jueves, 4 de febrero de 2016

EL COMENSAL de Gabriela Ybarra

Tí­tulo: El comensal

Autora: Gabriela Ybarra

Editorial: Caballo de Troya

Primera edición: Junio 2015

Nº Pag: 176

ISBN: 9788415451556

Género: Narrativa actual, autobiografía



Autora

Gabriela Ybarra nació en Bilbao en 1983. Es licenciada en administración y dirección de empresas por la Universidad Pontificia de Comillas y máster en marketing en la Universidad de Nueva York, ciudad en la que vivió tres años. Actualmente reside en Madrid, donde trabaja analizando redes sociales y elaborando estudios de mercado. El comensal es su primera novela


Sinopsis

Una novela autobiográfica en la que la autora trata de comprender su relación con la muerte y la familia a través del análisis de dos sucesos: el asesinato de su abuelo a manos de ETA y el fallecimiento de su madre. La muerte es un acontecimiento de primer orden. Cuando la parca se lleva a un ser querido heredamos lo que quedó sin resolver, y el dolor, o la liberación, que acarrea el deceso se extiende en el tiempo hasta que el vivo asume no sólo la desaparición del otro, sino también parte de la suya propia en la medida en que estamos hechos de retazos de los demás. En esta novela autobiográfica Gabriela Ybarra trata de comprender su relación con la muerte y la familia a través del análisis de dos sucesos: el asesinato de su abuelo en 1977 a manos de ETA y el fallecimiento de su madre en 2011 por un cáncer. Así, la primera parte de El comensal es una reconstrucción libre (por tanto, no esconde la parte de ficción de toda memoria) del secuestro y posterior asesinato del empresario español Javier de Ybarra, quien también fue alcalde de Bilbao y presidente de la Diputación de Vizcaya durante el régimen franquista. Aunque esta muerte ha sacudido a todo el clan familiar (los padres de la protagonista tienen que abandonar el País Vasco y convivir con un escolta), no es hasta que la madre de la narradora enferma fatalmente que los duelos no hechos y las herencias políticas no asumidas (a veces por ignorancia) estallan.

El comensal es una novela importante por dos cosas: la narración de un conflicto histórico desde un lugar personal procurando la huida del victimismo y el reconocimiento de la importancia que tiene el hacer visible la muerte para asumirla. Acostumbrados como estamos a que los procesos de deterioro y fin de la vida se escondan, la novela sorprenderá por lo que tiene de reconciliación con la enfermedad, que aquí es relatada con luminosidad y sin puritanismo ni autocompasión.



Opinión

Cuentan que en mi familia siempre se sienta un comensal de más en cada comida. Es invisible, pero está ahí. Tiene plato, vaso y cubiertos. De vez en cuando aparece, proyecta su sombra sobre la mesa y borra a alguno de los presentes.

El libro que traigo hoy tiene una portada con un resumen que deja poco a la imaginación, algo que no me gusta demasiado. Me llaman las sinopsis de los libros que insinúan, no que cuentan tanto.

Y como dice, se trata de una historia autobiográfica, en la que la protagonista Gabriela Ybarra, se acerca a la muerte de dos seres queridos que han marcado su vida.
La muerte de su madre por cáncer hace que ella y los suyos se vean enfrentados a un suceso que no creen probable, que pensaban que los esquivaría, y ella tratando de entender el proceso de duelo y la muerte, se irá hacia atrás en busca de los recuerdos de su padre en la muerte de su abuelo.

Googleando, internet estará presente a lo largo de toda la narración, como es lógico en una chica de la generación de las redes sociales, irá al pasado y a camino entre diario y crónica periodística nos contará el secuestro de su abuelo.

El 20 de mayo de 1977 a punta de pistola un comando de ETA formado por cuatro personas secuestraba al industrial Javier Ybarra en presencia de toda su familia. Pidieron a cambio de su vida una cantidad desorbitada de dinero para aquella época, 1000 millones de pesetas, que les resultó imposible reunir. El posterior asesinato de su abuelo, las veladas amenazas, el ambiente inquietante, de miedo rasposo y gélido a un nuevo secuestro o asesinato hace que tras tener que vivir rodeados de escoltas, decidan dejar Neguri y trasladarse a Madrid en 1995.

