Título: La chica que
jugaba al ajedrez en Auschwitz
Título
original: The Last Checkmate.
Autora: Gabriella Saab
Traductora:
Begoña Prat Rojo
Editorial:
Newton Compton editores
Primera
edición: 19 de julio de 2023
N.º de páginas: 482
páginas
Género:
Histórica, drama
Autora
Gabriella Saab se graduó de la Universidad Estatal de Mississippi con una licenciatura en administración de empresas en marketing y vive en su ciudad natal de Mobile, Alabama. Es de
ascendencia libanesa y es una de las copresentadoras de @hfchitchat en Twitter, una comunidad y chat mensual recurrente que celebra el amor por la lectura y la escritura de ficción histórica. La chica que jugaba al ajedrez en Auschwitz es su primera novela y, para documentarse, la autora pasó mucho tiempo en Varsovia y en los alrededores de los campos de concentración polacos.
Imagen de Gabriella Saab:
newtoncomptoneditores.com © Janie Long
Sinopsis
Una partida a vida o muerte. El libro del año.
La próxima jugada podría ser la última Maria
Florkowska, además de una excelente jugadora de ajedrez, es también miembro de
la Resistencia polaca en la Varsovia ocupada por los nazis. Arrestada por la
Gestapo y deportada a Auschwitz como prisionera política, la joven se resigna a
su propio destino. Pero cuando el despiadado Lagerführer Karl Fritzsch descubre
su extraordinario talento para jugar al ajedrez, decide entretener al resto de
guardias desafiándola a un extenuante y sádico torneo. Movimiento tras
movimiento, mientras juega para salvar su vida a pesar de la rabia y el terror,
la joven empieza a urdir un plan. ¿Podrán sus habilidades en el tablero hacer
jaque mate a su cruel adversario? UNA JOVEN VALIENTE, EL HORROR DE AUSCHWITZ Y
UNA PARTIDA DE AJEDREZ A VIDA O MUERTE
Opinión
Gracias a Laky, del blog Libros que hay que
leer, y sus sorteos he tenido la oportunidad de leer esta novela en una
lectura conjunta con varios blogs, y creo que a todos nos ha impactado bastante de nuevo de la nueva editorial Newton Compton Editores, que tiene bastante
acierto con las obras que saca al mercado.
La autora nos traslada Varsovia, donde vive nuestra
protagonista Maria Florkowska con su familia. Es una chica de catorce años
empeñada en ayudar a su país formando parte de la Resistencia polaca. Le
encanta el ajedrez y es una gran jugadora, su padre la enseñó desde pequeña. El
papel de su madre en la resistencia, la lleva a anhelar formar parte de ella, y
lo hará de la mano de Irena, una chica algo mayor que no la soporta e intentará humillarla por ser tan pequeña.
La Gestapo la apresa y con ella a toda su familia, son llevados a Auschwitz a pesar de no ser judíos; no podían imaginar lo que
allí se iba a llevar a cabo. Con el gentío pierde de vista a sus padres y a sus
hermanos y se topa con el Lagerführer Karl Fritzsch, un capullo integral al que
he odiado con todas mis fuerzas. Cuando este descubre su extraordinaria
habilidad jugando al ajedrez encontrará una forma de divertir a sus guardias
obligándola a tomar parte de un torneo cruel.
La pequeña Maria pronto aprenderá a esconder sus
sentimientos y a tener un único fin, sobrevivir para conseguir la venganza. Su
referente será el ajedrez y como una inteligente contrincante burlará a la
muerte, ejecutando de forma magistral su propio juego. Inicialmente estará
sola, dolorosamente sola, pero pronto conocerá al padre Maksymilian Kolbe, un
franciscano lleno de amor y dulzura que se convertirá en su apoyo, pero la
crueldad de los que dirigen ese campo también se lo arrebatará. La necesidad de
sobrevivir por él y por su recuerdo la hace seguir adelante, convertida en un
despojo, haciendo cosas que nunca hubiera imaginado. A pesar de todas las
pérdidas, de las heridas, del miedo y el hambre conseguirá que un rayo de
esperanza ilumine su estancia en el infierno: su amiga Hania, una judía que
sigue viva por su papel de traductora, y que lucha por volver a encontrarse con sus
hijos, a los que mandó a un lugar seguro antes de que la detuvieran. Entre las
dos se forjarán los vínculos más fuertes con la promesa y la esperanza de salir
vivas y juntas de allí.
Es una vez más otra historia tremenda de algo espantoso
y demencial que ocurrió no hace tanto tiempo, que hay gente que lo ha llegado a
negar, y no se puede negar lo evidente, de lo que hay tantas pruebas, la maldad, el sadismo, la locura de una
gente que se consideraba superior, y que para ello no les importó sacrificar la
vida de millones de personas.
La labor de la escritora es tremenda, al final de la
novela nos cuenta qué personajes son reales y cuales no, los testimonios en los
que se ha basado para crear la historia y las distintas mimbres de las que se
ha servido.
Me ha resultado muy impactante y dura, y aunque sabía
que ella había sobrevivido, o al menos estaba viva en 1945, porque ahí comienza
la trama, eso no ha quitado que haya llorado más de una vez, por pena y por
esperanza, porque en medio de la oscuridad se filtran unos luminosos rayos de
esperanza, amistad y amor, algo que al menos me ha hecho sentir confianza en
ciertas personas.
Como peros, tengo dos: uno, los numerosos laísmos que he
encontrado en el texto, reconozco que me molestaban un poco al principio, pero
cuando te metes en la historia no los notas tanto. El otro es el título, con lo
bien que hubiera quedado una traducción literal y no, se han apuntado a la “moda”
de las miles de cosas que pasaban en Auschwitz, qué se le va a hacer. Ninguna
de las dos cosas afecta a mi opinión, es una novela fabulosa.
En resumen, una historia del horror que se vivió en
los campos de concentración, de la forma en la que las metas ayudan a
sobrevivir, de como la culpa puede ser el peor enemigo y la amistad la razón
por la que seguir viviendo. Os la recomiendo sin dudar, es dura, pero merece la
pena. Aprenderéis a sentir y a concienciaros de que la historia no se puede volver
a repetir.
“Las
llamas de la culpa y la desesperación eran más agonizantes que cualquier dolor
que hubiera experimentado antes.”
“
Vive, María. Vive por tu familia. Lucha por tu familia. Y sobrevive por todos
ellos.”
“El
hambre en su estado más puro nunca dejaba de carcomerme, pero el hambre de
calor humano era un dolor penetrante que atravesaba las profundidades de mi ser.
Bastaba un solo gesto para aliviar mi agonía.”
Saludos y nos vemos en los libros.