martes, 7 de abril de 2020

EL PASEO DE LOS CANADIENSES de Amelia Noguera







Título: El paseo de los canadienses

Autora: Amelia Noguera

Editorial: Berenice

Nº de páginas: 384

Primera edición: noviembre 2019

ISBN: 978-84-18089015

Género: narrativa, histórica


Autora

Amelia Noguera nació en Madrid. Estudió Ingeniería Informática, trabajó como analista, fue directora de revistas técnicas y enseguida orientó su carrera profesional al ámbito de la traducción. Posteriormente comenzó a cursar el Grado de Humanidades en la Universidad Carlos III de Madrid, donde estudia, entre otras materias, Teoría Literaria, Literatura y Literatura Comparada. Actualmente se dedica a la escritura. En 2012 autopublicó su primera Novela en formato digital, Escrita en tu nombre, a la que le siguió La pintora de estrellas, con las que alcanzó el número uno entre los libros más vendidos de sus categorías en Amazon. Otras obras suyas son Prométeme que serás delfín y Oscuridad.

Sinopsis

Desde el exilio, Azucena, ya anciana, narra cómo ella y Martina, la nieta de la rica propietaria de una fábrica de naranjas, se convirtieron en amigas inseparables en la llamada “carretera de la muerte”. El general franquista Queipo de Llano se disponía a tomar Málaga y, sin armas ni apoyo del gobierno, los milicianos republicanos desertaron. Miles de mujeres, niños y ancianos emprendieron entonces una huida desesperada hacia Almería por la carretera que bordeaba el mar: el hoy conocido como Paseo de los Canadienses.

Junto al emotivo y hermoso relato de amistad, un nutrido elenco de personajes, reales en su mayoría, completan el riquísimo entramado histórico: un piloto italiano que ametralló a quienes “corrían”; el escritor y filósofo Arthur Koestler, condenado a muerte por Queipo; el periodista canadiense que acompañó al médico Norman Bethune en el auxilio de los refugiados; una enfermera del Socorro Rojo Internacional que los atendió en Almería... Sus diferentes puntos de vista brindan al lector el caleidoscopio veraz y desgarrador de quienes vivieron aquella masacre. Esta memorable novela de Amelia Noguera nos sumerge en un episodio lastimosamente olvidado de nuestra Guerra Civil y presta voz a sus víctimas, unas y otras.

Opinión

La novela que traigo hoy quería leerla desde que supe de qué trataba, ya que es una parte de nuestra Historia que me toca de cerca, porque vivo en el camino que tuvieron que recorrer tantas personas durante la guerra civil huyendo desde Málaga hacia Almería. La llamada desbandá.

El hecho de vivir aquí ha supuesto que yo conozca más unos hechos que considero que son desconocidos por mucha gente. Se ha hablado poco de lo que pasó y mi generación y posteriores no han conocido que aquí se produjo una matanza tan grande o más que la tan conocida y nombrada, como es Guernica. Muchas veces me he preguntado por qué Pablo Picasso no pintó la matanza que se produjo en su tierra, y sin embargo si pintó la matanza de civiles que se produjo en Guernica. Por todo ello tenía muchas ganas de leer este libro que me ha dejado una compañera bloguera.

La historia nos la cuenta en primera persona Azucena una de las protagonistas, una mujer ya mayor que rescata sus recuerdos para que una escritora escriba y de a conocer al mundo lo que ocurrió durante aquellos días.

En casa de los Ortega, una familia bien, la matriarca, doña Ángela se ocupa de cuidar a los suyos de la mejor forma posible hasta que Málaga sea tomada por las tropas de Franco y ella pueda recuperar sus numerosos bienes. Azucena, una cría de ocho e Isabel, su madre embarazada, tienen que salir rápidamente de la ciudad por algo que ha ocurrido y dirigirse a casa de la hermana de su abuela en un pueblo de la costa oriental malagueña.

