Título:
Esto no se dice
Autor:
Alejandro Palomas
Editorial: Ediciones
Destino
Primera edición: 26 de octubre 2022
N.º páginas: 320
Género:
Biografía, narrativa
Autor
Alejandro Palomas (Barcelona, 1967) es licenciado en Filología Inglesa y máster en poética por el New College de San Francisco. Ha compaginado el periodismo con la traducción de importantes autores y con la poesía (Quiero y Una flor). Entre otras, ha publicado las
novelas El alma del mundo, Agua cerrada y El tiempo que nos une. En 2016 recibió el Premio Nacional de Literatura Juvenil por Un hijo, cuya secuela, Un secreto, se publicó en 2019. La exitosa trilogía Una madre, Un perro y Un amor (Premio Nadal 2018) retrata a una familia que ha enamorado a miles de lectores. Con Un país con tu nombre (Destino, 2021) inicia un nuevo universo literario. Su obra ha sido llevada al cine y al teatro y se ha traducido a más de veinte lenguas.
Sinopsis
Este es el libro más luminoso, impactante y real que
alguien puede escribir. Tras una niñez marcada por los abusos sexuales, años de
eterno acoso escolar y una hipersensibilidad que en no pocas ocasiones lo llevó
al borde del suicidio, Alejandro Palomas hila en estas páginas un relato sereno
y electrizante con el que sobrevuela sin filtro los recuerdos de infancia, la
relación sin igual con su madre, la sombra de un padre finalmente desaparecido
y el poder de la imaginación y de la escritura como la última tabla de
salvación. Este es el testimonio más sincero de un hombre que apostó por vivir
y que lo consiguió gracias a su pasión por inventar y compartir mundos, siempre
desde la ternura y el humor, y que ahora transforma su vida en la mayor de las
historias.
La literatura le permitió crear universos imaginarios
mejores que la vida que le rodeaba y con los años estas ficciones le han
ayudado a encontrar las palabras para mostrar toda la verdad.
Opinión
Tenía muchas ganas de leer este libro, Alejandro es
una persona muy especial y por la forma en la que lo conocí, y por la que lo he
ido siguiendo en su trayectoria personal y literaria, le tengo un inmenso
cariño y mentiría si no lo digo, y se lo tengo porque es una persona especial,
llena de carisma y de ilusión. Cuando lo escuché por primera vez no estaba el
Alejandro curioso, tímido y divertido que ha ido evolucionando con el tiempo. Lo
que nunca imaginé es lo que había tras eso que dejaba ver. El día que se abrió
en canal tras muchos años callado no podía dar crédito y me dolió, me dolió
mucho saber lo que habían hecho con el niño que habitaba en él y que le ha
hecho ser el adulto que es hoy, y sin morbo, quería saber. Así que comencé su
lectura.
Hace mucho tiempo que un libro no me dolía tanto,
también hace mucho que mis entrañas no eran puestas del revés de una forma tan
exagerada. Y no voy a decir que he llorado porque no es cierto, no lo he hecho,
la rabia era protagonista. Solo he tenido una inmensa bola de acero en mi
estómago mientras lo leía, la angustia me podía, la indignación, la pena por lo
que le ocurrió a un niño tan pequeño en unos años en los que la información no
es ni de lejos la que hay ahora. El terror y la desesperanza que tuvo que
sufrir no soy capaz de imaginarlo, y el autor lo consigue trasmitir sin caer en
el morbo.
Nos cuenta su niñez, esa en la que hay una estrella
sobre la que orbitan Alejandro y sus hermanas, con una madre tan especial que
el amor desborda las páginas, ese cariño, esa dulzura con la que recuerda a su
madre, cómo aprendió a contar para rellenar huecos para ella, todo con tal de
no verla sufrir, con tal de verla sonreír. La presencia de ese padre, esa
oscuridad y ese silencio horrible, lleno de miedo, ese campo de minas que fue
su convivencia con él, me ha resultado tremendamente cercanos.
Imaginar a ese chiquillo rubio y desgarbado esperando
el autobús de la escuela, la tortura sistemática de un acoso escolar que
también lo acompañó durante años, la coraza que consiguió urdir gracias a la
lectura, su relación con los libros, duele, rasga, hace daño. La ternura con la
que protege a su madre de todo aquello que la pueda hacer sufrir encoge el alma.
