Autora: Men Marías
Editorial: Ediciones B
N.º de páginas: 366
Primera edición: 2 de febrero de 2023
Género: Novela negra, psicológica
Autora
profesora de novela negra en la Escuela de Escritores. En 2021 publicó su primer thriller, La última paloma, con la que cosechó un gran éxito entre los lectores y ganó el Premio de Novela Cartagena Negra 2022.
Lo que arrastra la lluvia es su nueva obra y en ella explora los límites entre la envidia y la locura, pero también la grandeza de la compasión.
Sinopsis
Una novela inquietante y sobrecogedora sobre los límites entre el bien y el mal y la locura.
Granada, 2007. Un padre y una hija mueren a la vez. Pocos meses después, Marina, madre y esposa de los fallecidos, aparece en un parque. Ha dejado de ser la mujer que era, profesora de latín y aficionada a la moda, para convertirse en una mendiga que vaga por las calles de la ciudad.
Carmen y su familia viven en el mejor ático de la plaza Bib-Rambla y disfrutan de una vida cómoda y sin preocupaciones. O al menos así era hasta que Marina aparece en su camino y acepta la generosidad de Carmen, que se ofrece a ayudarla.
Cuando las vidas de las dos mujeres se cruzan, ambas toman un nuevo rumbo que las conduce hasta las profundidades del alma humana. Y es que, a veces, el agradecimiento puede convertirse en envidia y desconfianza...
Una descarnada novela negra que nos invita a reflexionar sobre los límites del dolor y las fronteras entre la locura y el silencio, pero también sobre la grandeza de la misericordia, la compasión y el amor por el ser humano.
Opinión
La novela que hoy traigo forma parte de la iniciativa Soy Yincanera y tengo que dar las gracias a la organizadora, a la autora y a la editorial por haber tenido la oportunidad de poder leer un libro que me ha quitado el sueño, y no precisamente por horas de lectura.
Hay libros que son tremendamente difíciles de reseñar y este es uno de ellos, por varios motivos, por la temática, que me tocó muy cerca, por los personajes, en ocasiones he tenido auténtico pavor, y porque no se puede contar mucho sin desvelar. Vamos por partes que dijo Jack.
En primer lugar, si vas buscando a Patria y La última paloma, aquí no la vas a encontrar, vas de cabeza a una novela que es negra como el alma de alguno de los personajes, pero no es la típica novela negra, tampoco es un thriller como tal, es un ritmo pausado que está lleno de lirismo y que a pesar de eso te seduce de tal forma que no puedes parar de leer. Así que qué hacemos con las etiquetas, pues dejarlas caer sin más.
Marina es una de nuestras protagonistas, es una mujer que lo tuvo todo, un trabajo, un marido, una hija y una buena posición económica, tras un accidente de tráfico ha perdido a su marido y a su hija, muy triste no está por eso, de hecho, siente hacia ellos una rabia ciega y sorda, aún tardaremos en averiguar el porqué. La crisis económica del 2007 arrasa con ella, pierde su dinero ahorrado en las preferentes, pierde su trabajo, era en negro dando clases particulares en una academia y éso se ha convertido en un lujo al alcance de pocos en aquellos días, y por último la desahucian de su casa. Acabará viviendo en la calle, en un parque, con frío, hambre y vergüenza, en una Granada que se muestra plena en su belleza, con una lluvia que hacía mucho que no se veía caer de forma tan continua.
Carmen, nuestra otra protagonista es gallega, siempre sonríe y busca en los cielos y los atardeceres de Granada, el color y el aroma que recuerda de su tierra. Es básicamente una mujer feliz, buena, que no ve el mal en la gente y su carácter la lleva a intentar ayudar a todo el mundo. Tiene todo lo que Marina ha perdido, trabajo, posición económica, un marido que la adora y una hija que la venera. Cuando las dos se encuentran en la calle, Carmen va a intentar ayudar a Marina, al principio con un desayuno, después con una comida, más adelante llevándola a su propia casa.