Cuando ella está viviendo en Nueva York con una libertad que hasta ahora no había notado, se tiene que enfrentar como una bofetada al diagnóstico de cáncer de colon de su madre, un cáncer que no admiten desde el principio, ni su madre, tan sólo tiene 52 años, como la familia. No va a ocurrir nada será el mantra que los envolverá. Pero la negación no será suficiente y su madre morirá.

Gabriela con un ejercicio de contención y de evasión se centrará en buscar una vez más en san google información sobre el muchacho que envió un paquete bomba a su padre.
Son hechos que le causan dolor y estupefacción a la vez, porque los nota ajenos, ella no parece sentir ni odio ni rencor, realmente no sé si éso supone perdón. Supongo que sí.
Como parte del proceso de duelo realizará al año siguiente un periplo por todos los lugares que compartió en los últimos días de su madre.

Lo que más me ha sorprendido en este libro ha sido la frialdad, la distancia, no he logrado conectar con la protagonista porque me ha parecido demasiado contenida, demasiado medida en los sentimientos.
Hay un dolor sordo y mantenido, lleno de silencios, abrupto, desgarrador pero me ha resultado ajeno.

Por todo lo demás, un debut muy interesante, la escritura es limpia, pulcra y bien trazada. Los temas tanto el ambiente del País Vasco, el abandono de la lucha armada y la nueva sociedad, el cáncer y la superación de miedos y dolores muy interesantes.

Me gustaría mucho conocer otras opiniones sobre el libro, de gente de a pie. A nivel mediático ha tenido una gran cobertura.


Durante los años más duros de principios de los ochenta, los llamados de plomo, los vecinos simulan que no pasa nada: juegan al tenis, toman el aperitivo, salen a navegar y visitan los merenderos de Berango. La tensión se esconde. Un coche en llamas, un muerto y a las pocas horas todo vuelve a parecer normal



Saludos y a leer.

miércoles, 3 de febrero de 2016

PROMESAS DE ARENA de Laura Garzón

Título: Promesas de arena

Autora: Laura Garzón

Editorial: Roca editorial

Primera Edición: 18/06/2015

Año de edición: 2015 

Páginas: 186

ISBN: 978-84-9918-940-6

Género: Narrativa, novela





Autora

Laura Garzón Córdoba es Licenciada en Publicidad y RRPP. Empezó en la revista de la movida madrileña La Luna. Luego, publicó varios cuentos infantiles como Un caracol dorado y La chicharra gritona.
Actualmente es redactora publicitaria y creadora de spots para diversas multinacionales.
Con promesas de arena, su primera novela, ha sido galardonada con el Premio Internacional de Narrativa Marta de Mont Marçal 2015.




Sinopsis

Lucía acaba de terminar su carrera y viaja a Palestina como cooperante de una ONG. Está llena de ilusiones, de buenos propósitos, pero lo que encuentran en los Campos de refugiados rompe todas sus ideas preconcebidas. Las carencias rozan el límite de la supervivencia y nadie les espera, ni espera nada de ellos. En los campos de refugiados no sólo hay intereses altruistas, las facciones político-religiosas mantienen una lucha de poder constante entre sí y contra su enemigo Israel y por extensión Occidente.

Lucía se encontrará con los dos polos humanos que imperan en los Campos: quiénes lo dan todo, como Fathia y Hamid; y con el Halcón, un palestino de padre inglés, educado en diferentes países, y con un magnetismo y atractivo que subyuga perdidamente a la joven cooperante. Descubrir quién es este hombre en realidad le va a costar muy caro a Lucía. Su pasión le alcanzará la gloria y la arrastrará al abismo.
Sólo el amor y la tolerancia pueden trazar rutas entre la violencia, la desolación y el odio.

