miércoles, 19 de abril de 2017

LOS DIAS IGUALES DE CUANDO FUIMOS MALAS de Inma López Silva


Título: Los días iguales de cuando fuimos malas

Autor: Inma López Silva

Editorial: Lumen

Primera edición: 1 de enero de 2017.

Nº páginas: 360

ISBN: 9788426403414

Género: Narrativa, intriga.



Autora

Inma López Silva nació en Santiago en 1978. Es escritora y crítica teatral. Se dio a conocer en 1996 con la novela Neve en abril, y pronto obtuvo el reconocimiento del público y la crítica a través de los premios más importantes de la literatura gallega: en 2002 el Premio Xerais de Novela por Concubinas, y en 2008 el Premio Blanco Amor, entre otros, por Memoria de ciudades sin luz.

También pertenecen a su obra narrativa las dos colecciones de relatos Rosas, corvos e cancións y Tinta, la novela cómica No quiero ser Doris Day, así como New York, New York, un texto sobre su vida en Manhattan, y Maternosofía, un ensayo escrito al hilo de su primera maternidad. Los días iguales de cuando fuimos malas, publicada en gallego hace pocos meses, es su novela más reciente y ya ha cosechado el reconocimiento de la crítica y el público de su tierra. Con este espléndido trabajo, la autora se incorpora al catálogo de Lumen.

Inma López Silva es también columnista, traductora de las obras dramáticas de Albert Camus y Jean Genet y autora de una extensa producción ensayística centrada en el teatro.

Sinopsis

Ahí están, charlando en el patio o desfilando en el comedor a la espera de que una compañera les llene un plato de sopa triste. Parecen iguales, presas sin más, pero basta con mirar despacio y afinar el oído para descubrir mundos distintos: Margot, cansada de vender su cuerpo por las calles de la ciudad, se toma un descanso entre rejas. Valentina ha llegado de Colombia con un niño en brazos y muchas preguntas en la mochila. Sor Mercedes cumple su condena con fervor religioso y sin remordimientos. Laura quiso ser bailarina, pero otro destino se impuso, y a menudo contempla la vida entera como si fuera una condena.
Junto a ellas está la escritora, una mujer discreta que emborrona papeles e intenta olvidar locuras pasadas. ¿Qué habrá en estos folios? Nadie sabe, nadie pregunta, pero las historias se cruzan y las páginas ahí están para descubrir qué hay detrás de estos días iguales que se vuelven únicos, espléndidos, en las manos de Inma López Silva.

Opinión

El libro del que hoy os hablo es uno de esos que llegan a ti por una casualidad y por el azar y de repente ves cómo te sacuden por dentro, porque es muy difícil que una vez que lo has leído no hayas notado como se han removido las entrañas, porque las historias que esconde te dan un mordisco en el estómago y difícilmente podrás permanecer impasible.

Aquí tenemos una historia de mujeres, de cinco mujeres que por distintas causas acaban en la cárcel, todas ellas van a ser culpables y estarán ahí porque la ley lo dictamina, y ahora nos corresponde a nosotros dilucidar si eso es justo o no. Porque precisamente lo que aquí se pone en cuestión es la justicia de la vida, no la de las leyes, o al menos es eso lo que me ha parecido a mí.

Tenemos a cinco mujeres cuyas vidas, cruel reflejo de la sociedad actual, han acabado en la cárcel pontevedresa de A Lama. Probablemente si en un momento dado pones la televisión o coges un periódico allí puede estar escrita su historia, y es que su vida es la propia actualidad.

La persona que nos narra es una ex reclusa, Inma La Escritora, que con un amor inmenso, de esos que duelen solo al leerlo va escribiendo a modo de terapia lo que sintió mientras estuvo en la cárcel, y su estado actual en el que no encuentra la inspiración y desgrana sus palabras para que las lea su pareja. Resulta desgarradora la dependencia que tiene ahora mismo de ese amor que le aporta las ganas de seguir viviendo y sorprende curiosamente la poca conexión que tiene durante su estancia en la cárcel, su desapego y cierta apatía hacia las demás reclusas y sin embargo la fuerza que tienen sus reflexiones. No conoceremos el motivo de su encierro hasta bien entrada la novela.

Compañera de reclusión también ha sido Sor Mercedes, una monja y enfermera que arrebató sin ningún pudor hijos a sus padres para dárselos a otras familias más adineradas, esterilizó a mujeres sin su consentimiento y no hay un ápice de de arrepentimiento en ella. Mi relación con ella es difícil de describir, aunque la ira ha sido lo que más relevante, también he sentido compasión por ella en algunos momentos, y cuando la sentía, un halo de culpabilidad me sobrevolaba.