La hija de Carmen, Julia ha abierto eso que estaba tan de moda aquellos días, un blog en el que se vuelca y se abre a aquellos que la leen. Es una cría que se ha enamorado por primera vez y está ciega a todo lo que no sea su chico, lo disculpa y lo ayuda creyendo que el amor todo lo puede.
Por otro lado, tenemos a Leonor, a la que conoceremos mandando correos electrónicos a Lola, quitando culpas, pero buscando culpables, el odio escondido entre una religión que pregona el perdón, rezuma entre las líneas que escribe, sorprendiéndonos cada vez más según avanza la novela.
O sea, tenemos tres géneros literarios dentro de una misma novela, lo que resulta chocante y fresco, y a la vez nos va dando un dinamismo que nos muestra el carácter de las protagonistas.
Desde el momento en que Marina se deja acoger por Carmen y ésta la trata como una igual, porque lo es, lo único que han cambiado son sus condiciones económicos, vemos que las dos mujeres no pueden ser más diferentes, Marina lucha por volver a ser lo que fue, pero es fría, calculadora, tremendamente egoísta y la empatía que sientes al comienzo va diluyéndose mientras en el estómago del lector se va instalando una piedra de terror al ver su odio y envidia hacia quien la ayuda. Carmen sigue en su mundo, ciega a todo lo malo, siendo buena con unos y otros, siempre de parte de los más desfavorecidos, ajena a la posibilidad de que la maldad exista y a que su sonrisa, su perfección y su buen hacer levanta ampollas y envidias en los demás.
Y ahora es cuando comienza a trenzarse lo que sería una novela de personajes, hay muchos y están descritos de forma pulcra y precisa, sabes quién es cada uno de ellos en cada momento, aunque te sorprendan una y otra vez.
En la trama se van a encontrar temas que te van a revolver por dentro, que se instalarán en ti y no podrás dejar de pensar sobre ello. Una crisis devastadora que se llevó la vida de miles de personas por delante, de gente que “vivía por encima de sus posibilidades”; de gente que ha caído al barro y sigue sin ver lo muy privilegiada que era, la falta de empatía, de compasión, las clases sociales que se han agudizado, los distintos niveles de miseria. La prostitución forzosa por una comida, el asco que hay que tragar, los tonteos con la droga que acaban siendo algo más; los malos tratos que no distinguen de clases sociales ni edades, el rencor, el abandono, el amor, el mal amor, la vergüenza, el mal y el bien. Y por encima de todo la compasión y la envidia llevadas al extremo.
El marco, una ciudad grande, una Granada bella y esplendorosa que aún no se había convertido en un parque temático, una plaza que llena de vida, aromas y olores ve cómo van desapareciendo los habitantes de un micromundo que tiene que ir bajando las persianas porque el primer lujo que cae es la belleza efímera. Flores de plástico que sustituyen a las naturales, incertidumbre ante lo que puede ser el futuro.
Como dije antes, hay muchos personajes con vidas que se rozan, que se cruzan sin saber, hasta que al final van cayendo las distintas piezas del puzle y encajan de una forma que me ha parecido magistral y que me ha dejado la boca abierta.
Referencias a grandes novelas de la literatura a las que llegan las protagonistas de mano de un club de lectura, viéndose reflejadas y aprendiendo de lo que sienten e interpretan los demás. Cortázar enseñoreándose en las entradas del blog de Julia es otro ejemplo.
En resumen, un chute de realidad escrito de forma primorosa, lleno de metáforas bellas y sorprendentes, con una trama angustiosa en la que no hacen falta asesinatos retorcidos para que el miedo se palpe y se sienta, porque puede haber gente así muy cerca de ti. Me ha gustado muchísimo y os lo recomiendo.
“Uno no debe intentar sobrevivir a sus sueños. Porque no es posible, porque se acaba muriendo en vida.”
“El amor no es cómo se hace sino con quién se hace.”
“Lo que pesa sobre el cuerpo no son los años: son las mentiras, y las pérdidas, las veces que se parte el corazón, los sueños, el sueño, el exceso de trabajo, la pena, la culpa.”
Saludos y seguimos leyendo.