Opinión

Conocí a la autora en las redes sociales, y como consecuencia de una lectura conjunta de un grupo de blogueras bastante locuelas pertenecientes a una secta literaria. Me dio una alegría muy grande poder leer su libro. Me adelanté, tal cual me llegó lo leí casi del tirón. Pero no es un libro que se haga fácil de reseñar, al menos para mí no lo ha sido. Son sentimientos muy profundos los que despierta, o más bien hace patentes la ausencia de ellos.

La protagonista principal es Lucía quien en primera persona nos va a ir contando su historia. Ella es una joven española que decide hacer un voluntariado de seis meses en una de las zonas más conflictivas del planeta: La Franja de Gaza, donde a diario se matan israelíes y palestinos bajo la supervisión y total pasividad del mundo, un mundo en el que la ONU es su representante, y los derechos de veto están al orden del día. Os parecerá extraña mi expresión, pero es como yo lo veo. Se graban y se emiten las imágenes de bombardeos y asesinatos, y nadie hace nada. Todo se realiza con total impunidad, tanto de uno como de otro lado.
No he podido dejar de preguntarme cómo será vivir ahora en aquellas condiciones, con la radicalización que se está sufriendo en estos días. La labor de los cooperantes, y sobre todo la de las mujeres en las circunstancias actuales, debe ser realmente difícil, y es poco conocida.

Lucía formará parte de un grupo de cooperantes, entre los cuales se encuentra su mejor amigo, Jaime. Llegará a los campamentos de refugiados palestinos en Rafah en al año 2005, antes de que el conflicto se recrudeciera, y mucho antes de que los cooperantes fueran mediáticos.
Al llegar sufrirá un shock, porque las cosas son mucho más duras de lo que parecen, y no todo el mundo está preparado para ello, las apuestas sobre quien aguantará y cuánto tiempo son la diversión del campamento. Un campo de refugiados sin recursos, donde hasta lo más simple es complicado de conseguir. Las luchas internas entre las dos líneas árabes en lucha por el poder son tan cruentas como las que llevan a cabo los israelíes, y Lucía se verá obligada a cargar sobre sus hombros unas responsabilidades para las que no estaba preparada. La miseria, el miedo y el dolor son el pan nuestro de cada día en ese lugar. La esperanza es algo difícil de encontrar y cuando se halla, los hálitos de vida se aferran a ella con una fuerza inesperada.

No todos los cooperantes serán capaces de aguantar esas condiciones, pero los que lo hacen, cuando vuelven son mucho más conscientes de aquello que han dejado atrás.
Lucía encuentra en el hospital, en circunstancias extremas, la sólida amistad de la enfermera jefe Fathia, de origen beduino. Con ella aprenderá a conocer a la gente con la que ahora vive, y creará unos vínculos tan fuertes que el resto de sus convicciones se desmoronarán.

También conocerá a el Halcón, Hayzam, un hombre atractivo, seductor y peligroso que es un enlace entre la franja y el exterior. Conoce a todos y es capaz de todo, tiene principios, pero sólo los suyos. Lucía conocerá con él la parte dulce entre tanta sordidez.

Con estas bases, la autora levanta una novela pequeña en tamaño, pero de una gran intensidad. Hay una gran historia de amor, pero para mí no es una historia romántica. Yo veo en ella un inmenso canto a la Amistad. A esa amistad en la que se rompen barreras, prejuicios, tradiciones y todo lo que ello conlleva. Es una amistad más allá de la muerte, de la guerra y de la paz, en la que la generosidad y la entrega llegan a sus cotas más altas. Llegará un punto en el que el amor y el dolor son tan grandes que el nudo que se hará en tu garganta, te podrá. Y sentirás envidia probablemente de que éso exista, aunque…o debido precisamente a esas circunstancias tan extremas.

Te quedas prendada de la historia y de los personajes y cuando llegas al final, te das cuenta de que estás ante una gran novela que ha ganado un merecido premio, porque escribir un libro tan lleno de sentimiento, tan gráfico y que se lea tan fácilmente tiene mérito.

No puedo más que recomendarla encarecidamente.




Gracias a las personas que organizaron la lectura conjunta, y a la autora, por estar a la disposición de todos los que queríamos saber más.

Saludos y a leer.