Autora: Susana Hernández
Editorial: Editorial Milenio
Colección: Marrajo
Primera
edición: enero
de 2019
Nº de páginas: 212
ISBN: 978-84-9743-856-8
Género: Novela negra
Autora
Susana
Hernández (Barcelona) ha estudiado Imagen y Sonido, Integración Social,
Investigación Privada y Psicología. Ha colaborado en diversos medios de
comunicación ejerciendo como crítico musical, redactora de deportes, y locutora
de radio. Ha publicado las novelas: La casa roja, La puta que leía a
Jack Kerouac, Curvas peligrosas, Contra las cuerdas, Cuentas pendientes (ganadora
del premio a la mejor novela negra en en el Festival Cubelles Noir 2016), Males
decisions (Premio Cubelles Noir a la mejor novela negra en catalán
2018) y La reina del punk. Ha participado en las antologías: Elles
també maten, Fundido en negro, Diez negritos, nuevas voces del género negro,
Obscena, Lecciones de asesinos expertos, Hnegra y Barcelona,
viatge a la perifèria criminal. Es autora de diversas piezas de teatro
breve. En su haber cuenta con diversos premios de relato, novela y poesía.
Imparte talleres literarios desde 2011
Sinopsis
Samanta
y Hugo, amigos desde la infancia en las duras calles de Ciudad Meridiana, en el
extrarradio barcelonés, trabajan juntos en la empresa de seguridad propiedad de
Hugo. Sam necesita dinero, mucho más dinero del que gana como escolta privada,
para procurarle un tratamiento a su novio que padece una grave lesión medular
desde hace doce años. Su amigo y jefe le propone un trabajo ilegal y muy bien
pagado que los arrastrará a ambos al oscuro mundo del tráfico de medicamentos
en un espiral de violencia y traiciones.
Opinión
Me
gusta la forma que tiene de escribir Susana Hernández, he leído los tres libros
protagonizados por Malena y Rebeca, que lees casi del tirón y cuando me enteré
que habría una lectura simultánea en el grupo de #SoyYincanera,
hice todo lo posible por participar y no me arrepiento en absoluto. Sigue
siendo ella en su forma de narrar, se aprecia que sigue creciendo como
escritora y en este caso se ha mojado bastante en la temática.
La
acción comienza en mayo de 2012 en Cádiz con un Track, en forma de título de
canción que nos habla de María la portuguesa. Menos mal que Carlos Cano no ha
leído este comienzo porque volvería a su tumba, y es que conoceremos a un par
de hermanos, María y Joao, que angelitos no son precisamente, y
al ver cómo actúan entras en shock. Ya os advierto que son unos personajes espeluznantes.
Pasamos
a conocer a Samanta, ella y Hugo se conocen desde la infancia, cuando
vivían en Barcelona, en Ciudad Meridiana uno de los barrios más pobres en
aquellos tiempos. Ahora se ha convertido en Ciudad Desahucio, el barrio con más
desahucios del país; la gente es desahuciada por impago de hipotecas imposibles
a inmigrantes que cayeron en la trampa de bancos e inmobiliarios a un ritmo que
asusta, por más que tengan ayuda de asociaciones de vecinos comprometidos.
Hugo
prometió que nunca más pisaría el barrio, hace ya trece años ahora está en otro
nivel, tiene una familia y ha llegado a donde quería. Su regreso al barrio
viene motivado por una visita a su hermano Isaac, un desastre de padre
de familia que no aguanta en ninguno de los trabajos que su hermano le busca.
Ahora lo necesita para un negocio peliagudo que si sale bien los hará ricos. La
ambición de Hugo puede que acabe con su tranquilidad
.
En
cuanto a su relación con Sam, Hugo fue siempre como un hermano para ella, hizo de
padre cuando este andaba en sus movidas y la dejaba sola, el día en que decidió
montar su propio negocio, no dudó en contratar a Sam a la que había preparado
para trabajar como escolta femenina.
Ahora
Sam se encuentra en una encrucijada para la que necesita mucho más dinero del
que está ganando, no es por nada turbio, se trata de costear el tratamiento de Néstor
su novio, que tras una paliza hace ya doce años se encuentra inmovilizado e
ingresado en una clínica. Le han hablado de la posibilidad de que pueda recuperar
la movilidad e incluso el habla y Sam no se lo va a pensar, se entrevistará con
Hugo para conseguir el dinero como sea. Los dos saben que es peligroso, pero no
imaginan lo que les puede cambiar la vida.
