Autor: David Crespo
Editorial: Suma
Primera
edición:
Septiembre de 2017
Nº de páginas: 273
ISBN: 9788491291367
Género: Narrativa
Autor
David
Crespo (Barcelona, 1972) después realizar estudios de diseño gráfico y
pintura acabó en la facultad de filosofía, donde tras licenciarse y ser becado
por el Departamento de Filosofía Teorética y Práctica, obtuvo la solvencia de
investigación gracias una tesina en la que trazaba vínculos entre Ortega y
Gasset, el problema de la especialidad y la teoría de sistemas. Actualmente es
profesor interino de filosofía.
El jardín de
Sonoko es
su primera novela y la realización de una vocación que no ha hecho más que
crecer con el paso de los años.
Sinopsis
Una
historia de amor poco convencional. Una fábula moderna ambientada en un Japón
mágico que nos enseña que hay seres abocados a estar juntos pase lo que pase.
Kaoru,
un vendedor de zapatos de Kioto, se sirve de la maniática regularidad con que
rige su vida como escudo protector frente al mundo, pero sobre todo frente a
sus propios recuerdos, los que le llevaron a pasar cinco años aislado en una
habitación.
Y
todo funciona según lo previsto hasta que su compañera de trabajo, Sonoko,
inesperadamente le invita a salir. A la mañana siguiente, y por primera vez en
tres años, Kaoru, olvidará tomar dos de sus cinco tazas de té, levísimo primer
síntoma de un imparable efecto mariposa que le obligará a desenroscarse de
forma traumática para ir en busca de su destino, ese invisible hilo rojo que
como reza la leyenda, conecta a aquellos que están destinados a encontrarse,
sin importar tiempo, lugar o circunstancias.
Opinión
El
de hoy es un libro extraño que me llamó mucho la atención por su preciosa
portada y por la leyenda del hilo rojo que se ve sutilmente reflejada en ella.
El
protagonista es Kaoru Nakamura un
joven japonés de veintiocho años que trabaja en la sección de zapatería de unos
grandes almacenes. Nos cuenta su despertar y cómo desde el mismo momento en el
que abre los ojos toda su vida está sometida a una estricta rutina que tiene
todo controlado al milímetro. Desde el número de tazas de té que se tomará, al
tiempo que tardará en realizar cada cosa y la gente con la que se encontrará
cada día de camino a su trabajo. Nos contará el porqué se decidió a optar por
ese empleo que lo mantiene en una burbuja en la que todo está controlado. Va a
ir narrándonos sus ansias de vivir en armonía y en paz tras haber pasado cinco
años de su vida como hikikomori, un trastorno que sufren algunas
personas, sobre todo en Japón, que hacen que aquellos que lo sufren se recluyan
en una habitación de su casa y vivan ajenos a todo contacto exterior.
Cuando
Sonoko, su compañera de trabajo por la que se siente ligeramente atraído
lo invita a un karaoke de repente ve que su mundo cuadriculado tiene una ligera
grieta que lo afectará aún más cuando al día siguiente en su rutina de caminar
sea espectador de un accidente de tráfico. Desde ese momento se verá forzado a
salir de su zona de confort y comenzará a vivir de verdad de nuevo.
Se
trata de una historia de amor atípica en la que el autor nos lleva a Japón con
unas actitudes que son típicas de aquella cultura, pero que sin embargo cuando
lo miras desde fuera podría ocurrir en cualquier lugar porque no se producen
demasiadas descripciones de lugares en concreto.
Me
debato entre las distintas sensaciones que me ha producido, sorpresa quizá ha
sido la más fuerte porque no entendía al protagonista ni su actitud inicial ni
las cosas que posteriormente le van sucediendo, así como las casualidades que
se van encadenando hasta llegar a un final que cogido del hilo rojo del destino
acaba dejándote con la boca abierta.
Ha
sido un libro que me llevado a una situación que me ha parecido muy dulce
cuando él parece abrir los ojos, cuando espera, cuando busca, cuando tiene
esperanza, pero me ha parecido demasiado extraña su relación con Sonoko y su
familia y quizá esto es lo que me ha chirriado más de la historia. Es una
sensación extraña como si pasases de la realidad a una fantasía en la que
aparecen unos personajes que me resultaba difícil creer, pero a la vez no
puedes parar de leer.
Me
quedo con el que creo que es el mensaje que nos quiere trasmitir el autor y es
la necesidad de salir a buscar al mundo y la vida, no limitarnos a sobrevivir
en una burbuja, porque la burbuja se puede convertir en nuestra mortaja.
Saludos
y a disfrutar leyendo.