martes, 7 de mayo de 2019

423 COLORES de Juan Gallardo y Rafael Avendaño




Título: 423 colores

Autores: Juan Gallardo y Rafael Avedaño

Editorial: Versátil

Primera edición: noviembre 2018

Nº Páginas: 336

ISBN: 978-8417451240

Género: Narrativa




Autores
Los autores Juan Gallardo y Rafael Avendaño son amigos de toda la vida. Han compartido juegos de infancia, complicidades y lecturas, incluso tocaron juntos en un grupo de rock alternativo… pero lo que mejor hacen es escribir a cuatro manos.

Rafael Avendaño (Almería, 1973) es ingeniero diseñador de redes de fibra óptica y autor en solitario de las novelas La decisión (Ficcionbooks, 2012) y Los Eternos (Grupo Ajec, 2011).
Juan Gallardo (Almería, 1973) es profesor de secundaria en Houston, TX. Antes de colaborar con Rafael, su bagaje narrativo estuvo centrado en la crítica musical y en la divulgación de materiales pedagógicos para profesores en EEUU.
Han publicado Todo lo que nunca hiciste por mí (Grupo Planeta, 2014), Las flores de otro mundo (Grupo Planeta, 2016), El prisionero (Grupo Planeta, 2016) y El último viaje de Tisbea (Versátil, 2017).
En noviembre de 2018 publican 423 colores una novela ambientada en la guerra de Siria que mezcla con maestría la realidad y la fantasía.
Foto: editorial

Sinopsis

En la Siria de 2011 la vida se desarrolla con toda la intensidad, la pujanza y el colorido de unos ciudadanos esperanzados en su futuro. Ghada, la protagonista de esta historia, tiene apenas ocho años y es ciega de nacimiento. Una noche, su padre la despierta con urgencia; tienen que ponerse a salvo porque un feroz dragón sobrevuela los tejados de la ciudad.

Narrada desde el rebosante universo sensorial de Ghada, que intenta comprender el mundo sin entender lo que es la luz ni el color ni los peligros que la rodean, 423 Colores es la conmovedora historia de un padre para proteger a su hija de una de las guerras más cruentas y tenebrosas de la era moderna, un tour de force de la imaginación para transformar una huida del horror en una emocionante aventura.

Opinión

Las casualidades de mi mundo lector han hecho que en unas semanas y sin proponérmelo he estado leyendo sobre la guerra y los niños, y en concreto dos han sido sobre la guerra que está asolando un país, Siria, que está haciendo que la gente huya desesperada del horror para ir a caer en otro horror, las aguas del Mediterráneo que se están cobrando muchas vidas, y el papel de los países que no les dan acogida.

Esta novela ha formado parte de una lectura conjunta del grupo #SoyYincanera a quien le doy las gracias por el sorteo en el que la gané, y a la editorial por ofrecer los ejemplares.

Ghada es una chiquilla de apenas ocho años que vive en Alepo. Su paso, tras un parto complicado, por la incubadora hizo que se quedara ciega. Aunque ella no se considera como tal, ya que no ve con sus ojos, pero es capaz de ver con su olfato y su oído. No mucho después su madre fallece y queda sola al cuidado de su padre Khaled. Un hombre triste por las circunstancias, con un buen trabajo en un banco que le permite tener una vida acomodada, y que vive por y para su hija. Un alma limpia.

A Ghada no le hace mucha gracia la escuela porque se siente diferente, porque la ven distinta; le gusta leer y quiere ser escritora cuando sea mayor, una de sus profesoras la alentará en ese camino y ella con su punzón y su regla comenzará a escribir su diario. Nos narrará en primera persona lo que va sintiendo, lo que le va ocurriendo, así como los recuerdos que vienen a su mente.

Nos contará cómo conoció a Ahmed un viejo amigo de su padre que es perfumero, buscando el perdido aroma de su madre. Allí en la perfumería por primera vez ella se sentirá útil y dichosa en ese mundo lleno de olores que la llevan lejos gracias a su imaginación. Pronto se convertirá en rutina al salir de clase ir a su taller a aprender el oficio junto con Adnan el nieto huérfano de Ahmed. Pronto los dos chiquillos se harán inseparables, él le contará lo que hay en los libros, lo que hay en el ordenador, le intentará explicar todas aquellas cosas que están fuera de su alcance.

Cuando Ghada nos habla nos dice cómo ve ella cada uno de los colores, cómo lo imagina, cómo lo huele, y así nos va a ir llevando de su mano al pasado para explicarnos cómo se siente cuando recuerda a los personajes o las cosas que le han ocurrido, y al presente de forma alternativa y muy ágil.

