Título: Las herederas de
la Singer
Autor: Ana Lena Rivera
Editorial:
Grijalbo
Primera edición: 24
de febrero de 2022
N.º de páginas:
512
Género: narrativa
Autora
Ana Lena Rivera nació en Oviedo en 1972. Estudió
Derecho y Administración de Empresas en ICADE, en Madrid. Después de veinte
años como directiva en una gran multinacional, cambió los negocios por su gran
pasión coincidiendo con el nacimiento de su hijo Alejandro. Junto a él nació
también Gracia San Sebastián, la investigadora protagonista de su serie de
intriga. La primera entrega, Lo que callan los muertos, recibió el
Premio Torrente Ballester. Un asesino en tu sombra es su
segunda novela y Los muertos no saben
nadar la tercera.
Sinopsis
Las herederas de la Singer nos cuenta la conmovedora
historia de las mujeres de una familia ligadas a una máquina de coser que
custodió un secreto durante cuatro generaciones. El día que la joven Aurora se
vio obligada a trabajar en la mina tras el accidente de su padre, se juró a sí
misma hacer lo que fuera necesario para salir de aquel infierno. Un matrimonio
sin amor y la máquina de coser Singer de segunda mano que recibe como regalo de
bodas le proporcionarán una nueva forma de salir adelante, hasta que un
terrible suceso convierte la Singer en la única prueba de la amenaza que la
perseguirá toda la vida. Muchos años después, la complicidad que teje con su
biznieta Alba desvelará el secreto que ha planeado sobre las mujeres de su
familia.
Opinión
La novela que os traigo hoy me ha llegado por un
concurso del grupo #SoyYincanera a quien tengo que dar las
gracias por tan buenas lecturas como me está proporcionando, así como a la
autora que ha interaccionado con nosotros y nos ha resuelto alguna duda.
Vuelvo a tener un problema gordo, y es que es un libro
complicado de reseñar, al menos para mí, ya me conocéis no me gusta hacer
spoiler y aquí es demasiado fácil caer en el error, os cuento por qué. Se trata
de la historia de cuatro generaciones de mujeres a lo largo de casi cien años,
que la autora nos cuenta en saltos temporales continuos en los cuales cada una
de las mujeres tendrá un protagonismo distinto y centrado en cómo ve cada una
de ellas la situación. Realmente solo será Ana quien nos cuente su historia en
primera persona. Lo que sí que voy a hacer es poner el nombre de las
protagonistas en el orden histórico que corresponde, sé que puede parecer un
jaleo, sobre todo al principio, pero en cuanto coges el hilo, serás capaz
perfectamente de saber de quién se está hablando, porque al comienzo de cada
capítulo está el año y la protagonista.
Aunque son cuatro generaciones, voy a poner el nombre
de la quinta, una mujer que también las tuvo que pasar canutas, pero que me ha
costado empatizar con ella, lo que es absurdo, porque sencillamente he estado
leyendo sobre cosas que ocurrieron en otros tiempos y es imposible verlo con
nuestra mentalidad actual, algo sobre lo que se discute mucho hoy día. Nuestras
protagonistas serán Olvido, Aurora, Águeda, Ana y Alba.
Nos trasladamos a Asturias, a Cangas a las cuencas
mineras. Estamos en los años de la guerra y la posguerra, hay hambre y miseria.
Cuando el hombre de la casa sufre un accidente, la comida no entra en casa, las
mujeres, desesperadas y bajo cuerda, no olvidemos que ellas no pueden trabajar
en la mina por prohibición franquista, trabajan por la mitad del salario, o
tragan o es lo que hay, y el hambre es muy mala, sobre todo cuando hay críos de
por medio. Se busca la forma de hacer cualquier trabajo, si hay que buscar
favores se hace, y los favores son siempre los mismos, el cuerpo de una mujer
si encima es atractiva sirve de moneda de cambio. Venciendo el asco y la
repulsión se logra salir adelante. Hay otras que por ahí no pasan, se quedan en
caso soportando malos tratos, vejaciones y rezando porque no solo no le pase
nada al marido, sino porque no se gaste el dinero en bebida y putas. Unas
luchan otras se ven sometidas, vidas marcadas por su sexo.
La boda de Aurora, con prisa y poco amor marcará un
antes y un después en su vida, no por la boda en sí, que al fin y al cabo es
una transacción, sino porque el regalo de boda es una máquina Singer de
segunda mano, con una veta coloreada de algo que parece sangre, pero no lo es.
Esa Singer significará un trabajo extra, comida para sus hijos, aunque traiga
aparejada, por otras circunstancias, un sometimiento a un régimen que se vale
de rencores, rivalidades y odios para ajustar cuentas. La Singer se convertirá
en cómplice y testigo de un hecho que marcará la vida de tres de las
generaciones, el miedo y el silencio sobrevolarán y aplastarán las voluntades
en un quiero pero no puedo de anhelos y desdichas, en los que se vislumbran
algunos retazos de felicidad modesta, porque estas mujeres aprenden pronto a valorar
cada minuto de tranquilidad y convertirlo en felicidad; que no pase nada es un
logro.
