Título: Claire
DeWitt y la ciudad de los muertos
Autor: Sara Gran
Editorial: Destino
Género: Thriller
y misterio, detectives
Nº de Páginas:
392 pags.
Publicación:
octubre de 2013
ISBN: 9788423347254
Sara Gran nació en Brooklyn en 1971 y ha vivido en Nueva
Orleans y Miami. Trabajó como librera y ha tenido una muy buena aceptación de
la crítica por dos de sus novelas anteriores. Ha publicado en más de una docena
de países en quince lenguas.
Ha sido galardonada con el prestigioso Deutscher Krimi Preis
2013 en la categoría internacional y con el Macavity Award en 2012.
Es también conocida por ser guionista de la serie Southland,
de la HBO
Sinopsis
Claire DeWitt es la mejor detective del mundo. Comenzó su
carrera cuando era sólo una adolescente en Brooklyn y es seguidora del
enigmático detective francés Jacques Silette, cuyo misterioso manual
«Détection» ha inspirado a Claire y la hace formar parte de un elitista club de
investigadores que utiliza métodos poco tradicionales como el I Ching,
presagios, sueños proféticos, o drogas capaces de abrir la mente a otras
realidades.
La desaparición de un respetado y acaudalado ciudadano durante el huracán Katrina lleva a Claire hasta una ciudad destrozada que significa mucho para ella: Nueva Orleans. Tras encontrar a viejos amigos y hacer nuevos enemigos, Claire resuelve el caso, pero otros asuntos del pasado la persiguen y atormentan
La desaparición de un respetado y acaudalado ciudadano durante el huracán Katrina lleva a Claire hasta una ciudad destrozada que significa mucho para ella: Nueva Orleans. Tras encontrar a viejos amigos y hacer nuevos enemigos, Claire resuelve el caso, pero otros asuntos del pasado la persiguen y atormentan
Opinión
Claire Hewitt, la
protagonista, que escribe en primera persona, es una mujer llena de demonios
interiores, que siempre supo que quería ser detective, desde que de niña, le
reglaron un juego para sacar huellas, y con sus inseparables y mejores amigas Tracy y Kelly, encontraron en la
mansión de Brooklyn donde vivía con sus padres el libro que lo cambiaría todo
en su vida y en la de sus amigas, el Détection,
de Silette.
Es este libro uno de los grandes pilares de la novela, ya
que es el que le ha enseñado todo lo que sabe, y es tanto detectivesco como
filosófico.
Cuando su amiga Tracy desapareció sin dejar rastro, y se
distanció de su amiga Kelly, decidió partir a Nueva Orleans, en busca de la que
sería su mentora Constance Darling,
que precisamente fue amiga, confidente y amante de Jacques Silette. Con ella se formó de una forma más brutal y poco
ortodoxa, probando con métodos tales como la consulta del I Ching, lectura del
iris, consumo de drogas, setas…y demás, hasta que con el asesinato de Constance
se fue de Nueva Orleans y desde entonces
ha recorrido el país resolviendo crímenes y misterios y se considera a sí misma
la mejor detective del mundo. Muy modesta ella, lo que no le falta desde luego,
es confianza en sí misma.
Recibe la llamada de un nuevo cliente de Nueva Orleans, León
ha heredado una pequeña fortuna con la muerte de su tío Vic y cree que al menos
le debe el saber cómo murió, y por eso ha contratado a Claire.
Vic Willing era
ayudante del fiscal del distrito, un tipo aparentemente decente comparado con
el resto de su oficina, y al que todos dan por hecho que murió ahogado cuando
el huracán Katrina, en agosto de 2005, provocó las inundaciones, dejando Nueva
Orleans bajo las aguas. Pero Claire DeWitt no dará nada por supuesto y está
dispuesta a encontrar la verdad, sea cual sea, y le pese a quien le pese.
Porque ella no quiere encontrar al asesino, sino resolver el misterio que lo
envuelve y que había logrado mantener
oculto a ojos tanto de los demás como de sí mismo.
