lunes, 4 de septiembre de 2023

AQUELLOS DÍAS DE MARZO de Sara Mañero Rodicio.

 

Título: Aquellos días de marzo

Autora: Sara Mañero Rodicio

Editorial: Samaruc

Primera edición: 13 de abril de 2023

N.º de páginas: 317

Género: Narrativa, novela, histórica.



Autora

Sara Mañero Rodicio, madrileña reside en Godella ,Valencia, es Licenciada en Filología Inglesa y Doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Valencia. Su tesis doctoral, El Arciprestre de Talavera de Alfonso Martínez de Toledo, obtuvo el premio Fernández de Abril de la Real Academia Española y fue publicada por el Instituto Provincial de Investigaciones y Estudios Toledanos en 1997. Es autora, igualmente de varios artículos sobre este autor publicados en revistas científicas.

En Mientras sorprendan los días, su primera novela publicada, explora la aventura de vivir un día a día a través de personajes cercanos, marcados por las vicisitudes de nuestro tiempo. Casi al mismo tiempo se publica la segunda, El sueño del árbol (Verbum, 2015). La tercera Atrapando la luz. En el campo de la ficción, su primera novela publicada es Mientras sorprendan los días (Hades, mayo 2015). El sueño del árbol es la segunda y la tercera Atrapando la luz, Todo a un tiempo (2020) han sido publicadas en Verbum. El rodar de un agua interminable (2022) es su obra más reciente.

 Sinopsis

Un muchacho de Calpe cae en un Madrid asolado por los combates entre diversas facciones republicanas en marzo de 1939 y su muerte, como tantas otras, jamás se notifica a la familia, que aguarda durante meses su regreso. Basada en un suceso real, Aquellos días de marzo recoge la búsqueda de ese recluta de 19 años, trasladado desde la retaguardia a la capital para defender el golpe de Casado. A partir de las cartas que envía a sus padres a lo largo de casi un año conoceremos a Juan Ausina, mientras las de un soldado nacional pondrán la réplica desde el bando contrario. Tras la mirada de ambos se vislumbra la Historia. La protagonista actual, Neila, descubrirá su propio pasado gracias a su deseo de averiguar el destino de Juan, y nos mostrará una investigación lenta que, gracias a la ayuda de muchos, y pese a los inconvenientes, busca desentrañar lo que le aconteció al joven republicano, dónde y cuándo murió y en qué lugar se encuentra su sepultura. Esta es la investigación real de otra muerte silenciada.

La novela aborda la caída de Madrid, el final de una guerra que comenzó con un golpe de estado y acabó por otro, la cuestión de la memoria histórica y las dificultades con que se tropiezan las familias que desean devolver la dignidad a sus muertos. Afronta, al fin, la lucha de la memoria contra el olvido.

Opinión

Hoy traigo una novela muy especial, me gusta mucho cómo escribe la autora y he intentado leer todos sus libros, y este me ha gustado bastante, porque entre otras cosas se aleja de sus novelas anteriores. Es un libro que narra una investigación real, como podéis leer en la sinopsis, así que en eso no me voy a extender.

Sara nos pone ante Neila, una escritora que a través de sus conocidos se encuentra con una herida no cerrada, hay unas cartas de un joven de diecinueve años, Juan Ausina, de la llamada Quinta del Biberón, un soldado muerto en el frente de Madrid, al que nunca se pudo enterrar, porque su muerte nunca fue notificada. Su madre buscó respuestas en otros soldados del mismo frente, pero nunca tuvo ninguna certeza, con todo lo que ellos supone de desgaste, sumado a la pertenencia del bando de los perdedores de una guerra que partió por la mitad a su familia, por el solo hecho de vivir en uno u otro lugar.

Neila se lo toma como un reto personal y se pone a investigar, sin poder imaginar el sinnúmero de trabas y problemas que se va a encontrar. Los registros, unos perdidos y otros inaccesibles la llevan a desplazarse de un lado a otro hasta conseguir saber dónde se hayan sus restos. A la vez, se topa con una historia familiar, la suya, de la que no sabía nada, por la tozudez de su padre que siempre la mantuvo en silencio. Cuando por fin habla este sobre ello no puede quedarse más sorprendida por cómo se rompió otra familia por orgullo y desplantes.

La novela alterna el género epistolar, las cartas de Ausina a su familia, formales y con una estructura enseñada y que se ha tenido hasta no hace tantos años, recuerdo las cartas entre mi madre y sus lejanas hermanas, y las partes en las que la añoranza, la soledad y el miedo a lo que le pueda estar pasando su familia, el pedido de aquello que no puede conseguir y la angustia de pensar en las cartas perdidas, o la pérdida de aquello que envían. Cuenta cómo vive en la retaguardia, los ánimos y cómo se va enterando de lo poco que consigue enterarse. Hay una perpetua esperanza en el reencuentro y poco miedo al después, porque ellos no han hecho nada, solo les ha tocado vivir en un lugar que marcan los mapas tácticos.

Del otro lado nos muestra otras cartas de otro muchacho en el frente, que iba para cura, pero perdió la vocación, pero no así las ganas de estudiar y seguir su vida al margen de la guerra, sorprendiéndose con lo que está encontrando. Esto nos marca el contrapunto de las perspectivas entre un bando y otro.

Como decía antes está el género epistolar y el meramente investigador, con los pensamientos y la desazón de Neila ante las trabas burocráticas. Cuando no hay voluntad, es complicado llegar hasta el fondo y poder cerrar capítulos. Lo que para algunos está cerrado, hay otros que siguen buscando, razones, lugares y respuestas.

He aprendido mucho, como siempre en sus novelas, en este caso sobre el golpe de estado de Casado, una fractura dentro de otra fractura y la incomprensión de los que de repente se encuentran con que sus compañeros se han convertido en enemigos por las luchas entre despachos, que serán ellos las que lo sufran en sus carnes y en sus vidas.

Todo ello narrado de forma impecable, amena, sin perderse en datos, contándolo como se lo contaría a los amigos, al grano y sin datos entre los que perderse, haciendo que con ello se consiga una lectura agradable y didáctica.

En resumen, una novela que nos cuenta unas historias que están enmarcadas en la Historia, esa que hay que aprender para no repetir, que muestra como cerrar heridas que el tiempo solo no puede curar, necesita de certezas para poder pasar página. La recomiendo sin dudar.

“Las palabras te asaltan, te desbordan, y hay que dejar que fluyan, que se te escapen.”

“A veces me entra una pena muy grande de no saber por qué peleamos ni para qué.”

“Cuando se barrenan los límites de la cordura es fácil justificar cualquier salvajada.”

“Con el desconcierto en las calles entre unos soldados que no saben si aquel de la boca calle o de la acera de enfrente es amigo o enemigo, pues había sido su compañero; quizá aún lo es.”



Saludos y nos vemos en los libros.