jueves, 8 de diciembre de 2022

LOS INGRATOS de Pedro Simón

 

Título del libro: Los ingratos

Autor: Pedro Simón

Editorial: Espasa

Primera edición: 2021

Año de publicación original: 2021

N.º de páginas: 288

Género: Narrativa, intimista.


Autor


Pedro Simón (Madrid, 1971) es periodista y escritor. Actualmente trabaja en el diario El Mundo. Como periodista ha ganado el Ortega y Gasset de 2015 y el Premio al Mejor Periodista del Año de la APM en 2016. En 2020, fue finalista de los premios de la Fundación Gabo. Entre sus libros destacan dos antologías de
reportajes (Siniestro total y Crónicas bárbaras) y su novela Peligro de derrumbe. 


Sinopsis
1975. A un pueblo de esa España que empieza a vaciarse llega la nueva maestra con sus hijos. El más pequeño es David. La vida del niño consiste en ir a la era, desollarse las rodillas, asomarse a un pozo sin brocal y viajar cerrando los ojos en el ultramarinos. Hasta que llega una cuidadora a casa y sus vidas cambiarán para siempre. De Emérita, David aprenderá todo lo que hay que saber sobre las cicatrices del cuerpo y las heridas del alma. Gracias al chico, ella recuperará algo que creyó haber perdido hace mucho.
Los ingratos es una emocionante novela sobre una generación que vivió en aquella España donde se viajaba sin cinturones de seguridad en un Simca y la comida no se tiraba porque no hacía tanto que se había pasado hambre. Un homenaje, entre la ternura y la culpa, a quienes nos acompañaron hasta aquí sin pedir nada a cambio.

Opinión.

La novela que traigo hoy es muy buena, será una de mis lecturas del año y la he tocado en dos formatos. Fue una de mis primeras incursiones en audiolibro, formato que normalmente no me llega, pero en esta ocasión me dejó en shock y me hinché de llorar, allá por febrero. Cuando la vi en la biblioteca en papel, mi formato, no pude más que traérmela a casa y me ha hecho emocionarme tanto o más que entonces, porque he disfrutado releyendo pasajes, perdiéndome en citas y metiéndome de modo más intenso si cabe en la historia. Un prejuicio desmontado, un premio muy merecido.

Os cuento. La novela tiene dos voces en primera persona, una el pequeño David que ve cómo llega a un extraño universo y su vida cambia radicalmente, y la otra, la de Emérita una mujer llena de amor, que por amor aprende a escribir y en sus cartas dirigidas a Currete se abre en canal.

Tras un comienzo dramático y brutal que no sabemos cómo encajar, nos iremos a un viaje al pasado, a 1975, a una España en blanco y negro, llena de recuerdos comunes.

La nueva maestra aterriza en el pueblo, uno que no tiene nombre pero que tiene todos los nombres de los pueblos de la España vaciada, el germen de tantas vidas, el lugar al que retornar en vacaciones a ver a la familia.

Se trata de Mercedes, una mujer distinta a lo que habían visto hasta ahora, es hippie, con grandes gafas y se va a implicar de lleno en la educación de las nuevas generaciones. La acompañan sus tres hijos, Vero, Isa y David, y su marido Natalio, que no vivirá con ellos, solo se dejará ver por allí los fines de semana, ya que su trabajo en la Chrysler lo hace viajar mucho. Pronto, desbordada por la soledad y las muchas cosas que llevar para adelante, traerá a casa a una mujer del pueblo que la ayude. Es Emérita, una mujer grande, fuerte, trabajadora y sorda, pronto se convertirá en la Eme, la sombra del pequeño David, cómplice de bromas, de miedos y de juegos. Acompañada de su cuaderno y su bolígrafo se convertirá además en la alumna disciplinada de la familia, hasta conseguir escribir sin faltas los complicados dictados que le pone Currete, que es como llama a David. Ellos dos crearán unos vínculos de amor y devoción absoluta, hasta el punto de que para David es el aroma de hogar, y para ella, Currete es aquel hijo que no tuvo.