Aurora quizá es la más fuerte, la que reniega de su
destino, la que ve en la Singer el escape de una vida rutinaria que la ahoga,
haciéndola volar entre puntillas y bordados. Vive con intensidad asiéndose a la
amistad que le aporta una mujer fuerte, Ramona, con la que tiene en
común el cigarrillo que se fuman a solas y en silencio, con una amistad a
prueba de secretos. Águeda es una mujer acostumbrada a ser invisible a no ser
nada para nadie, una de tantas que un corazón inmenso es capaz de sobrevivir y
vivir mirando hacia otro lado, queriendo sin pedir nada a cambio, escondiendo
sus orígenes por amor a su hija Ana. Ana es la de la generación del cambio, la
que vive la vida que otros marcan para ella, y deposita sus esperanzas en Alba,
la más joven, la que no entiende a ninguna de las generaciones anteriores, la
que disfruta la libertad de hacer y sentir lo que quiere sin pararse a pensar
en lo mucho que han luchado las demás hasta llegar adonde está ella. Es inconformista
y llega a tener una relación muy especial con la “bisa”, que ya a partir de una
edad se soltará la melena y se le soltará la lengua dando lugar a conversaciones
y situaciones realmente divertidas.
Vais a leer cómo se van a vivir los distintos
históricos y cómo afectarán a cada una de ellas, lo que te hace intentar
recordar dónde y qué estabas haciendo tú en esos momentos. El fin de la guerra,
las huelgas en la mina, las desgracias tras explosiones en las galerías por el
grisú, la llegada de la televisión a los hogares, las llamadas telefónicas a
las casas de los vecinos, la muerte de Franco, la democracia, el golpe de Tejero,
las noches en las que las familias se sentaban a ver si lo que caía era la
calabaza o el mítico apartamento en Torrevieja en el Un, dos, tres…
Enormes también los personajes secundarios que forman
parte de ese elenco inolvidable, la increíble Ramona con sus lereles
bien puestos, Florita y su forma de vida, Herminia y sus cartas, Beva,
todas ellas representan también otra forma de ser y de apoyar.
Los personajes masculinos están presentes también,
obviamente: Frutos, Ceferino, Paulino, Carlos,
representan esos hombres que han tenido la sartén por el mango, los que hacían
y deshacían, los que llevaban el pan a la casa y por hacerlo se creen con
derecho a todo tipo de vejaciones, que en ciertos tiempos se veían como algo de
lo más normal.
Creo que la autora ha buscado con este tipo de narración,
que ya os digo que en principio puede resultar algo confusa, el mostrar que
cada las personas no somos una individualidad, sino que todos tenemos un
presente, un pasado y un futuro que se encuentran engarzados en los de los
demás, y cada paso que se da afecta a todos los que nos rodean.
Es un libro de homenaje a las mujeres que han luchado
de forma silenciosa, que han sufrido, que han sacado coraje de sus entrañas, a
ese trabajo callado que a través de una máquina de coser ha forjado el carácter
de varias generaciones. Nos habla de abusos sexuales, de miedos, de secretos,
de anhelos, de amor y sobre todo de desamor, de homosexualidad, de prohibición,
de amistad y de relaciones familiares, porque madre es más que la que te pare y
padre es algo más que el que pone la semilla. Y sobre todo es un canto a la
vida, a la esperanza que hace sacar lo mejor de nosotras mismas a pesar de
todo.
Me ha llegado en un momento delicado porque recordaba
a mi madre recientemente fallecida, su máquina de coser, sus clases de bordado
a las que me llevaba y me sentaba en una silla y yo me dedicaba a repasar con
un bolígrafo las libretas y las revistas que allí había, los hilos no eran lo
mío. La ropa que nos hacía, esas pequeñas cosas que quizá no valoré lo
suficiente y que ahora se me hacen tan grandes que no puedo dejar de llorar por
los recuerdos. Conmigo ha conseguido lo que imagino pretendía, remover los
sentimientos.
Qué os puedo decir más: una gran novela en la que
encontraréis Historia e historia de la que se escribe y de la que se recuerda,
un libro que rompe completamente con las anteriores novelas de la autora y que
se puede convertir en un gran referente de nuestro pasado, y nuestro futuro
porque el feminismo no es solo salir en manifestación, es luchar por llegar
donde estamos y valorar lo que tenemos, para seguir consiguiendo ser más
iguales. Me ha gustado muchísimo y os lo recomiendo sin dudar.
“Y cuando estaban prejubilando a los
mineros para cerrar los pozos, llegó el feminismo y las mujeres volvieron a la
mina. Yo, hija mía, no entiendo nada. ¿Qué necesidad tienen si ahora ya no hay
hambre? Porque por gusto a la mina no baja a nadie. Te digo yo que no hay peor
infierno que aquello. Y encima los
hombres que quedan no las quieren allí.”
“-No puedes irte todavía porque yo te
necesito, te necesito mucho- le dije, como si ella no tuviese bastante con
morirse.”
“No eres vieja. Has tenido la suerte de
tener a tu madre durante más de medio siglo y es terrible perderla, pero
también es ley de vida.”
Saludos y siempre leer, hay mil mundos ahí fuera.