Título: La vieja calle
donde el eco dijo.
Autor: Víctor Fernández
Correas.
Editorial: Autoeditado
Amazon
Primera edición: junio
de 2020.
Nº pag: 144.
ASIN: B006R4RMFO
Género: Relatos, narrativa
Autor
esfera de los Libros, 2008) y ha participado en la antología Cervantes tiene quien le escriba (Ediciones Traspiés, 2016) y Se llamaba Manuel (Ediciones Versátil, 2018)
Le interesa especialmente la Historia y es colaborador de la Red de Rutas Europeas del Emperador Carlos V. Aspira a seguir escribiendo sin dejar de divertirse haciéndolo.
Sinopsis
Relatos protagonizados por perdedores, por soñadores,
por luchadores sin más horizonte que el mañana. Relatos que son una lección de
esperanza, de supervivencia, que incitan a beberse esta vida de un trago.
Todos son relatos cuyos protagonistas podríamos ser
cualquiera de nosotros. Incluso tú, que ahora lees esta sinopsis.
Relatos de una vieja calle donde el eco dijo, como
cantaba Gardel.
Opinión
Todo lo que escribe Víctor es una auténtica gozada,
los que lo seguimos en las redes sociales sabemos de la fabulosa y divertida
forma que tiene de contar la historia, te dan ganas siempre de seguir
investigando en los hechos que nos cuenta y nos hace anhelar haber dado con un
profesor de historia como él. Sus novelas en mi opinión, y sobre todo la última,
Se llamaba Manuel, es espectacular, por ambientación y por personajes.
Aquellos a los que nos abre su ventana de vez en cuando somos hechizados por su
prosa y su amor a la música, así que no es de extrañar que cuando te sumerjas
en sus relatos te veas impregnada por ella.
La recopilación de relatos que traigo hoy tiene un título
que viene dado por una estrofa de un tango de Gardel y nos iremos encontrando
en sus relatos a Sabina, Serrat, Leonard Cohen, Gloria Lasso y demás, cada uno
de ellos tiene su propia banda sonora.
Vamos a encontrarnos con veintisiete relatos primorosamente
escritos, con personajes fuertes, marcados por la vida, bellos en apariencia y en
presencia, llenos de carisma, algunas veces rotos de dolor, plenos de vida y de
ausencia.
Los escenarios van a ser variados, pero los bares, (qué
lugares, tan gratos para conversar, que cantaba Gabinete Caligari), esos
lugares tan típicos de nuestra idiosincrasia van a ser los más habituales; el
Mediterráneo va a ser el mar protagonista de las idas y venidas, de las
ausencias y las pérdidas, el sur se convierte en el lugar en el que el autor da
vida a sus historias.
Cuando los leía, en mi mente veía esos personajes desgarradores
que he visto en otras barras de bar de Arturo Pérez reverte, esas mujeres
llenas de belleza y sensualidad que no muere con los años. Mientras leía, lo
escuchaba en la voz ronca de Joaquín Sabina. Con esos rasgos es con los que mi
imaginación ha volado en cada uno de ellos.
Hay que ser muy bueno para dar forma en tan poco
espacio a toda una ambientación, una cadencia, unos olores, unos colores, jugar
con el lector a través de unos diálogos cortos, exactos, atrayentes y que nos
dejan con ese buen sabor de boca de las cosas bien dichas.
Los sentimientos que transmite son la nostalgia, el
amor, la dicha y la desdicha, la pérdida, el abandono y sobre todo la sorpresa,
esa con la que nos azota en el transcurrir de cada uno de ellos, porque maneja
como nadie ese factor que te hace sonreír con cariño cada vez que terminas uno
de los relatos y antes de pasar al siguiente.
Es muy complicado elegir cual de ellos me ha gustado
más, El vaso de whishy de Don Leonardo es quizá el que más, porque aúna
lección de vida y música, curioso también ese Un bar al pie de la muralla que
te deja con la boca abierta, Una taza de té va a sacarte una lágrima,
El piano de Alicia te hará dudar, El día que ese caño deje de manar te
hará creer en el amor y lo que se puede llegar a hacer por él.
“En unas pocas horas, los platós de
televisión se llenaron de opinatólogos que decían conocer las causas los
porqués. ¡Qué inteligentes, coño! ¿Por qué no se habrán hecho policías?”
En definitiva, un libro de relatos de corta duración y
enorme belleza que puedes leer de una vez, o degustándolos poco a poco, la
sensación será la misma: ¡Qué maravilla! Está claro que os lo recomiendo.
Garantizado, cien por cien.
Saludos, seguid leyendo y cuidaos mucho.
Me alegra que los hayas disfrutado. Yo sigo sin animarme con los relatos y estoy bastante cauta también con las nuevas lecturas.
ResponderEliminarBesitos.
Es un género que me gusta, y con Víctor la calidad y la sorpresa están garantizados. Poco tiempo más cautela.
EliminarBesos
Es un género que me gusta mucho el de los relatos y se ve que el autor lo borda, pero es que tengo aún pendiente Se llamaba Manuel. Ays, que quiero leer tantos libros y no me da la vidaaa!!
ResponderEliminarBesotes!!!
Víctor lo borda en este género, de verdad. Tienen además todos ellos un toque musical, una delicia.
EliminarBesos
Y hasta hoy que llevaba dándole vueltas a dónde había oído esa frase del título.
ResponderEliminarSigo al autor pero todavía no he leído nada suyo. Me gustan mucho los buenos relatos y si están ambientados así de bien pues mejor, en lo cotidiano y con ese regusto a peli clásica un poco con ese tipo de mujer.
Me los llevo.
Besos
No te arrepentirás, si te asomas a alguna de sus ventanas o su forma de narrar la historia, en facebook o en su blog, lo pasarás genial.
EliminarBesos
ResponderEliminarMe encantó. Estoy muy de acuerdo con tus impresiones. Es un libro de relatos para saborearlos a fuego lento. Me preguntaba con qué giro o giros me sorprendería en cada uno de ellos, tras las sorpresas que me llevé en los primeros. Es de los pocos libros de relatos en los que se disfruta de todos ellos. Besos.
Es que es difícil conseguir que todos te fascinen, y lo consigue. Es una gozada.
EliminarBesos