
Esteban Torres, nacido en Cuba, residente en Suiza y
con la doble nacionalidad estadounidense e italiana, aparece muerto en el
aparcamiento del aeropuerto de Catania: alguien le ha disparado a bocajarro. El
hombre carga con un pasado oscuro y circula el rumor de que tenía amistades
peligrosas e intereses en actividades un tanto turbias. Sin embargo, la
investigación está completamente encallada. Hasta que, en Taormina, dentro de
un pozo situado en el jardín de un hotel, se descubre el cadáver de Roberta
Geraci, llamada también Bubi. Torres y Bubi se conocían. Se conocían muy bien,
de hecho. Con la ayuda de su unidad y del infalible Biagio
Patanè, comisario jubilado que sigue conservando intacto el olfato
detectivesco, Vanina saca a la luz secretos que tienen su origen en lugares
lejanos. Sin embargo, no consigue olvidar las pesadillas que la persiguen de su
anterior etapa en Palermo: esos asuntos sin resolver que siempre amenazan con
ponerla en peligro.
Opinión
La novela que traigo hoy es gracias a la iniciativa de
Masa crítica de Babelio, y también a la editorial. Había leído los dos
anteriores, también reseñados en el blog, y os aseguro que la sensación que he
tenido al leerlo es de absoluta calidez, de vuelta al hogar, la autora trata
muy bien tanto a sus personajes, como la ambientación, así que leerla ha sido un
placer.
Nuestros protagonistas iniciales se van a dar de
bruces con un cadáver al que han disparado a bocajarro en el aeropuerto de
Catania, un mal rato de cuidado el que pasan los pobres. La cosa pinta fea y
reclaman a la subcomisaria Vanina Garrasi
desde comisaría, ya que ella se encontraba en Palermo, haciendo frente a ese
pasado del que no se puede despegar. No os preocupéis, la autora os contará qué
es lo que ha ocurrido. No os vais a perder nada.
Su regreso va a ser toda una fiesta para sus compañeros,
Carmelo Spanò, un lince que ha
estado al frente en la ausencia de la comisaria, Fragapane, la inteligente y a veces arisca Marta Bonazzoli, y el iluso e inocente corderito Lo Faro.
El muerto era Esteban
Torres, un hombre nacido en Cuba, que salió huyendo de la dictadura y que
actualmente residía en Suiza, pero que pasaba largas temporadas en Catania, por
negocios y algo más.
Cuando encuentran muerta a Roberta Geraci, también llamada Bubi, en el fondo de un pozo en el jardín de un hotel, ven que los
dos crímenes pueden estar relacionados. Lo que en un principio había asustado a
todos, ya que pensaban que las mafias podrían estar tras las muertes, se va
complicando y no parece estar tan claro. Hay que echar mano de las redes
sociales, de radio patio y del increíble olfato del comisario jubilado Biagio Patanè, un personaje entrañable
al que le sobra la jubilación y le gusta con locura arrimarse a las
investigaciones, por más que a su mujer le siente como un tiro.
Como el difunto tenía la doble nacionalidad
estadounidense e italiana, van a tener que echar mano de las relaciones
internacionales y de otras entidades de investigación, pero al contrario que en
las novelas típicas, no se llevarán mal, sino que irán de la mano en la
investigación. Que aparezca un Colombo en la investigación ha sido un acierto
en mi opinión. La casa que Torres tenía al pie del volcán en la cuesta de los
Saponari parece que puede ser parte fundamental en la investigación ya que allí
pasaba gran parte de sus estancias en la isla.
La autora muestra cómo se puede hacer una novela
policiaca y de intriga que prácticamente no puedes dejar de leer con unos
ingredientes básicos y clásicos, sin grandes alharacas, sin persecuciones locas
y, sobre todo, sin asesinos en serie con escenarios macabros y elaborados.
A ella, y al lector, o sea yo, me ha bastado con
disfrutar de la ironía y mala leche que destila Vanina, sus pocas artes culinarias,
que suple con mucha maestría su bar de confianza y su vecina Bettina que tiene
una mano exquisita, vamos que me he visto salivando más de una vez…y me ha
hecho preguntarme cómo es posible que coman tanto por las noches los
sicilianos. Una y otra vez en los trazos de la escritura he entrevisto al
Montalbano de Camilleri y al Carvalho de Vázquez-Montalbán, otros detectives
sibaritas donde los haya.
El estilo es depurado con descripciones que no sobran
y que aportan la atmósfera necesaria, como he dicho antes también los
personajes son muy especiales y se van definiendo aún más en esta entrega, y
los diálogos son divertidos y fluidos, naturales, lo que hace que la
investigación fluya a la vez que las páginas. No falta tampoco una cierta
crítica social, alquileres turísticos y masificación en temporada alta, la
exposición en las redes sociales. Vamos, una delicia, al menos a mí me lo ha
parecido así.
En resumen, una buena historia policiaca, con unos
personajes maduros y bien desarrollados, una ambientación fantástica y una
narrativa fluida que hace que no puedas dejar de leer. Me ha gustado mucho y ya
estoy esperando con ansiedad la nueva entrega. Os lo recomiendo.
“Y pensar que
dos meses antes había hecho todo lo posible para convencer a los padres de
aquel niño que lo vacunaran a él y a sus hermanos…Pero no había servido de nada.”
“En Estados
Unidos van de ese palo. La eviction, o desahucio, es rápida y despiadada. Si el
inquilino no acepta, lo echan sin contemplaciones y todos sus efectos
personales pasan a ser propiedad del arrendador.”
Saludos y nos vemos en los libros