Autora: Amelia Noguera
Editorial:
Berenice
Nº de páginas:
384
Primera edición: noviembre
2019
ISBN: 978-84-18089015
Género: narrativa,
histórica
Autora
Amelia Noguera nació en Madrid. Estudió Ingeniería
Informática, trabajó como analista, fue directora de revistas técnicas y
enseguida orientó su carrera profesional al ámbito de la traducción.
Posteriormente comenzó a cursar el Grado de Humanidades en la Universidad
Carlos III de Madrid, donde estudia, entre otras materias, Teoría Literaria,
Literatura y Literatura Comparada. Actualmente se dedica a la escritura. En
2012 autopublicó su primera Novela en formato digital, Escrita en
tu nombre, a la que le siguió La pintora de estrellas, con las
que alcanzó el número uno entre los libros más vendidos de sus categorías en
Amazon. Otras obras suyas son Prométeme que serás delfín y Oscuridad.
Sinopsis
Desde el exilio, Azucena, ya anciana, narra cómo ella y Martina, la nieta de la rica propietaria de una fábrica de naranjas, se convirtieron en amigas inseparables en la llamada “carretera de la muerte”. El general franquista Queipo de Llano se disponía a tomar Málaga y, sin armas ni apoyo del gobierno, los milicianos republicanos desertaron. Miles de mujeres, niños y ancianos emprendieron entonces una huida desesperada hacia Almería por la carretera que bordeaba el mar: el hoy conocido como Paseo de los Canadienses.
Junto al emotivo y hermoso relato de amistad, un nutrido elenco de personajes, reales en su mayoría, completan el riquísimo entramado histórico: un piloto italiano que ametralló a quienes “corrían”; el escritor y filósofo Arthur Koestler, condenado a muerte por Queipo; el periodista canadiense que acompañó al médico Norman Bethune en el auxilio de los refugiados; una enfermera del Socorro Rojo Internacional que los atendió en Almería... Sus diferentes puntos de vista brindan al lector el caleidoscopio veraz y desgarrador de quienes vivieron aquella masacre. Esta memorable novela de Amelia Noguera nos sumerge en un episodio lastimosamente olvidado de nuestra Guerra Civil y presta voz a sus víctimas, unas y otras.
Sinopsis
Desde el exilio, Azucena, ya anciana, narra cómo ella y Martina, la nieta de la rica propietaria de una fábrica de naranjas, se convirtieron en amigas inseparables en la llamada “carretera de la muerte”. El general franquista Queipo de Llano se disponía a tomar Málaga y, sin armas ni apoyo del gobierno, los milicianos republicanos desertaron. Miles de mujeres, niños y ancianos emprendieron entonces una huida desesperada hacia Almería por la carretera que bordeaba el mar: el hoy conocido como Paseo de los Canadienses.
Junto al emotivo y hermoso relato de amistad, un nutrido elenco de personajes, reales en su mayoría, completan el riquísimo entramado histórico: un piloto italiano que ametralló a quienes “corrían”; el escritor y filósofo Arthur Koestler, condenado a muerte por Queipo; el periodista canadiense que acompañó al médico Norman Bethune en el auxilio de los refugiados; una enfermera del Socorro Rojo Internacional que los atendió en Almería... Sus diferentes puntos de vista brindan al lector el caleidoscopio veraz y desgarrador de quienes vivieron aquella masacre. Esta memorable novela de Amelia Noguera nos sumerge en un episodio lastimosamente olvidado de nuestra Guerra Civil y presta voz a sus víctimas, unas y otras.
Opinión
La novela que traigo hoy quería leerla desde que supe
de qué trataba, ya que es una parte de nuestra Historia que me toca de cerca, porque
vivo en el camino que tuvieron que recorrer tantas personas durante la guerra
civil huyendo desde Málaga hacia Almería. La llamada desbandá.
El hecho de vivir aquí ha supuesto que yo conozca más unos
hechos que considero que son desconocidos por mucha gente. Se ha hablado poco
de lo que pasó y mi generación y posteriores no han conocido que aquí se
produjo una matanza tan grande o más que la tan conocida y nombrada, como es Guernica.
Muchas veces me he preguntado por qué Pablo Picasso no pintó la matanza que se
produjo en su tierra, y sin embargo si pintó la matanza de civiles que se
produjo en Guernica. Por todo ello tenía muchas ganas de leer este libro que me
ha dejado una compañera bloguera.
La historia nos la cuenta en primera persona Azucena
una de las protagonistas, una mujer ya mayor que rescata sus recuerdos para que
una escritora escriba y de a conocer al mundo lo que ocurrió durante aquellos
días.