Otra de las reclusas es Margot, gitana de nacimiento, casada por obligación y desterrada de los suyos por haber dado a luz a un niño rubio de ojos verdes al que le arrebataron al nacer y después de dejarla medio muerta en la puerta de un hospital. Aún se pregunta por su madre y su perdón. Desde entonces alterna prostitución y carterismo para sobrevivir y estancias en la cárcel que casi le suponen unas vacaciones de sus tratos con sus clientes. Su sueño, vivir algún día en París y poder abrazar a ese hijo arrebatado. Su historia y lo que hay hasta su llegada al mundo de la delincuencia hace que te den ganas de chillar.

La cuarta reclusa es Valentina, alias Carabonita, una colombiana que fue violada precisamente por su belleza, no encontró apoyo ninguno en su familia y llegó a creer que fue la culpable de su propia violación. Un día sintió que no podía más, cogió a su hijo Daniel y se plantó en la ciudad más próxima donde un listo la cogió bajo su protección y la convirtió en “mula”. Su historia es desgarradora, dolorosa, intensa e inhumana. Su único objetivo conseguir reunirse con su hijo pese a quien pese y haciendo lo que haga falta. Los hombres de su vida han marcado su devenir haciendo de ella lo que es hoy.

El último personaje es Laura, una bailarina de ballet desde casi la cuna, con una trayectoria dirigida por sus padres con este fin, hasta que de repente se hartó y decidió que sería funcionaria de prisiones, nada más lejos de lo que sus padres deseaban para ella. Estudió derecho y consiguió lo que se propuso se sacó las oposiciones y entró a trabajar en la cárcel, se enamoró y se tuvo que desenamorar, y ahora vive transitando y vigilando las galerías con pasos de rítmicos.

Todas han acabado ahí, bajo ese techo, compartiendo las horas interminables siendo ellas mismas, mujeres con garra y fortaleza que por las acciones de los hombres que se han encontrado en su camino, este se ha torcido de forma ineludible. Mujeres que han sentido de una manera u otra el espíritu de la maternidad y eso ha hecho que tengan que tomar decisiones que de otra forma no hubieran tomado.

Destinos forjados con lágrimas y sonrisas, camaradería que surge de vivencias comunes, contado de forma cruda, real y bella, con frases que se marcan a fuego.

Un libro duro, actual que nos muestra vidas que se cruzan, situaciones que sin duda merece la pena leer. Una autora que tiene mucho que decir y lo dice con mimo y con crudeza y a la que que espero que se le reconozca el mérito de haber conseguido una novela tan redonda que no la podéis dejar pasar, os la recomiendo con rotundidad.

“…cuando era niña, le parecía que su padre pegaba a su madre lo normal (…). Una tortura constante, dolorosa, tenebrosa. Alimentada por el pánico de saber con absoluta seguridad que volvería a ser azotada, rota, maltratada.”

“…, también ha descubierto que cuando estás privada de libertad, todo tiempo pasado fue mejor, porque la juventud no vuelve para nadie…”

Muchas gracias a la editorial y a las organizadoras de la Yincana Criminal 2017 por el ejemplar.

Con este libro participo en la Yincana en la casilla correspondiente a uno de los personajes es abogado.

Saludos y a disfrutar leyendo

domingo, 16 de abril de 2017

NO NOS DEJAN SER NIÑOS de Pere Cervantes

Título: No nos dejan ser niños

Autor: Pere Cervantes

Editorial: Ediciones B

Primera edición: julio 2014

Edición: Círculo de Lectores

Nº de Páginas: 239

ISBN: 9788467262360

Género: Novela negra, policiaca

Autor

Pere Cervantes, nacido en Barcelona en 1971, es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona, desde 1991 trabajó para la ONU y la Unión Europea en Comisión de Servicio, y durante dos años y medio en Kosovo y Bonia Herzegovina como responsable de restablecer la convivencia entre serbios-albaneses-bosnios-croatas en un mismo territorio y planificar su seguridad. Fruto de esa experiencia escribió su primera novela Trescientos sesenta y seis lunes (Editorial Triángulo Escaleno, 2004). Es autor también de La soledad de las ballenas, Tranki pap@s y Rompeolas.
Formado como Guionista en la Academia Internacional de Cine de Barcelona, es autor de diversos cortometrajes y del guión de largometraje Triste y azul (actualmente en estudio por la productora barcelonesa Alter Ego).
Coach Profesional Certificado-CPCO por el Instituto internacional Olacoach, con experiencia profesional desde el año 2008.
Colabora en Onda Cero Castellón en los programas de las mañanas con la periodista Lorena Pardo. 

Sinopsis

Los asesinatos en la isla de Menorca de dos mujeres de edad avanzada y los idénticos escenarios donde han sido cometidos, llevan a la investigadora María Médem a la primera conclusión de una investigación compleja; hay un asesino en serie en las calles y ninguna pista fiable para detenerle.
Sobres de azúcar con inscripciones literarias, la misma canción de Raphael sonando en el ordenador de las víctimas, un olor a hierbabuena impregnado en el ambiente y una limpieza exagerada en los domicilios, son los únicos hilos desde los que tirar. 
Su pasado como investigadora de homicidios en Barcelona, las viejas amistades que revuelven su corazón y la presencia de una suegra insoportable, formarán un viaje de ida y vuelta en el que no sólo tendrá que luchar por descubrir al culpable sino también por tomar decisiones personales. 