Ellas dos no huyen como tantos otros que corren para salvar la vida por sus ideas, pero se verán expuestas al igual que ellos al bombardeo sistemático que sufrirá esa carretera. Entre las rocas de la cercana sierra y los altos acantilados sobre el mar pronto se convierte en una ratonera para todos ellos. La aviación alemana e italiana, y posteriormente el bombardeo desde los barcos a poca distancia de la costa, matarán sistemáticamente a niños y mujeres que son sobre todo los que se intentan escapar por ella. Todos ellos son civiles, allí no había soldados defendiendo, allí lo único que había eran familias con críos y ancianos que se iban escapando de las posibles represalias que tomarán cuando las tropas franquistas lleguen a Málaga.

Entre los montones de muertos, el miedo y el horror, las circunstancias van a hacer que se encuentren con Martina, otra cría de su edad y su madre, Fernanda, una antigua conocida de su madre, de distinta clase social. La atracción de las chiquillas y la confianza ciega que tienen la una en la otra es lo que las salva de la barbarie. Ese cariño y esa amistad se van a seguir desarrollando una vez que llegan, contra todo pronóstico, a Almería, y cuando posteriormente vuelven a Málaga, una vez que Almería se convierte otra vez en una encerrona.

La vuelta a Málaga las lleva a lo más cruento del día después, donde el miedo, la venganza de los franquistas será el pan nuestro de cada día. Mientras algunos se sentirán exaltados por las proclamas continuas de Queipo de Llano, otros asistirán horrorizados a lo que ellos creían que sería el cambio, la vuelta a la normalidad. Bastará con que haya existido alguna rencilla o cualquier tipo de enfrentamiento para que nadie pueda sentirse a salvo y pueda acabar muerto en las tapias del cementerio.

La humillación a los vencidos, sobre sus mujeres, sobre todo, a las que solo consideran cosas sobre las que descargar la ira y el rencor, me ha parecido realmente atroz.

La narración principal la va a llevar, como ya os he dicho, Azucena, quien va a volcar los sentimientos que tuvo en esa carretera cuando fue testigo de la muerte, el dolor y la desolación. La autora va a ir intercalando los testimonios de otros personajes, de ambos bandos, contando lo que vivieron y sintieron aquellos días, cuando de una u otra forma formaron parte de la vida de las cuatro protagonistas. Así sabremos qué sintieron médicos, soldados franquistas, milicianos, enfermeras. Y acabaremos sabiendo el porqué del nombre de ese tramo de carretera, lleno de muerte y desolación, El paseo de los canadienses.

Leer qué pasaba por sus cabezas aquellos días, las dudas y las certezas, los motivos para actuar de una u otra manera, hacen que intentes ponerte en su piel, en intentar comprender por qué actuaron como lo hicieron y de qué forma les han acompañado sus recuerdos a lo largo de los años. Ha habido cosas que he podido entender, otras no.

Los personajes me han llegado al corazón, la fuerza de Marina, el honor de Azucena, la de altivez de Isabel, el orgullo de Fernanda. La increíble fortaleza y lealtad de doña Ángela que es capaz de cualquier cosa por sus ideales, que no son ni de aquí ni de allí sino de sentido común. Son muy grandes.

La ambientación histórica está muy lograda y perfectamente documentada con numerosa bibliografía que adjunta al final. Reconocer los lugares, los sitios que fueron bombardeados, ese puente donde hubo tanta destrucción, en mi caso, ha sido un aliciente más para su lectura

Como dije al principio, es una parte de nuestra historia, poco conocida y considero que debería serlo más, en conocer la barbarie y reconocer los errores está nuestro futuro.

En definitiva, una novela muy bien narrada y construida, con unos personajes firmes y sólidos que nos va a aportar valiosa información sobre nuestro pasado, sin regodearse en la miseria, exponiendo lo que supone una guerra y una posguerra llena de represalias, en la que, a pesar de todo el horror, los sentimientos de hermandad, amistad, lealtad y la esperanza son los que permanecen en la memoria. Muy recomendable.

“El silencio no siempre es una losa, a veces es la única forma de sobrevivir. La manera más digna de no destruirte a ti mismo.”

“Nunca pude olvidarlos, todos eligieron su destino al quedarse o huir, y toda mi vida he sentido que cada decisión que tomaba me ponía en la misma encrucijada. Esa es una magnífica metáfora de la vida, aunque sin trimotores reales ametrallando.”

Saludos y seguid leyendo