En casa de los Ortega, una familia bien, la matriarca,
doña Ángela se ocupa de cuidar a los suyos de la mejor forma posible
hasta que Málaga sea tomada por las tropas de Franco y ella pueda recuperar sus
numerosos bienes. Azucena, una cría de ocho e Isabel, su madre
embarazada, tienen que salir rápidamente de la ciudad por algo que ha ocurrido y
dirigirse a casa de la hermana de su abuela en un pueblo de la costa oriental malagueña.
Ellas dos no huyen como tantos otros que corren para
salvar la vida por sus ideas, pero se verán expuestas al igual que ellos al
bombardeo sistemático que sufrirá esa carretera. Entre las rocas de la cercana
sierra y los altos acantilados sobre el mar pronto se convierte en una ratonera
para todos ellos. La aviación alemana e italiana, y posteriormente el bombardeo
desde los barcos a poca distancia de la costa, matarán sistemáticamente a niños
y mujeres que son sobre todo los que se intentan escapar por ella. Todos ellos son
civiles, allí no había soldados defendiendo, allí lo único que había eran
familias con críos y ancianos que se iban escapando de las posibles represalias que tomarán
cuando las tropas franquistas lleguen a Málaga.
Entre los montones de muertos, el miedo y el horror,
las circunstancias van a hacer que se encuentren con Martina, otra cría
de su edad y su madre, Fernanda, una antigua conocida de su madre, de
distinta clase social. La atracción de las chiquillas y la confianza ciega que tienen
la una en la otra es lo que las salva de la barbarie. Ese cariño y esa amistad
se van a seguir desarrollando una vez que llegan, contra todo pronóstico, a
Almería, y cuando posteriormente vuelven a Málaga, una vez que Almería se
convierte otra vez en una encerrona.
La vuelta a Málaga las lleva a lo más cruento del día
después, donde el miedo, la venganza de los franquistas será el pan nuestro de cada
día. Mientras algunos se sentirán exaltados por las proclamas continuas de
Queipo de Llano, otros asistirán horrorizados a lo que ellos creían que sería
el cambio, la vuelta a la normalidad. Bastará con que haya existido alguna
rencilla o cualquier tipo de enfrentamiento para que nadie pueda sentirse a salvo
y pueda acabar muerto en las tapias del cementerio.
La humillación a los vencidos, sobre sus mujeres,
sobre todo, a las que solo consideran cosas sobre las que descargar la ira y el
rencor, me ha parecido realmente atroz.
La narración principal la va a llevar, como ya os he
dicho, Azucena, quien va a volcar los sentimientos que tuvo en esa carretera
cuando fue testigo de la muerte, el dolor y la desolación. La autora va a ir
intercalando los testimonios de otros personajes, de ambos bandos, contando lo
que vivieron y sintieron aquellos días, cuando de una u otra forma formaron
parte de la vida de las cuatro protagonistas. Así sabremos qué sintieron médicos,
soldados franquistas, milicianos, enfermeras. Y acabaremos sabiendo el porqué
del nombre de ese tramo de carretera, lleno de muerte y desolación, El paseo de
los canadienses.
Leer qué pasaba por sus cabezas aquellos días, las
dudas y las certezas, los motivos para actuar de una u otra manera, hacen que
intentes ponerte en su piel, en intentar comprender por qué actuaron como lo
hicieron y de qué forma les han acompañado sus recuerdos a lo largo de los
años. Ha habido cosas que he podido entender, otras no.
Los personajes me han llegado al corazón, la fuerza de
Marina, el honor de Azucena, la de altivez de Isabel, el orgullo de Fernanda.
La increíble fortaleza y lealtad de doña Ángela que es capaz de cualquier cosa
por sus ideales, que no son ni de aquí ni de allí sino de sentido común. Son
muy grandes.
La ambientación histórica está muy lograda y
perfectamente documentada con numerosa bibliografía que adjunta al final. Reconocer
los lugares, los sitios que fueron bombardeados, ese puente donde hubo tanta
destrucción, en mi caso, ha sido un aliciente más para su lectura
Como dije al principio, es una parte de nuestra historia,
poco conocida y considero que debería serlo más, en conocer la barbarie y
reconocer los errores está nuestro futuro.
En definitiva, una novela muy bien narrada y construida,
con unos personajes firmes y sólidos que nos va a aportar valiosa información
sobre nuestro pasado, sin regodearse en la miseria, exponiendo lo que supone
una guerra y una posguerra llena de represalias, en la que, a pesar de todo el
horror, los sentimientos de hermandad, amistad, lealtad y la esperanza son los
que permanecen en la memoria. Muy recomendable.
“El silencio no siempre es una losa, a
veces es la única forma de sobrevivir. La manera más digna de no destruirte a
ti mismo.”
“Nunca pude olvidarlos, todos eligieron su
destino al quedarse o huir, y toda mi vida he sentido que cada decisión que
tomaba me ponía en la misma encrucijada. Esa es una magnífica metáfora de la
vida, aunque sin trimotores reales ametrallando.”