Autor: Juan Infante
Editorial: Erein
Colección: Cosecha roja
Primera Edición: 22 de noviembre de 2017
Nº de Páginas: 368
ISBN: 978-84-9109-239-1
Género: Novela negra
Autor
Juan Infante ejerce de abogado en su ciudad natal.
Tiene publicadas cinco novelas de género negro-criminal: Werther en Beirut, Asesinato en Santurce, El crimen de Cienfuegos, Quince Millones y La Baldosa Negra.
Atrapado es su sexta novela.
Es autor también de tres relatos: El sargento Puchades, Me chifla Nicolás y Literatura y Ficción.
La crítica ha dicho de su obra “Juan Infante suelta su humor corrosivo por las calles de Bilbao” (El Correo), “Infante ha construido su obra con las pautas del cine americano” (El País) “…facilidad para establecer un ritmo ágil, y la dosificación del crimen y la intriga cimientan una narración… con asombrosa soltura” (El Correo) “Es una novela de intriga en la que las tramas te van envolviendo hasta que finalmente se resuelven” (Deia) “…una trama ágil, relativamente compleja, pero bien pergeñada…” “…consigue atrapar al lector…” “…introduce el humor, la ironía…” (El Correo).
Sinopsis
Lucía Gorostiola tiene 20 años y estudia derecho en la Universidad de Deusto. Es la hija de un gran capo del narcotráfico en Bilbao y le secuestran muy cerca de la facultad.
Su padre le pide ayuda a Tomás Garrincha, aún joven pero retirado en esto del delito, para que la traiga a casa sana y salva.
Pero las cosas se complican, en cuanto Garrincha comienza su investigación.
Los inspectores de la ertzaintza, Sara Cohen y Miguel Fabretti ven cómo todo sucede muy rápido y nada es lo que parece.
Tomás Garrincha es un “detective” muy especial que llevará al lector a participar en una trama trepidante con un incierto final.
Opinión
El libro que traigo hoy me tocó en el sorteo que realizó Laky del blog Libros que hay que Leer con motivo del mes temático de la novela negra que se está celebrando este mes.
Tomás Garrincha es un delincuente habitual, bueno no, ya no, era un delincuente que trapicheaba con droga y se codeaba con lo “mejorcito” de Bilbao desde los veinte años, e incluso se metió en algunos líos que implicaron palabras mayores y que lo llevaron un par de veces a la cárcel. Al salir de ella resolvió quitarse de la droga y lo consiguió.
Con cuarenta años pensó que tenía bastante con lo que había ahorrado, se retiró y pretende vivir tranquilo con su novia Teresa, pescando, paseando por su querido Bilbao y en paz con la ley. Lo que ocurre es que conoce a demasiada gente y esos conocidos lo van metiendo en líos y es difícil mantenerse al margen.
Una llamada del Innombrable le alerta: han secuestrado a Lucía, la única hija de Gorostiola uno de los capos de la droga de Bilbao, cuando iba a sus clases en la Universidad de Deusto. El capo lo tiene claro, ha sido la competencia, Bujanda, pero ni siquiera él sería tan estúpido para iniciar una guerra metiendo por medio a la familia. Y aquí es donde entra en juego Garrincha, debe servir de enlace para que la suelte y todo se aclare, un favor que se irá alargando cada vez más. Resulta que Bujanda está acojonado porque él jura y perjura que no tiene nada que ver porque no está tan loco, y entre unos y otros encargan a Garrincha que investigue quién ha podido ser. La prioridad es rescatar a Lucía y la venganza ya se verá, porque haberla la va a haber.
Este particular detective saca sus informantes de las trincheras y comienza a tirar de favores pendientes, con un conocido el Chino Cubano, empezará a meterse en los ambientes en los que se movía Lucía, que muy al contrario de lo que podía pensar su padre, no es tan santa ni tan inocente y parece que tiene mucho que callar. Pronto surge un hilo del que tirar y es que la chica tenía un novio Josu, carne de gimnasio y con pocas neuronas. Qué es lo que ha podido ver en él es toda una incógnita.
La ertzaintza también estará investigando tan insólito secuestro y los encargados de ello son Sara Cohen y Miguel Fabretti, que tienen también su propia historia, y a los que les es mucho más complicado investigar ya que todo aquello que tiene que ver con la policía cierra todas las bocas.
Cuanto más investigan más actores aparecen en la escena y todos tienen algo que ocultar, y sobre todo quieren quitarse el muerto de encima y dejar claro que el secuestro no es cosa suya y es que Gorostiola no es alguien al que querrías tener como enemigo.
La trama se va cerrando poco a poco, pero cada vez que parece estar cerca la solución, sorprendentemente da un nuevo giro y la cosa se complica un poco más, mientras Garrincha que quiere librarse del marrón que tiene encima, cada vez se encuentra más implicado y tiene a la ertzainza respirándole en el cogote y se siente más atrapado.
La historia me ha parecido muy buena, con unos giros muy interesantes que le han ido aportando unas nuevas pinceladas a un género en el que no todo está inventado. Garrincha me ha caído genial, será el que nos narre en primera persona durante la mayor parte del libro, es inteligente, con inventiva, bastante mujeriego y algo socarrón lo que le aporta un mayor atractivo. En el lado opuesto está Josu, al que le he cogido un asco tremendo porque el chico se las trae.
Algo que no he entendido demasiado es qué aporta la historia de la pareja de ertzaintzas, me ha parecido un poco forzada y realmente podría haber sido obviada, no aporta nada novedoso ni importante para el desarrollo de la trama principal, en mi opinión.
En cuanto a la ambientación está muy lograda mostrándonos Bilbao, el que se suele conocer y ese otro más oscuro, centro de las drogas, trapicheo y delincuencia. Aquí he tenido un punto que no me ha gustado tanto, y es que no me parecía necesario el que dijese todas y cada una de las calles por las que va pasando, hay momentos en los que me ha resultado un poco agobiante, quizá porque no lo conozco, a alguien que lo pueda conocer sí que le resultará más enriquecedor.
Y ahora va un tirón de orejas para la editorial, no me parece bien que un libro tan bien escrito no haya pasado por una corrección más exhaustiva, hay fallos ortográficos y también gramaticales, cambios de persona en narración en un mismo párrafo y un uso algo excesivo de leísmo que han hecho que en algún momento me hayan rechinado los dientes.
Al margen de esos pequeños detalles me ha parecido un libro novedoso, entretenido con su punto de ironía y frescura que hacen que se lea muy fácilmente y que me ha hecho pensar que Garrincha puede dar mucho juego como investigador, a pesar de su pasado. Un buen protagonista en un buen libro, y un autor al que seguir.
Saludos y a disfrutar leyendo.
