Autor: Fernando G. Mancha
Editorial: Autoeditado. Createspace
Segunda Edición: 2016
Nº de páginas: 105
ISBN: 9781533286604
ASIN: B01FRBUGVY
Género: Narrativa
Autor
Fernando G. Mancha, nacido en Granada en1971 es
escritor, ilustrador y diseñador. Como escritor es dueño de una escritura
sencilla pero cuidada, entreverada de aspectos oníricos y con una clara
vocación estética. Su prosa es fluida y envolvente; su estilo es elegante y,
sin embargo, cercano al lector, con una dedicación minuciosa a la forma pero
también a la expresión de sentimientos, con un equilibrio bien medido entre lo
que quiere transmitir y una manera muy personal de hacerlo. Sus personajes
suelen dejar una profunda huella en el lector.
Su labor literaria, que ya tiene una dilatada trayectoria, se inició con Seis cuentecitos sobre el existir (1999) y Bocas negras oceánicas(1999). Luego, editó el libro de relatos De libros, cafés, viajes y sueños (2008) y a partir de ese momento es cuando empieza su verdadero despegue literario con su Tetralogía del Anhelo compuesta por las novelas El cuerpo desobediente (2010), El hombre perpendicular (2011), El atleta sin memoria (2012) y 37 lápices de grafito (2014)- con la que ha conseguido darse a conocer y hacerse con el favor de los lectores. Es también autor de la novela juvenil Misión Infofible y del cuento infantil Chispita y Melocotoncito.
Su labor literaria, que ya tiene una dilatada trayectoria, se inició con Seis cuentecitos sobre el existir (1999) y Bocas negras oceánicas(1999). Luego, editó el libro de relatos De libros, cafés, viajes y sueños (2008) y a partir de ese momento es cuando empieza su verdadero despegue literario con su Tetralogía del Anhelo compuesta por las novelas El cuerpo desobediente (2010), El hombre perpendicular (2011), El atleta sin memoria (2012) y 37 lápices de grafito (2014)- con la que ha conseguido darse a conocer y hacerse con el favor de los lectores. Es también autor de la novela juvenil Misión Infofible y del cuento infantil Chispita y Melocotoncito.
Sinopsis
Cada mañana, desde hace cuatro años, Aidan despierta
a Eileen con un tenue beso en los labios; mientras esta abre lentamente sus
ojos, azules y grises, Aidan deposita en la mesita de noche, rústica, wengué,
una bandeja de desayuno perfectamente dispuesta: frutas exóticas troceadas y
artísticamente dispuestas en un enorme bol, leche fresca, nueces peladas y
tostadas de pan negro acariciadas por una delgada y uniforme capa de miel. Cada
mañana, cuando Eileen separa, por primera vez, sus anaranjadas pestañas y
observa la espléndida bandeja sobre la mesita de noche, tiene la costumbre de
agarrar, suave pero firmemente, a su marido por la corbata -siempre de color
liso, pues este odia los estampados, que le resultan demasiado llamativos-, lo
atrae hacia sí y le devuelve un beso blando, también en los labios. Lo que ella
aún no sabe es que Aidan prefiere, también aquí, pasar desapercibido, prefiere
que ella, simplemente, se fije en su desayuno y no en él.
Opinión
Conocí a este autor con su libro El viejo cocinero,
que me pareció una auténtica delicia, y para continuar conociendo su obra me
fui a esta novela corta que escribió en 2011 y que ahora ha corregido y
mejorado.
Lo que nos presenta como sinopsis es quizá la mejor
forma de mostrarnos lo que nos vamos a encontrar con su lectura.
Tenemos a una peculiar pareja Aidan y Eileen que
llevan casados cuatro años, se conocieron por casualidad o por causalidad, el
destino quiso que ambos salieran de su rutina durante unos instantes que fueron
los decisivos para que el amor prendiera en ellos.
En el matrimonio hay establecida una rutina milimétrica
y sistemática en la que está medido todo, hasta el mínimo detalle, desde lo más
insignificante hasta incluso las demostraciones de amor, ese rutina forma parte
de la felicidad y a la vez la infelicidad de los dos protagonistas.
Cuando la
novedad se desliza un día en su devenir apreciarán en toda su magnitud la
ferocidad del cambio.
El autor en esta novela nos dibuja a la perfección
unos personajes atormentados y prosaicos a la vez, con una atmósfera turbadora,
asfixiante que nos lleva a pedir a gritos un cambio en esa relación casi
enfermiza, cambio que se lleva a cabo de la forma más inusual y bella.
Con una prosa delicada y bastante poética nos
adentramos en la mente de un escritor que obsesionado por su obra acaba
encontrando la inspiración en el más increíble de los soportes.
Una novela diferente
llena de recursos estéticos que no te dejará indiferente. Sorprendente.
Saludos y a leer.