había una vez una reina llena de magia, que vivía en su
mundo de fantasía. Le encantaba colorear, pintar y sobre todo escribir.
Pero con su gran dulzura, era generosa y no quería que sus
personajes se quedasen encerrados en su mundo de ilusión. Y un día decidió
darles alas y sus polvos mágicos para que fuesen por el mundo repartiendo sus
palabras y haciendo felices a quienes leían.
Un día pensó que el mundo era demasiado grande, y sus
personajes seguían haciendo muy bien su trabajo, pero ella no lograba ver y
escuchar a aquellos lectores que tan contentos estaban. Y ella necesitaba
sentirse feliz porque escribía para los demás.
Así que decidió abrir un trocito de mundo, en el que podían
entrar, aquellos elegidos que se habían enamorado de sus personajes. Y allí
nació un club, que con la fuerza de un diamante, daba la vuelta al mundo, dando
lecciones de amistad.
Más adelante un personaje, una niña de ojos violeta, llena
de miedos se encaprichó del papel, y quiso hacerse un vestido. Un precioso
vestido de papel. Y todos los miembros de ese privilegiado club, le dijeron a la
Reina, que adelante, que ellos la ayudarían a hacerle el vestido de papel para
una gran noche de gala.
La Reina, humilde pero muy orgullosa, se puso muy contenta y
pacientemente le confeccionó ese vestido. Y Lucía, que así se llamaba la niña,
era feliz y los ojos le brillaban, porque quería ir a ese baile y ya estaba
preparada.
Pero qué pasaba con los lectores amigos, esos que cada
mañana y cada noche, hacían un hueco en su vida para ir a ese trocito de muro,
que ya era su hogar…
Ellos también amaban a Lucía, pero aún más querían a la Reina,
y se unieron como una piña, para hacer que el día de la puesta en papel de
Lucía, la Reina fuese la más feliz de las escritoras.
Y cuando el baile por fin tuvo fecha, todos quisieron ir,
para acompañar a la Reina y a Lucía, pero el mundo es demasiado grande, y no
todos podían estar allí, pero con la magia de la amistad, cada uno hizo lo que
pudo para engalanar el baile, y demostrarle a la Reina su aprecio, su cariño y
su lealtad.
Y cerca del baile, la Reina, Mercedes Pinto Maldonado, se
puso su nombre por bandera se encargó de preparar el más fabuloso escenario,
para que el día 14 de marzo, Lucía, su Maldita, tuviera la mejor de las
presentaciones.
Y sus amigos fueron llevándole sus presentes, con los que le
transmitían su amistad, su confianza y su ánimo.
Este es el cuento de un club de lectura, que es mucho más,
que es el hogar, el rincón donde risas, alegrías, penas y se celebran como en
familia.
Y he aquí, algunos de los regalos, que tiene Mercedes, para
su presentación.
Un nombre que se está formando:
Un vídeo donde estamos muchos….
Una canción…que canta el poema...
Estamos todos, ahí con Mercedes Pinto Maldonado, con nuestro
corazón, con nuestro ánimo, porque ella ha sido la Reina que ha creado este
mundo, lleno de amistad.
Si alguien dudaba qué es la amistad, ya tiene una muestra. Porque somos más que un club...
Precioso Mari...
ResponderEliminarSomos mas que club, es un punto de reunión en torno a la obra de una escritora maravillosa, y mucho mejor persona...
ResponderEliminarPreciooooso!!!
ResponderEliminarPrecioso Mari!!! Me gusta este cuento y aunque no pueda compartir el final,sé que mi corazòn estará allí con todos vosotros....ISA.
ResponderEliminarQue bonito Mari, de verdad que cuento mas bonito y lo mejor es que no es un cuento es una realidad diaria, muchas gracias, estoy orgullosa de pertenecer a es Club.
ResponderEliminarMargarita.
Mari ha quedado precioso...que orgullosa me siento de pertenecer a este club. Me hace sentir que formo parte de algo...de algo muy bueno que me hace mucho bien y me hace feliz....
ResponderEliminarQué preciosidad! Un club lleno de amigos y Lucía una niña que a partir del miércoles volará mucho más lejos. Le deseo mucha suerte a Mercedes.
ResponderEliminarBesos
Muy bonito. Suerte Mercedes!!
ResponderEliminarSuper chulo!
ResponderEliminarTe sigo y te invito a que te pases por mi blog.
Un beso.
Ya te sigo...qué pedazo de blog!!
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