Autor: Víctor del Árbol
Editorial: Destino
Primera edición: 19 de septiembre 2017
Nº de Páginas: 511
ISBN: 9788423352654
Género: Narrativa, negra.
Autor
Víctor del Árbol (Barcelona, 1968) fue mosso d’esquadra desde 1992 hasta 2012, cursó estudios de Historia en la Universitat de Barcelona y colaboró como locutor en Catalunya Sense Barreres (Radio Estel, Once). Es autor de las novelas El peso de los muertos (Editorial Castalia, Premio Tios de Novela 2006), El abismo de los sueños (inédita, finalista del XIII Premio Fernando Lara 2008), La tristeza del samurái (Editorial Alrevés, Prix du Polar Européen 2012), traducida a una decena de idiomas y bestseller en Francia y Respirar por la herida.
Sus últimas obras son Un millón de gotas (Ediciones Destino, ganadora en 2015 del Grand Prix de Littérature Policière y premiada como la mejor novela policial extranjera por el Magazine Lire) y La víspera de casi todo (Premio Nadal 2016).
Sinopsis
Miguel y Helena se conocen en una residencia de ancianos en Tarifa, a una edad en la que creen haberlo vivido todo ya. A Miguel le asusta volar. A Helena le da pánico el mar. Los dos tienen hijos adultos y sienten que les han relegado a un plano casi ornamental. El dramático suicidio de un compañero de la residencia les abre los ojos. No quieren pasar sus últimos días recordando y añorando tiempos supuestamente mejores. Y juntos decidirán emprender el viaje de sus vidas, en el que descubrirán que nada es definitivo mientras queden ilusiones que perseguir.
Mientras tanto, en la lejana ciudad sueca de Mälmo, la joven Yasmina, hija de inmigrantes marroquíes y que sueña con ser cantante, vive atrapada entre el cuidado de su autoritario abuelo Abdul y el desprecio de su madre, para quien Yasmina es una vergüenza porque trabaja para un sueco de pasado turbio. Y vive un romance secreto con el subcomisario de la Policía sueca, un hombre mayor e importante.
Estos tres personajes dibujan una historia sobre el sentido del amor y sobre lo extraordinarias que pueden llegar a ser las personas comunes.
Opinión
Hoy traigo otro de esos autores que sabes que difícilmente te pueden decepcionar y es que desde que leí su primer libro me convertí en adicta; me declaro adicta no arrepentida de Víctor del Árbol, no lo he podido dejar ni quiero y antes o después sus letras me trasladan a ese mundo mágico de palabras que hilvanadas de forma magistral llevan a unas historias dolorosas, complicadas, de tramas intricadas pero que no se pueden dejar de leer. Y hoy os hablaré de mi recaída.
No os voy a contar demasiado, no quiero ni debo, ahí hay unas historias y unos personajes que no merecen ser destripados, merecen entrar en vuestros corazones por méritos propios. Yo solo voy a intentar convenceros para que leáis su libro.
Víctor no cuenta una historia, no creo que sepa hacerlo, cuenta varias y las va encajando de forma sorprendente, como un tapiz en el que nos va dejando retazos para que vayamos uniéndolos con el hilo frágil y a la vez consistente de la vida.
Los personajes principales van s ser dos personas mayores, dos personas con una vida ya hecha y que se retiran a una residencia de Tarifa donde por diferentes circunstancias han decidido que sea su residencia final.
Miguel es un hombre severo, ordenado, bastante predecible y que ha intentado hacer siempre hacer lo correcto no salirse del guion que él mismo se trazó hace muchos años. Hay una línea en su vida que no ha sido todo lo recta que él esperaba y es que su hija Natalia ha elegido como compañero de vida a Gustavo, algo que él no está dispuesto a asumir y que hará que se enfrente con ella. Cuando comienza a sentir en sus carnes los mordiscos del olvido, de ese gusano que se va comiendo sus recuerdos y que es el Alzheimer, tras una etapa de negación y otra de negociación decide irse a la residencia en la que conocerá al otro personaje protagonista.