Como madre y como hija he sentido una y otra vez ese puño alrededor de mi
estómago
Cuando ya ha encauzado su vida, cuando sus letras son
lo que le rodea, la red que no le permite caer, llega su etapa adulta con una
mochila tremenda, con un diálogo interior imparable, inmisericorde hasta que un
día decide decir basta. Con una sonrisa y toda la determinación de la que puede
ser una madre, ella le hace el mejor regalo de su vida, un perro arisco que se pronto
se convierte en el centro de su vida, Rulfo, una máquina de amor, caricias y
motivos para seguir adelante.
Comienza a nivel literario el universo Amalia con el
que llega al público de una forma más profunda, y encontramos al Alejandro más
pleno, que es feliz, tiene sus momentos duros, y de nuevo ese nudo en la
garganta cuando de nuevo hay un nuevo punto de inflexión en su vida.
No os voy a contar nada más, los que lo conocéis ya
sabéis de qué se trata, los que no, encontraréis muchas respuestas a preguntas,
a los distintos hitos que seguirán marcándolo.
Hay que ser muy valiente para dar el paso de contar,
para seguir adelante, para lograr un compromiso por parte de las autoridades,
para parar esa jauría de malas personas que van a degüello a por él por haber
abierto una caja de los truenos que una y otra vez se empeñan en cerrar. Porque
esto no se dice sí que hay que decirlo, sí hay que ponerle palabras, él fue
abusado y violado por un sacerdote. No más silencio.
Y también hay que ser muy grande para crear esos
personajes que forman parte de nuestra vida literarias, para convertir una
historia dura y desgarradora en un canto a la resistencia, a mirar al futuro, a
plantar un bosque, a salvar a una elefanta.
Es, al final, una lección de vida, de búsqueda, de
superación y sobre todo de esperanza, porque de aquel lodo espeso y nauseabundo
ha nacido un libro en el que se cuenta la verdad de una forma bella, y siempre
con una sonrisa, como siempre lo ha hecho en sus novelas.
Si tienes miedo a encontrar algo feo, lo hay, no está
lleno de unicornios, pero vas a adentrarte en un mundo luminoso en el que hay
mucho amor, mucho. Y ahora sí, ahora sí estoy llorando como una huérfana de
madre que sabe cómo se siente un huérfano de una madre tan especial. Leedlo, os
ayudará y ayudará a muchos. Absolutamente recomendable.
“¿Por
qué nadie dice que llega el día en que las madres se van y se apaga una luz, la
gran luz, la que ya estaba cuando llegamos y creíamos que iba a durar hasta
nuestro final? ¿Cómo es posible que vaya a quedarme yo y ella no? (…)
“¿Y
qué será de mí cuando ya no tenga a mamá conmigo? ¿Dónde me refugiaré cuando
vuelvan los fantasmas? ¿A quién llamaré? ¿Quién me acogerá?”
“Y el silencio. El
silencio siempre. “Que no se enteren. No cuentes.”
Saludos, nos encontramos leyendo.
Yo creo que no estoy preparada para leer este libro todavía. Sé que va a doler y sé que se merece que lo lea con toda mi atención, cosa que ahora no puedo darle. Lo que le pasó a Alejandro (y a tantos otros niños) es algo terrible y, aunque sea duro, creo que es un libro muy necesario para evitar que se siga repitiendo.
ResponderEliminarBesos!
No es blando, pero es muy lindo de leer por el mensaje que trasmite y es con lo que me quedo. Se puede salir y es una gran expresión de amor filial.
EliminarBesos
Tiene que ser una lectura muy dura, de las que te dejan tocada. Tarde o temprano caerá, que sé que me va a gustar, que me va a hacer sufrir...
ResponderEliminarBesotes!!!
No te puedo negar que se sufre, pero además es un libro bastante luminoso.
ResponderEliminarBesote
Magnífica reseña, ya lo creo. Se nota que la historia de Alejandro Palomas toca la fibra del lector, sobre todo si es muy sensible. Todavía no leí nada de su narrativa, aunque creo que es más bien por el respeto que impone su historia.
ResponderEliminarTengo en mi kindle Una madre, novela que quiero leer el próximo año. Besos.
Lee primero una madre, conoce a Amalia y su familia, y después ve a esta historia real. Comprenderás muchas cosas. Personalmente me encanta como escribe Alejandro. Besos
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