El autor nos lleva a esos días de la infancia de los que tenemos recuerdos comunes, esas tardes en la calle y en el campo, jugando en la era blanca, hasta los almendros donde se encuentra el límite que no se debe cruzar. Iremos a esas tardes infinitas en las que te caías y llevabas las rodillas desolladas, a un grito de tu madre acudías a cenar, los amigos para toda la vida, las peleas, el compañerismo a prueba de bombas, los paseos de los domingos, las visitas a la tienda donde por poco dinero te llevabas un mundo de ilusión.

Es una novela plena de felicidad, con ramalazos de dolor, de esos que te encogen el corazón. Felicidad de las tardes lluviosas en el calor de la mesa camilla, los olores, los sonidos y el silencio interior de una mujer sorda y solitaria que ha encontrado una familia y una segunda oportunidad. El autor lo escribe con una prosa deliciosa, sin nada superfluo, abriendo el corazón de sus personajes y desgranando todos los sentimientos que pasan por la cabeza, sobre todo la de David.

El problema es que el tiempo pasa y la felicidad no es eterna, se nos va entre los dedos, dejando un rastro de soledad, de palabras no dichas, de vacío, de ausencia. Momentos que ya no volverán, la certeza de que nunca más podremos recomponer aquello que no hicimos a tiempo, lo que no valoramos lo suficiente. Y dejamos sombras en nuestro camino, en nuestro egoísmo, en nuestra ingratitud.

Al final el corazón llora, el alma está encogida, la soledad y los recuerdos son lo único que queda, mientras las lágrimas caen dulcemente mientras lees las cartas de la carpeta amarilla que un día una mujer sola le escribió al niño que siempre amó con locura.

En resumen, una novela preciosa, muy bien escrita, que nos hace valorar de dónde venimos, lo que dejamos en el camino y nos incita a no dejar nunca el pasado atrás, porque forma parte de nuestra historia y de lo que somos. Es una de mis novelas del año, como ya os he dicho y que os recomiendo encarecidamente. No os arrepentiréis.

No da miedo el silencio con el que vive una sorda, señorita. Da miedo el silencio con el que vive la que puede oír a las mil maravillas, pero no tiene ruidos cerca. O no los quiere. O huye de ellos como el demonio. Porque se cree que toda la vida los ha de tener ahí. Y no.”

“Eres los sabores que tuviste en la boca de niño. Eres lo que tocaste en esa edad, esa plastilina que ibas ablandando de tanto tocarla. Las cosas que escuchaste y se quedaron allí, dentro de la cabeza, con un eco de por vida.

También eres los aromas que te abrieron los ojos.

Yo no sabía muy bien lo que iba a hacer, pero sí sabía de dónde venía.”

Saludos y nos encontramos en los libros.

7 comentarios:

  1. No hay manera de reducir la lista de pendientes si haces reseñas tan buenas como ésta.
    Besotes!!!

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    1. Jajaja. Es un libro imprescindible, de verdad. Te va a tocar el corazón. Es muy dulce. Besos

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  2. Hola guapa. Pues la había dejado pasar, la miraba y la miraba en el catálogo de la editorial y no le echaba cuentas. Pero hija, después de esta reseña y de ser una de tus lecturas del año me deja guiar de la mano por tí y me la apunto del tirón. Un besote!

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    1. Fíjate si considero que es bueno, que volveré a leerlo, necesito volver a fundirme en los brazos de Eme. Besos

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  3. Hola, bonita.

    tengo pendiente la reseña.
    Me gustó muchísimo este libro, aún no he hablado de él pero lo haré porque a mí "la Eme" me dejó tocada.

    Un abrazo.

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    1. Te creo, me ha costado mucho hablar de él, tenía y tengo miedo de no haber conseguido trasmitir todo lo que me ha hecho sentir. Espero haberlo conseguido. Besos

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  4. Este libro tuvo mucha repercusión cuando se publicó. Simón acaba de publicar el segundo, Los incomprendidos. Lo terminé hace unos días. No sé si será tan impactante como el anterior (no leí Los ingratos, todavía) pero su segunda novela sí me ha dejado muy tocada. Además, tuve la oportunidad de hablar con el autor hace unas semanas y estuvimos hablando sobre las relaciones entre padres e hijos, cada uno desde sus perspectiva. Un rato la mar de agradable. Besos

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Muchas gracias por comentar.
El contenido de la entrada es mi opinión como lectora y por tanto es totalmente subjetiva.