Título: El diluvio Anónimo
Autor: P. L. Salvador
Editorial: Editorial Ultima Línea
Primera edición: marzo 2024
N.º de Páginas: 410
Género:
Narrativa
Autor
P.L. Salvador nació en Valencia a finales de 1959. Publicó su primera novela en 1999. En 2010 ganó el ‘I Certamen Literario Imprimátur’ con la novela Egregios, y el ‘Premio de relato breve Ciudad de Arnedo’ con ¿No es un día seductor? Ha sido Finalista de los Premios ‘Tandaia’ con la obra La última novela y ‘Buscando grano entre tanta paja (mental)’ con la novela 2222. Así mismo ha
publicado Donde la brisa te habla (1999), El séptimo sentido (2000), Nadando
contracorriente (2000), De lobos (divergentes) (2015), Nueve semanas (justas-justitas) (2016), La prodigiosa fuga de Cesia (2019), La extraña curación de Marta (2020) y Neel Ram (2021).
En 2015 empezó a colaborar con el periódico Ciudad
Real Digital. En la actualidad hace crítica y entrevistas literarias para dicho
periódico y para la revista literaria Monolito.
Sinopsis
Zora descubre a temprana edad una aptitud que no domina a voluntad, una
necesidad orgánica sobre la que no tiene ningún control y que su propia
naturaleza se encarga de satisfacer de una u otra forma, desatando, si la
situación lo requiere, poderes que un humano consideraría sobrenaturales.
El diluvio anónimo es una búsqueda que roza lo imposible. Zora es diferente,
como venida de otro mundo, y cuando se entera de que hay al menos otra persona
como ella, decide encontrarla aun sabiendo que quizá tenga que dedicar toda la
vida a esta insólita aventura.
Esta novela se desplaza desde 1900 hasta 2023 a través de cinco libros
independientes que terminan formando un todo indivisible con la ciudad de
Valencia al fondo. Esta novela es conjetura y es deducción y también quimera,
pues Zora no sabe ni tiene forma de saber y se ve obligada a esbozar una
hipótesis que le sirva de guía.
La singular odisea de esta niña que iremos viendo crecer es un viaje en el
tiempo y en el espacio, la historia de Zora es una historia plural que
comprende otras historias, un libro de libros formando un círculo que la ley de
probabilidades se encargará de cerrar
Opinión
En esta ocasión traigo la reseña de una novela en la
que he participado en una lectura conjunta organizada por el blog de Laky, Libros que hay que leer, y el autor P.L. Salvador, del que he leído
varias de sus novelas y que una vez más nos ha sorprendido.
Nuestra protagonista es Zora, una chica valenciana que se siente diferente porque lo es, y
porque desde su nacimiento así lo ha sido. Su madre, Celia, murió tras el parto y su padre no la quiso ni ver, algo que
ella tiene asumido, pero que no entiende, Amalia,
la mujer que la cuida y está a su lado le muestra que su padre se sintió
devastado, la dejó de lado, pero sí que la quería. Ella necesita saber más, y anhela
conocer más cosas acerca de su madre, y no parará hasta conseguirlo. Su
independencia y su inteligencia la llaman a viajar y querer conocer el mundo, y
sobre todo salir de su casa familiar donde ha tenido una experiencia más que
extraña con sus primas. Cuando cae en sus manos un pequeño libro con un
protagonista muy particular, que la hace pensar que ese chico puede tener la
llave que la pueda conectar con él y las respuestas a sus preguntas. Desde que
finalice el libro, todo se centrará en encontrar a Robert, algo que no resultará fácil precisamente. Mientras prosigue
la búsqueda iremos asistiendo a las diferentes etapas de su vida, su
adolescencia, sus primeros amores, el nacimiento de sus hijos, todo ello
pasando por toda la historia que comprende casi todo el siglo XX y lo que lleva
el siglo XXI marcándonos. Iremos viajando de un sitio a otro siendo marcados
por las experiencias.
Con la forma de una novela muñeca rusa, en la que
podemos encontrar otras historias como “El
enigma de la casa Munther”, que nos dejará un regusto ácido, con ciertos
tintes de terror gótico; la “Autobiografía
novelada de Emilio Nerva” que nos muestra cómo se gestó la historia de amor
de sus padres, con unas condiciones y un aire fatal de amor desesperado que me
ha recordado a “El amor en los tiempos
del cólera” de García Márquez; “Rober
Munther” con la que termina de descolocarnos del todo, hace que nos vayamos
asombrando cada vez más hasta llegar a un final que no puede ser más sorprendente
y delicado.
La verdad es que parecía una de sus novelas más clásicas,
algo no muy habitual en la pluma del autor, pronto veremos que su alma sigue
ahí, siempre a la búsqueda de la sorpresa, de la experimentación y en este caso
la muy clara crítica social. Y es que hay mucha crítica en ella, nos disecciona
como sociedad, unos humanos ególatras que piensan que lo saben todo y aún andan
lejos de la perfección, gente que nace y vive con un punto de maldad que les
acompaña siempre, la diferencia de clases, los roles que se esperan de los
individuos, los límites de las personas, las familias en las que se nace y
aquellas que uno construye, la búsqueda de una vida cada vez más larga, una
juventud eterna imposible en la que se prima el aspecto exterior mientras que
se deja de lado el interior. La lucha por la supervivencia, el trabajo en equipo
y esos elementos discordantes que solo sirven para sabotear y hacer daño serán
tratados de una forma muy interesante, dejándonos numerosas reflexiones. Alejarse,
mirar desde lejos y en perspectiva la raza humana deja bastante que desear.
Aunque como ya os he comentado hay un protagonista indiscutible, al menos en mi
opinión, y se trata del amor. Nos hace reflexionar sobre el amor en todas sus
formas, el platónico, el no correspondido, el amor de madre, el amor
incondicional, así como el egoísmo y la capacidad de amar, de perdonar, la
fidelidad y la amistad.
Todo ello está tratado de forma muy particular en la
forma, tal y como suele hacerlo este autor, nos aporta ideas claras en frases
cortas y concisas, diálogos intensos en los que se aprecia un considerable
trabajo. No debe ser fácil encontrar esa forma de narrar en la que no sobre ni
falte, en la que moldear la escritura para conseguir que el lector quede
atrapado hasta el final.
En definitiva, una novela difícil de encajar en un
solo género, en la que se encuentra a un autor cada vez más maduro con una
escritura muy trabajada y unas historias que se agarran al lector. Me ha
gustado mucho y lo recomiendo.
“Y reflexionando
llegué a la conclusión de que todos somos iguales. Un único pueblo moldeado por
diferentes tierras.”
“Solo al final
comprendí que la vida no es vida si no se vive.”
“Y para entender,
distinguir o relacionar es necesario pensar.”
“Y lo que yo digo
es que el deporte preferido del ser humano consiste en hostigar al vecino, ridiculizar
al forastero, rivalizar con el hermano y hundir al que por sus talentos
sobresale.”
Saludos y nos vemos en los libros.