Autora: Mercedes Pinto Maldonado
Editorial: Autoeditado
Fecha publicación: Junio 2015
Nº de páginas: 349 pg. (según lector)
ASIN: B010ZHTJXG
Género: Intriga, romántica
Autora
Nació
en Granada, pero reside en Málaga. Está casada y tiene tres hijos.
Estudió la Carrera de Medicina en las facultades de Granada y Málaga, pero la abandonó para dedicarse de lleno a la pintura y la literatura.
Estudió la Carrera de Medicina en las facultades de Granada y Málaga, pero la abandonó para dedicarse de lleno a la pintura y la literatura.
Actualmente tiene cuatro libros publicados con Ediciones B en su línea digital B de Ebooks: El talento de Nano, novela juvenil, La última vuelta del scaife, novela histórica, Maldita, publicada también en papel por Ediciones B y Pretérito imperfecto, con la editorial Libros Mablaz. Con Ediciones Click, el sello digital de Planeta de Libros, ha publicado El fotógrafo de paisajes, novela negra. Ha autoeditado Hijos de Atenea, y ahora Cartas a una extraña. También es autora de La caja mágica, cuento solidario, cuyos derechos ha cedido a la Ciudad de los Niños de Granada. Y hace poco ha sacado en papel con la Editorial Libros Mablaz Pretérito imperfecto.
Sinopsis
Berta regresa a la casa familiar, donde nunca deseó volver,
para hacerse cargo de la herencia de su madre, una mujer oscura y controladora
que convirtió su infancia en un infierno. Asediada por los recuerdos, decide
liberarse de los fantasmas del pasado desenredando la madeja de engaños de doña
Alberta y su primogénita y devolviendo la libertad a su última víctima, cuyas
cartas sin abrir, ocultas en el desván hasta que da con ellas, le llegan al
corazón. Pero hay quienes no se alegran de la decisión de Berta y pronto se ve
inmersa en un camino de trampas que puede hacer peligrar su vida.
Opinión
Me vuelvo a sumergir con auténtica avaricia en una nueva
obra de Mercedes, deseosa por saber qué estilo impregnará su nueva novela.
Berta vuelve a su
casa en Madrid, tras quince años ausente, y por el imperativo familiar que le
supone la muerte de su madre, doña
Alberta, y el hecho de tener que hacerse cargo de la herencia.
Ella vive en Londres, regentando un restaurante, con una
vida plena que se ha labrado con constancia y muchas horas de trabajo. Volver a
la casa de su infancia, le supone retroceder en el tiempo y encontrarse con
aquella muchacha ingenua y aterrorizada que vivía con el eterno miedo de hacer
enfadar a su madre, mendigando migajas de un afecto que nunca existió.
Pero supone además reencontrarse con la que ella considera
como su segunda madre, la mujer que las cuidó a ella y a su hermana Yolanda. Esta mujer fue el ancla que la
mantuvo cuerda en el perpetuo estado de marejada de su hogar, y donde encontró
todo aquello que su madre no le daba y que le era tan necesario, el cariño. Teresa fue siempre fiel a su madre, y
realmente parece que es la única que llora su muerte y la echa de menos.
Superando sus más negros temores, se dedica a hacer un
inventario de la casa para ponerla a la venta, ya que su hermana no quiere
saber nada del tema.
Ese inventario hará que de forma adulta se cuele en aquellos
rincones prohibidos y tabús donde tenía vedado el paso. Entrar en habitaciones
secretas, abrir armarios y escritorios le harán recordar una y otra vez la
sombra oscura y amenazadora de su madre y el despotismo y maldad de su hermana,
y las razones que la llevaron a huir de su casa y cortar cualquier relación con
ellas.
Rebuscando encontrará una caja de cartas sin abrir dirigidas
a alguien que ella no reconoce, alguien capaz de inspirar el mayor de los
amores, increíblemente, su hermana Yolanda. El remitente es un muchacho
enamorado ciegamente de ella, y que tuvo que huir a Estados Unidos, al verse
involucrado en un crimen.
Berta comenzará a leer esas cartas y experimentará por
primera vez lo que es el amor, ése que se encuentra una vez en la vida, y que
ella aún no había encontrado.
Saúl, se
convertirá en el centro de su vida y ella contratará a un detective, Alfonso, para buscarlo. Mientras tanto
ella seguirá intimando con el alma del pintor que busca tras la niebla la luz
de los ojos de su hermana, dando gracias al destino, por haber hallado un
sentimiento escondido, donde sólo había malos recuerdos.
Pero hay gente que no está interesada en lo que ella pueda
encontrar, y se verá envuelta en unos turbios y espeluznantes asuntos, de los
que no podrá escapar.
Una vez más Mercedes se centra y bucea entre los
sentimientos, aquellos tan normales que damos por supuestos, y que en algún
caso contra natura, brillan por su ausencia. Esa ausencia que da lugar a
personas incompletas, con carencias afectivas que les dan una pátina de
frialdad, hasta que se rasca y se puede vislumbrar todo aquello que estaba
oculto.
Unas cartas que dejarán un ansia en el lector por saber y
conocer un poco más a todos y cada uno de los personajes.
La descripción de los cuadros de Saúl no os dejará
indiferentes.
Os recomiendo su lectura, os atrapará.
Saludos y a leer.