Por su parte su padre Khaled le va a escribir a su hija una serie de cartas en las que le cuenta la decisión que tomó de crear un mundo nuevo para protegerla de lo que ocurría en realidad en su vida diaria. En ellas le cuenta que ha decidido ocultarle lo horrorosa que es la guerra y que ha inventado un juego, una aventura en la que los malos son los temidos dragones que escupen fuego, también los acechan brujas y hechiceros, esos de los que hay que esconderse; lugares prohibidos a los que no debe acercarse porque se realizan embrujos, la única forma que tiene de ponerle fronteras en una ciudad en ruinas.

Cuando la situación se torna insostenible le dirá que van a iniciar una gran gesta, un viaje con rumbo a Berlín, donde se encuentra una flor mágica que sólo vive allí y que será la que los ayudará a ahuyentar esos temibles dragones. Y como toda aventura no se trata de un viaje de placer, se tratará de pruebas que deberán ir pasando con dificultad hasta lograr su objetivo. Tendrán que cruzar esas fronteras que ella no distingue en los mapas y Adnan no sabe explicarle el porqué de la existencia de esas rayas arbitrarias que separan los países.
Y ahí están en medio del mar, en el silencio de la noche, rezando para que no los descubran, completando una de las más difíciles pruebas que les toca jugar.

De esta forma tan original vamos a adentrarnos en unas páginas que no olvidaremos. 

Por un lado, se nos muestra un relato lleno de luz, de inocencia, de texturas y aromas que harán que tengamos que pararnos, cerrar los ojos e intentar comprender la gran fuerza de esa niña que no tiene miedo, que ha aprendido a sortear los obstáculos en su día a día, sus sueños, su imaginación, la ternura que nos impregna cuando se ve capaz de todo si su padre está a su lado, su forma de imaginar las cosas según el relato que él ha construido para ella.

Por el otro vamos a adentrarnos en la cotidianeidad de una gran ciudad como es Alepo, llena de ruido y belleza. De la mano de Khaled conoceremos su trabajo, su vida, la irrupción de la Primavera Árabe en Siria, la emoción de conseguir una vida mejor con unas manifestaciones pacíficas, llenas de alegría y de aires de libertad. La bofetada de realidad que supuso la puesta en marcha del ejército contra su propio pueblo, las primeras víctimas. La guerra de informaciones a través de las redes sociales. El nacimiento de la resistencia, el odio hacia los que están en ella porque su existencia y su localización ha puesto en peligro la vida de miles de civiles. Ya no se trata de ideales ni de la lucha por ellos, se trata del hambre, el miedo, los bombardeos día y noche, la utilización de gases químicos. La cárcel y las torturas y la esperanza muerta de que el resto del mundo sea capaz de mirar hacia ellos. La ausencia de ayuda, la falta de comprensión, el abandono.

El horror de una vida que no lo es porque cada minuto y cada instante están respirando el miedo, lo llevan incrustado en la piel. La impotencia y la decisión de dejar todo atrás, tu vida, tu casa, tu historia para huir hacia lo desconocido, intentando sacar esperanza de debajo de las piedras. La crueldad del tráfico de personas, de la maldad del ser humano capaz de hacer las mayores atrocidades, y algunas veces como la hierba que asoma entre las baldosas, de la mayor generosidad y altruismo.

Es imposible no recomendar este libro, son tantos los motivos que temo quedarme corta. Para qué os voy a mentir, he disfrutado mucho de su lectura, pero también he llorado mucho, de pena y de impotencia, las lágrimas se me escapaban sobre todo al final.

Aun así, no os quedéis en lo tremendo de la guerra. Quedaos con la ternura e inocencia que tiene Ghada, ese mundo maravilloso que construye para ella su padre. La sonrisa que nos causa cada uno de sus pensamientos, de sus travesuras. El amor fraternal que le inspira Adnan, la protección que él ejerce sobre ella, el cariño, la solidaridad entre iguales. La luz. Hay montones de párrafos llenos de sensatez y de belleza que debéis descubrir.

Lo que sí os digo, una vez que lo leáis no seréis los mismos. No podréis mirar hacia otro lado ante lo que está ocurriendo más allá de nuestras fronteras y cuando veáis un color intentaréis describírselo a Ghada. Apreciaréis los sonidos y los olores de otra manera.
Creo que es un libro adecuado para leer en los institutos y muchos deberían leer, para mí quedará como un referente.
Leedlo, no os vais a arrepentir.

"Sufro por lo ocurrido y también por lo que no ocurrió"

"Cuando duermo soy feliz. Me gusta la ignorancia que acompaña a la inconsciencia  del sueño"

Saludos y nos vamos leyendo.