Así comienza su muy poco ortodoxa investigación, mezclándose
con la gente, los mendigos, los sin techo, bebiendo, fumando canutos y
alejándose evidentemente de los habituales detectives de novela negra. Sus
sueños, inducidos por el alcohol o las drogas son delirantes, pero le ayudan en
la resolución del caso.
En esos parajes conoce a dos niños de la calle, Andray y Terrell, ambos armados desde los 12 años, sin esperanza, sin
futuro, sin padres ni hogar, que siendo secundarios se convierten en
protagonistas. Ante ellos no sabes como actuar, te da pena y sientes ternura,
por sus vidas, por lo que han pasado, pero son delincuentes e incluso asesinos,
y ya no sabes como posicionarte ante ésa realidad, la autora lo hace con mucha
ternura, aunque también hace hincapié en el peligro que suponen, y como podrían
ser las cosas si alguien realmente se interesara por ellos.
Y por último el protagonista principal y absoluto, la ciudad
de Nueva Orleans, después del
Katrina, destrozada y llena de cicatrices, con pocas probabilidades de volver a
ser lo que fue.
La autora describe una ciudad vencida, con unos habitantes
profundamente marcados por el desastre. Unas autoridades incompetentes que no
supieron reaccionar, que dejaron a unos supervivientes destrozados
psicológicamente, que se siguen haciendo una y otra vez las mismas preguntas:
¿porqué no les rescataron las autoridades? ¿porqué permanecieron días sobre sus
tejados sin agua ni comida?
Una ciudad sin ley que no puede vivir, pero sigue sin
resistirse a dejarse morir. Como ejemplo al principio de 2013, Nueva Orleans
ostentaba el tremendo título de ser una de las diez ciudades más peligrosas del
mundo, en concreto entre las diez primeras del ranking mundial. En la
actualidad tiene una media de 193 asesinatos por año, una tasa de 62,1
asesinatos por cada 100.000 habitantes. En su día a día, mueren más personas
que soldados americanos en Irak, por ejemplo. Y, sorprendentemente, sus
autoridades tienen las tasas más bajas en resolución de crímenes y
encarcelación de los culpables. A nadie le importan los negros que se matan
entre ellos, no hay ley, no merece la pena encarcelar a miles de personas a las
que habría que dar de comer y atender, es más fácil dejar que se maten entre
sí.
Me ha marcado profundamente leer sobre la violencia, la
miseria, la pobreza…aquí está aflorando y sale en los informativos, pero allí,
sigue y a nadie le importa nada, y menos a los políticos y dirigentes. ¿Dónde
está la humanidad, la igualdad, en ésa que llaman la mayor democracia del
mundo?
La autora lo describe con resignación, con cansancio…sin
esperanza. Pero el libro no resulta triste.
En resumen, es un libro, ágil, en ocasiones cáustico,
divertido, con diálogos creíbles, chispeantes y cínicos y con el nacimiento de una detective muy
especial, que precisamente ésa parte “especial”, es la que en la resolución del
caso te deja al margen y de repente se saca de la manga un final, que no
termina de convencer…
Las drogas y las alucinaciones no son la ayuda a la
solución de un caso de la mejor detective del mundo, porque el lector se queda un poco perplejo.
Lo que sí es impagable son las reflexiones del libro de
cabecera de Claire.
Os dejo con unas frases del libro:
-“ Si existiera una
cura para el odio a uno mismo, se la habría dado a.., después de tomar un buen
trago. Pero la poción mágica no existe, cada cual debe encontrar su propia
escapatoria. Cada cual debe abrirse su propio camino en medio de las tierras
salvajes”.
- “No existen las
coincidencias. Sólo oportunidades que hemos sido tontos de no aprovechar,
puertas que no hemos cruzado por culpa de nuestra ceguera.
Y con cada oportunidad que pierdes, una pobre
alma jodida se queda atrás, esperando que llegue alguien y le muestre la
salida.”
- "Lo que pasa
con esta ciudad -dijo él- es que sabe cómo contar buenas historias, de verdad
que sí, pero si lo que estás buscando es un final feliz es mejor que lo busques
en cualquier otro sitio."
Por cierto gracias a la editorial, que me mandó el libro
Ya me contaréis qué os ha parecido si lo leéis.
Saludos y nos vamos leyendo.
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