Autor:
Rafael R. Costa
Editorial:
Autoeditado Amazon
Primera
Edición: 2003
Nº
de páginas: 473, según lector.
ASIN: B0076DHJTY
Género: Novela,
ficción
Autor
Rafael R. Costa
nacido en Huelva en 1959. Bibliotecario en dicha ciudad, Huelva, actividad a la
que dedicó cinco años, y decidió abandonar para irse a Madrid, en 1989 para
dedicarse por entero al oficio de escribir.
Empezó a escribir su
primera novela con doce años, y asimismo sus primeros poemas. Tiene varios
libros de poesía publicados, resultado de premios obtenidos, entre los que
destaca Cirea, aunque sus grandes poemas están inéditos. Ha publicado dos
novelas, también como resultado de premios obtenidos: El caracol de
Byron que fue Premio Ciudad de Irún de Novela y El niño que
quiso llamarse Paul Newman, que ganó el Premio Onuba de Novela. También ha
sido finalista dos veces del Premio Planeta.
Alejado del mundo
editorial convencional, ha decidido publicar algunas de sus novelas en Amazon
Kindle, con merecido éxito.
Sinopsis
A la remota bahía
de Byron llega don Amós, su enigmática presencia cambiará el futuro de los tres
habitantes del lugar. Fascinados por el paisaje donde están de algún modo
encerrados, los personajes dan continuos paseos mientras se cuentan historias y
festejan la belleza de un atardecer o de un guiso de pescado. El tiempo no lo
marcan los relojes sino las mareas y los paseos y las charlas, mientras se van
sucediendo los dulces atardeceres y los temibles aguaceros que pautan los
estados anímicos de la trama.
Opinión
Tenía muchísimas ganas de leer esta novela. En el club de
lectores al que pertenezco era muy comentado y alabado, y tengo que reconocer
que se lo merece y mucho.
Gracias a un regalo, he podido tenerlo en mi lector, y sueño
con tenerlo en papel, y más ahora que ha salido en este formato.
No quiero ser exagerada, pero creo que leyéndolo casi he
sufrido el síndrome de Stendhal, hasta tal punto, que me ha resultado difícil
engancharme a otro libro después, y ni hablar el hacer la reseña.
Y es que más allá de la trama, que es impecable, con un
final memorable, está la riqueza lingüística, de léxico nuevo y maestría en la
ejecución.
Sencillamente es uno de los mejores libros que he leído en
mi vida.
Se trata de una novela, bella y a la vez enigmática y
sugerente, ágil de pocos personajes, pero amplitud de descripciones, que en
absoluto se hacen pesadas, porque la pluma del autor, juega de forma magistral
y poética con las palabras, transportándote de forma exquisita a esa Bahía de
Byron.
Amós, un
arquitecto que ya ha entrado en la ancianidad llega un día de repente a la
Bahía de Byron, con la intención de instalarse en la casa deshabitada que se
encuentra cerca del famoso faro. Uno de los Siete Faros.
Mientras se va acomodando, va a estar comiendo en El comodoro, un antiguo restaurante,
vacío y trasnochado en el que viven los otros personajes. Mamá Cesárea, una mujer feliz, orgullosa, entrada en carnes, y con
un aura especial que mantiene bajo sus alas a su hijo adoptivo Henrique, un adolescente de catorce
años, de los de antes, lleno de vigor, inteligencia, paciencia y curiosidad, y
su marido, Agapito Venturini, un
antiguo marinero, que ha atracado en ese puerto de modo definitivo, y que está
lleno de sabiduría y viejas historias.
Amós regresa a Byron Bay, trayendo en su equipaje un
objetivo, y una historia. Una historia de amor, desamor, pecados y traición. La
historia de la familia Vanderbilt, que envolverá a todos los habitantes, nos
los irá colocando poco a poco en su lugar, y luego con la sorpresa en nuestra
mente, nos dejará a merced de los vientos y la marea, en un final, que nos
corresponde a nosotros vivirlo.
De la increíble mano del autor, he respirado el océano, he
sentido en mi piel, la lluvia, a veces escasa, a veces torrencial, mis ojos han
oteado el horizonte hasta ver la Isla Viva y la Isla Muerta y vislumbrar las
luminarias, he escuchado el silbido del viento arrebatacapas, que se escurría
entre las ventanas cerradas, he olido el aroma del tabaco de la pipa de Amós,
he saboreado el delicioso arroz con música que prepara con tanto cariño mamá
Cesárea. He estado, asustada, en el faro esperando saber qué había ocurrido
allí, mirando para descubrir el palo del Archangel, y saber si la marea sube o
baja. He vivido, palpado, sentido el amor desbordante que flotaba en el aire
mientras mamá Cesárea cantaba el día de su cumpleaños. He soñado las historias
del Neme que contaba con su infinita sabiduría Agapito.
Mientras he leído, he sido absolutamente feliz, me he
sentido renovada y plena; qué más se le puede pedir a un libro.
Está claro que me ha encantado, y que todos deberíais
leerlo, es un libro imprescindible.
Gracias maestro.
Saludos y nos vamos leyendo.