Helena es todo lo contrario que Miguel, tuvo un episodio desgarrador en su infancia que la marcó profundamente y la vida no se lo ha puesto fácil. Ella también tomó unas decisiones para marcarse un guion que no dejó de desviarse durante toda su vida, pero ella es luchadora, impredecible, altiva, orgullosa y siempre dispuesta a romper las reglas. Su compañero de residencia, Marqués, con sus excentricidades y sus locuras que sacan de quicio al resto de inquilinos de la residencia, es quién le pone la pimienta a su vida, la sal la busca en las conversaciones con su hijo David por Skype que vive en Malmö, Suecia, y al que no ve desde hace mucho, desde que tiene allí a su propia familia.
Helena y Miguel pronto se darán cuenta que sus diferencias no son insalvables y que en los largos e interminables días que pasan en la residencia son la compañía que más llevadera puede hacer su estancia.
Pero como siempre, el destino tiene otros planes para ellos y Tarifa se les quedará pequeña; cada uno de ellos tiene un motivo para salir de allí y emprender un viaje que no tiene el mismo destino pero que comenzarán juntos. Un hombre que tiene miedo a volar y una mujer que tiene miedo al mar se convertirán en unos extraños compañeros de viaje.
En otro plano de la historia, en Malmö está Yasmina una guapa chica de origen marroquí de ojos que no se olvidan y que vive ilusionada con una relación que no tiene ni presente ni futuro con un policía ambicioso, y que debe rendir cuentas ante un mafioso local Sture, que es dueño de una deuda que contrajo su familia, de la que ella no conoce más que el pago por su desprecio. Esta es la historia más negra, más dolorosa y cruel en la que el pasado ha condicionado el presente de una mujer que no tiene culpa de nada y sin embargo es el centro de todo.
Como ya he dicho es una novela llena de personajes unos con más relevancia que otra, unos están en el presente y otros forjaron el presente en el pasado. Unos han luchado egoístamente y otros se han dejado el alma por los demás. De todos aprenderemos y todos nos tocarán.
Viajaremos a un Tánger que ya no existe, una guerra que tuvo lugar y que se encuentra escondida entre las piedras de las cunetas y de un gran monumento a una supuesta reconciliación en la que los huesos de enemigos se encuentran bajo el mismo suelo. Los sueños rotos, las esperanzas difuminadas, el pasado que vuelve siempre a poner sus descarnados dedos sobre el presente. Viajaremos a un país que nos pintan como idílico y como ejemplo de una prosperidad que se asienta sobre la mugre, el cinismo y la xenofobia. Y sobre todo viajaremos a la esencia de esas personas que en el ocaso de sus vidas no han perdido la esperanza de vivir algo más que la rutina y la monotonía. Nos enfrentaremos a decisiones que pueden parecer cobardes y a lo mejor son valientes, o al revés. Las lágrimas aparecerán más de una vez sobre nuestras mejillas, aunque a pesar del dolor seguiremos leyendo porque hay esperanza y hay personas que pueden hacer que la vida tenga un rayo de luz al que agarrarnos.
No puedo dar más razones, creo que son suficientes. Mis palabras, pequeñas gotas de esa lluvia de la que nos habla Víctor, son un aliciente para que vosotros comprobéis lo que se siente al leer esta novela. En vuestras manos está. Yo solo os digo que será difícil olvidar nada de lo que existe en este libro. Leedlo y dejaos llevar por todo. Eso sí tomad un cuaderno, que habrá montones de frases y sentencias que querréis recordar.
Un libro de amor, olvido, dolor y esperanza.
"Tal vez descubrir cosas insospechadas significa ver una parte de uno mismo que no te gusta y que debería quedarse enterrada para siempre."
"Es doloroso saber que los tuyos sufren y no poder hacer nada para ahorrarles el sufrimiento"
"…algunas vidas solo se rozan en un momento mágico para no volver a unirse."
"Confiar era ceder todas las fragilidades y los miedos a otra persona, ponerse en sus manos con los ojos cerrados. Confiar era un acto de fe, de coraje, de estupidez."
Saludos y como siempre, a disfrutar leyendo.