Opinión
Tenía este libro esperando el momento adecuado y lo he encontrado con la excusa de la participación en la Yincana Criminal 2017.

La historia transcurre en la isla de Menorca y va a comenzar con el descubrimiento de los cadáveres de dos mujeres de avanzada edad, lo que en un principio parecía un suicidio no es tal, sobre todo cuando se encuentran determinados indicios que hacen dudar, en los dos lugares encuentran elementos comunes y cuando se realizan las autopsias se confirma que han sido asesinadas. Una de los elementos comunes es que en el lugar de los hechos se reproduce una y otra vez en bucle en el ordenador, una canción de Raphael, No nos dejan ser niños.

María Medem será la encargada del caso, a pesar de estar destinada en la oficina de denuncias, recién incorporada de su baja maternal, pero su pasado como prestigiosa profiler hará que sea reclamada por el equipo que llega de Madrid para investigar los casos. Ese equipo se encuentra encabezado por Roberto Rial, responsable de la unidad de Homicidios de la central en Madrid, que encima fue su antigua pareja y al que quiso olvidar poniendo tierra de por medio y marchándose precisamente a Menorca, y un crack informático Álvaro Aldea que está como quien dice en pañales en este tipo de investigaciones.

Reencontrarse con su pasado supone un fuerte choque emocional para María, que ahora está casada con Bruno un hombre al que ya no reconoce, y sobre el que no tiene claros sus sentimientos, entre otras cosas porque se pasa la mayor parte del tiempo en Shangái, por motivos laborales. Para sentirse aún más insegura acaba de ser madre de Hugo un pequeño que reclama su atención y al que para cuidarlo ella tiene que hacer numerosos malabares con cuidadoras y tiempo. Si había algo más para trastornar el precario equilibrio en el que María comienza a estar inmersa, lo hará en forma de suegra, y es que Amparo García, madre de Bruno  llega con una maleta y amenaza con quedarse.

Todo se va volviendo más asfixiante y precipitado al aparecer un nuevo cadáver, que todo apunta que está en el entorno de la propia María. Y aquí es cuando aparece la auténtica pesadilla, más incluso que la de los propios crímenes y es la vida de María, en la que el autor ha sabido volcar toda la presión que tiene una mujer en la actualidad. Tiene que trabajar ahora sin horarios, sin nadie que realmente la apoye, su única amiga y vecina está emprendiendo un nuevo proyecto, muy original todo hay que decirlo y depende de cuidadoras que la mirarán por encima del hombro al ver cómo en cierto modo antepone su papel de investigadora al de madre, pero eso no es realmente así, no puede ser una súper mamá, y en ningún momento olvida su papel de madre. Se ve presionada por sus jefes, por sus roles y por sus sentimientos. Solo encuentra escape cuando se traslada en bicicleta de casa a la comisaría, son sus únicos instantes de real intimidad.

Pero lo que más angustia me ha producido es su relación con su suegra, esa mujer malvada, maligna, que transforma lo que hasta ahora había sido su hogar en un campo de batalla cruel, lleno de mentiras, odio y luchas de palabras, autentica esgrima que va donde quieren ambas, directas al corazón. Esa maldad y el miedo que siente María por su hijo se me quedaron pegados al estómago a lo largo de todo el libro y mucho tiempo después, porque soy consciente de que existen personas así.

Con estas dos sensaciones de vulnerabilidad, la que traen los asesinatos en una isla pacífica donde no parece que pueda ocurrir nada malo, y con la que se puede sentir en tu propia casa donde puede aparecer en cualquier instante un potencial asesino, rompiendo las reglas de mi casa es mi castillo, son con las que me quedo, así como la lucha por la conciliación laboral que sufren miles de mujeres en un mundo hostil en el que los hijos se ven como un problema o una debilidad.

Me estreno como he dicho antes con este autor y estoy segura de que lo seguiré leyendo, que me ha dejado con mucha curiosidad.

En conclusión tenéis una buena novela negra con unos personajes muy bien dibujados, donde la mujer es protagonista, donde nadie es lo que parece y donde aprenderéis a valorar la vida que es nuestro bien más preciado; con diálogos creíbles llenos de fina ironía que os harán dibujar más de una sonrisa. Os la recomiendo sin dudar.

“La vida ya me había enseñado que todo se evapora y que tratar de prolongar un momento era un gran error”. Pg. 107

“La vida, como nosotros, también se acoge al derecho de guardar silencio…” Pg. 232

Como ya he dicho antes, con esta reseña participo en la Yincana Criminal 2017, en el casillero correspondiente a la acción que transcurre en una isla.


Saludos y a disfrutar leyendo.