Asier un forma parte del
negocio farmacéutico, en sus manos está la renovación de una patente, algo que supondrá
muchísimo dinero, es legal pero inmoral la forma en la que trabajan. En su mano
está levantar la voz en contra de la mano que le da de comer o callar y seguir
hacia adelante con la fórmula en su ordenador. Su único enemigo es su
conciencia.
Sin
dejarnos respirar nos trasladamos a Ghana a Accra, James Town es uno de los
barrios más deprimidos y peligrosos de la ciudad, allí un chiquillo Sirhan hace
malabares para sobrevivir con la pesca y para conseguir un medicamento contra
la diabetes 1 que está matando a su madre; Lewa su hermana pequeña se
encargará también de ello cuando parezca imposible. La dificultad para
conseguir esta medicación de modo legal los lleva al mercado negro. Hay
suficientes traficantes como para que sea fácil de conseguir a mejor precio,
para ello ya se encargan ellos de clonar y adulterar esas medicinas. Al fin y
al cabo, es el tercer mundo y se puede mercadear con cualquier cosa y la vida
no vale nada, solo son números, bocas hambrientas por las que nadie lucha.
Los
protagonistas irán tomando posiciones en el tablero, unos lucharán por la
supervivencia y los otros por aumentar los beneficios más y más, por el camino
van a ir quedando víctimas: la honestidad, el amor, los principios y las personas.
Dividida
en tres partes, Ambición, Traición y Venganza,
y a su vez Tracks que hacen alusión a la música y que son pequeños capítulos
que aportan una agilidad impresionante, diálogos contundentes y creíbles; cambios
de escenario que nos llevarán a lugares tan dispares como Cádiz, Barcelona,
Badajoz, Zurich y Ghana. Las páginas se deslizan bajo los dedos mientras la
rabia te atenaza la garganta, no sabes si ponerte a llorar o a gritar porque
detrás de unas operaciones de compra y venta de fórmulas farmacéuticas hay
enfermos desamparados e inocentes que sufren las consecuencias de ese
despiadado mercadeo. Los vaivenes y las persecuciones son extremadamente visuales y el final es de infarto, y con tintes reivindicativos.
Los
personajes son realmente potentes, no son buenos o malos, porque todos tienen algo
que les hace tener aristas grises de todo tipo, eso sí algunos de los malos de
manual son realmente odiosos, me enfadaba con ellos y sentía como la ira crecía
en mí cuando leía. Para mí no son tan graves los asesinatos de un tiro como
esas muertes que día a día se producen por la ingestión de medicamentos
adulterados, son víctimas inocentes que acuden a ese mercado con la esperanza
de una curación que se les resiste.
La
temática es dura, muy dura, no es de las que sale en los informativos, pero
mueve tanto o más dinero que las drogas. La enfermedad existe, la salud no es
rentable y mientras que en nuestro primer mundo es fácil colocar las drogas y
medicamentos legales, lo es mucho más en los países donde las legislaciones y
las conciencias son mucho más laxas. Es difícil que pillen a los traficantes y
las penas a las que se pueden enfrentar son nimias frente a las que se producen
por tráfico de drogas. No somos conscientes de lo que se mueve en la trastienda
del tercer mundo, no queremos mirar, no queremos actuar.
En conclusión, una novela negra, muy
negra, de fuerte carga crítica hacia el sistema y a la sociedad, con una acción
trepidante con unos personajes que no imaginas cuál será su actuación en cada
momento, que se lee fácilmente y que deja muy buen sabor de boca porque será
difícil que la olvides. Altamente recomendable.
“Una vez que se
abre la puerta a la violencia ya nada es igual. Los límites se difuminan, la
cordura se corrompe y los principios se desvanecen”
“Si se encuentra
cura a las enfermedades, los laboratorios se van a pique. La industria
farmacéutica se nutre de la enfermedad, siempre ha sido así y siempre lo será.
Hay muchas enfermedades que podrían estar curadas y no lo están porque la buena
salud no es rentable.”
“La buena suerte
siempre se acuesta con los que arriesgan”.
Saludos
y a leer.