Título: El ladrón de vírgenes
Autor: David de Juan Marcos
Editorial: HaperCollins Ibérica
Nº de Páginas: 256
Primera edición: 1 de marzo de 2017
ISBN: 9788491390466
Género: Narrativa, intriga.
Autor
David de Juan Marcos, nacido en Salamanca en 1980, es licenciado en Biología por la Universidad de Salamanca y máster en Gestión y Conservación de la Naturaleza y en Desarrollo Sostenible. A lo largo de su vida profesional ha trabajado como técnico de espacios naturales y como consultor medioambiental tanto en España como en el Reino Unido. Actualmente es profesor de educación secundaria e imparte clases de ciencias y de inglés.
En su faceta literaria ha visto premiados y
publicados la mayoría de sus relatos, entre los que podemos encontrar Mi
niño viejo (Premio Internacional de Relatos Cortos Cruzando
Culturas), De piratas y ladrones (Certamen Internacional
Relatos Cortos, Cortos), El día que nevó sobre el naranjo (Ediciones
La Palma, Fundación Antonio Gala) y Desencuentro, que forma parte
del libro Cuentos para sonreír. Antología (Editorial Hipálage,
2009).
En 2005 con su primera novela El baile de las lagartijas es galardonado con el Premio Internacional de Novela Ciudad de Valencia Vicente Blasco Ibáñez. La mejor de las vidas fue su segunda novela.
Sinopsis
«Cómo iba a saber que aquel hombre traía la muerte consigo. Debí darme cuenta por su olor a cebolla rancia. Debí darme cuenta cuando la leche cuajaba a su paso en los cubos de metal. Cuando las palomas morían desplumadas por la tiña, o porque allá por donde pasaba doblaba los racimos y dejaba una pestilencia a plomo de preludios de tormenta de verano.
He de reconocer que en nuestras pesadillas siempre supimos que volvería, que algún día subiría el caminito en forma de culebra cercado de castaños y sus botas embarradas cruzarían con un ímpetu desordenado la única puerta de la casa por donde entraba el sol. Se sentaría en la mesa de tarugos sin pulir con la cuchara de latón y esperaría a que se le sirviera de comer como si nada hubiera pasado.
Como si no nos hubiera arrancado la alegría del pecho. Era mi padre».
Después de quince años de misteriosa ausencia, Andrés Pajuelo regresa a su casa para proyectar el robo de una serie de valiosas obras de arte religioso. Para ello necesitará la ayuda de sus dos hijos, del melindroso prometido de su hija y de un enigmático gigante experto en teología y en arte sacro. Cuando todo parece estar listo para ejecutar el último y más lucrativo de los robos, es acusado de varios asesinatos. Para sorpresa de toda su familia, Andrés reconocerá al instante su culpa ahorcándose en público.
El ladrón de vírgenes es una reflexión sobre las mentiras que encierra toda religión y sobre la importancia de la religiosidad en la condición humana. Un análisis sobre los límites de la traición, la lealtad y la fuerza de las promesas. Un certero homenaje a la tradición oral de contar historias.
Opinión
Cuando me tocó este libro de David de Juan Marcos me dio un alegrón, porque el año pasado leí La mejor de las vidas, también en una lectura conjunta y lo disfruté mucho por su prosa poética y por el carácter reflexivo e intimista de la historia
.
En este caso el tipo de novela cambia bastante, llevándonos a una novela de intriga, pero con esa forma de narrar que ya va siendo marca de la casa y que se desliza llena de frases y reflexiones que te acompañan y las guardas.
Aquí la narración nos la hace Cirilo en primera persona, casi un niño cuando ocurren los hechos. Para él y para la familia es un impacto total la llegada del padre ausente. Lo que hasta ahora había sido una sombra que se cernía sobre ellos y sobre la actitud de la gente con ellos por ser familia de Andrés Pajuelo. Todos tienen mucho que decir y sin embargo cuando como si nada aparece quince años después, todos tragan y lo incorporan a su vida, a pesar de que les dará un enorme vuelco.
Viene acompañado de un gigantón amable y bonachón, Julio Ramón, que parece adorarlo y a través del que con numerosas y trascendentales charlas, Cirilo se enterará de una parte del pasado de su padre. Julio Ramón era un sacerdote católico que perdió la fe en la iglesia y la abandonó, Andrés Pajuelo lo reclutó como experto en arte para su banda de expoliadores de iglesias que es en lo que se ha convertido. Pero para su próximo gran golpe necesitará aún más ayuda, así que reclutará a la fuerza…o no, a su hijo mayor Matías y a un pobre bobo novio de su hija Valeria, Jacinto el Mulas obsesionado por ser aviador que vive siempre dándole cuentas de todo a su madre.
El miedo al recién aparecido se instala en la casa y todos acatarán las órdenes de ese baile que ha orquestado Andrés alrededor de sus chanchullos con el padre Honorio mientras busca un tesoro que se encuentra escondido en viejas iglesias de la comarca.
La desaparición de dos gemelas, Leonor y Analía será el detonante final que hará que la acción se precipite.
Tras esa trama de ladrones de arte se esconden unos sentimientos tan viejos como el mundo, amor, venganza y ambición, y con ellos el autor hace una incisiva crítica al expolio al que ha sido sometido el patrimonio de numerosos lugares por parte de desaprensivos que únicamente buscan el lucro personal ya sea en forma monetaria o en forma de ascensos y prebendas. La vergüenza y la venganza serán también los protagonistas de esta historia que no tiene una ubicación precisa ya que está situada en todos los lugares de esa España profunda, en una posguerra llena de prejuicios y odios.
Es también una novela de personajes muy bien trabajados y dotados de características inherentes a la naturaleza humana, con aristas y recovecos que nos muestran que en las personas las cosas no son blancas o negras, sino que están dotadas de un amplio espectro de grises.
El final es sorprendente y estremecedor, y te deja con un sabor amargo como corresponde al drama que se esconde entre sus páginas.
En definitiva, lo que vais a encontrar es un libro de intriga y acción, pero con mucha reflexión, con un ritmo que te hace querer devorar las páginas, pero con una prosa llena de riqueza que hace que tú misma bajes la marcha para ir dejándote llevar, dejándote seducir por su danza armoniosa de palabras y que te regalará frases que seguirán contigo mucho después de finalizarlo. Un placer que realmente he disfrutado mucho.
“La historia la cuentan los vencedores, pero los
sueños los guardan los vencidos.”
“Sus silencios eran barricadas y su voz el arma
arrojadiza del que se sabe dueño de todo su poder.”
“, escupió la vieja su rabia contra el suelo, y a
los guardias les entró la duda del que ostenta todo el poder pero no sabe
mandar.”
Muchas gracias a los blogs organizadores de la lectura conjunta y a la editorial y al autor por el ejemplar.
Saludos y a disfrutar leyendo.