Autora:
Ana Lena Rivera.
Editorial:
Grijalbo.
Primera
edición: 1 de febrero de 2024
N.º
de páginas: 672
Género:
narrativa, ficción, histórica.
Autora
Inició su trayectoria literaria con una trilogía noir protagonizada por la investigadora Gracia San Sebastián y compuesta por: Lo que callan los muertos (2019), que mereció el Premio Torrente Ballester, y a la que siguieron Un asesino en tu sombra (2020) y Los muertos no saben nadar (2021).
Con Las herederas de la Singer (Grijalbo, 2022) inauguró una nueva etapa en su andadura editorial, que se afianza ahora con La niña del sombrero azul (Grijalbo, 2024).
Sinopsis
Gijón, verano de 1929.
Con apenas diecisiete años, Manuela entra a trabajar como criada en la mansión
de los marqueses de Armayor. Rodeada de un lujo que contrasta con la pobreza de
su aldea natal, la joven conocerá la arrogancia y el desamor, pero también el
arte de la costura, al tiempo que entablará una amistad inquebrantable con la
única heredera de la familia, Alexandra.
Años después, y pese a pertenecer a mundos muy
distintos, su amiga será su mayor apoyo cuando la Guerra Civil obligue a
Manuela a separarse de su hija Telva, enviada a Rusia junto con otros niños de
la zona republicana, y también cuando intente recuperarla décadas más tarde,
aunque para ello deba arriesgarlo todo.
La añoranza de Telva, un destino en ocasiones
desalmado y una gran historia de amor marcarán la vida de Manuela. Una vida que
se extenderá a lo largo de un siglo convulso y lleno de contrastes,
magistralmente reflejado por Ana Lena Rivera
Opinión
Hoy traigo una novela que me ha resultado fantástica.
La última novela de Ana Lena Rivera, en la cual hace un repaso de un siglo de
mano de sus protagonistas, Manuela y
Alejandra, aunque también habrá otro
montón de personajes secundarios, tanto masculinos como femeninos, pero el peso
de la historia lo llevarán ellas.
Manuela nace el mismo día en que se hundió el Titanic
en 1912, en una familia con demasiadas bocas para alimentar. Fue la quinta
decepción para su padre, que ansiaba un varón y hasta ahora solo había tenido
niñas. Un último intento le dio un hermano, Pedrito, que fue el ojito derecho
del padre. La gripe española diezma la familia y con ella la ilusión de todos.
Cuando llega el momento en el que el padre quiere despejar su camino para ello,
destina a Matilde a cuidar de la
casa y de su esposa, Telva, casa a
Olvido, mete en un convento a Adosinda,
mientras que a Manuela se la cede a cambio de poco más que comida y cama a una
familia de la alta burguesía de Madrid, que también tiene casa en Gijón. Son los
marqueses Solís de Armayor.
La hija Alexandra acogerá a Manuela como su criada, en
contra del criterio de Claudina, la mujer
encargada del servicio. Más que criada Alexandra ve en Manuela un experimento y
una amiga, su familia tiene un talante liberal y ella piensa que, puliendo a
Manuela, dándole sus vestidos y enseñándola podrá ser prácticamente una igual.
Cuando Manuela encuentre la Singer de la familia y pueda aprender a utilizarla
se urdirán los mimbres que le darán forma a su futuro. La realidad es tozuda y
más en esos años, hay un montón de prejuicios sociales y al final los destinos están
marcados por la clase social a la que se pertenece, lo que no quita que entre
ellas se hayan forjado unos lazos de amistad prácticamente irrompibles.
La Segunda República les da el voto a las mujeres,
pero pocas lo ejercerán y mucho menos lo ejercerán libremente, la sombra de sus
maridos y padres son alargadas. La Guerra Civil marcará de forma indeleble el
destino de las dos muchachas. Manuela tendrá que sobrevivir al desgarro que le
supone mandar a su hija Telvina a
Rusia, donde su marido Elías decide
enviarla para alejarla de una guerra cruel que se cebará en los vencidos. En
Rusia, Telvina dolida y sola se agarrará a una mano amiga, la de Manolo, para seguir adelante. Su futuro
no se ve complicado, pero la llegada de la Segunda Guerra Mundial y el cambio
de poderes en los dos países, hará imposible que Manuela consiga traer de
vuelta a Telva y esta seguirá pensando que no hay nadie que la reclame. Un
dolor que marcará ambas vidas.
Esto es muy a grandes rasgos lo que vamos a encontrar
en una novela en la que, como ya os he dicho, las mujeres son las
protagonistas, las veremos caer, las veremos levantarse, reinventarse, sufrir,
ser felices, formar sus familias, mantener sus ideales y buscar unos nuevos.
Luchar por su independencia, por romper lo establecido, marcar un camino para
aquellas que vienen detrás. No lo tendrán fácil, nadie dijo que lo fuera, pero
ahí estarán, buscando su propio futuro, no el que les quieran imponer.
Veremos y reconoceremos en ellas el papel de nuestras
abuelas, nuestras madres, sus luchas, sus decepciones, sus miedos y sus
anhelos. Con un trabajo de investigación intenso y preciso se muestran unos
personajes muy bien construidos a los que acompañaremos en su desarrollo. La
prosa es fluida y no se extiende en los detalles, los introduce en la historia
de tal forma que no nos resultan abrumadores, y aun siendo una obra muy extensa
no se hace pesada en ningún momento y da mucho que pensar en lo mucho que ha
cambiado la sociedad en unos años.
La actitud de algunos de los protagonistas me ha
parecido deleznable, y a alguno le he tomado auténtica tirria por su forma de
pensar y de actuar. Un guantazo con la mano abierta se ha ganado a pulso, y de
mi burro no me apeo.
En resumen, una novela coral en la que se hace un
barrido por un siglo de historia en la que el papel de la mujer en la sociedad ha
ido cambiando, y que retrata de forma preciosa la lucha de una madre por volver
a ver a su hija, y que muestra como hay amistades y lealtades que son irrompibles.
Me ha gustado mucho y creo que se colará entre mis lecturas del año.
Fascinante. No dejéis de leerla.
“La
ley es acorde a la naturaleza humana. Yo soy hombre y como tal, el adulterio no
tiene que gravedad alguna.”
“No
me extraña que digas que temes a Dios. Razones no te faltan, porque llevas al
diablo dentro.”
“No
sé qué es lo peor de la guerra, si todos los que mueren o los fantasmas del
pasado que se despiertan y se niegan a volver a dormir.”
“Siempre
fuiste tú, Manuela.”
Saludos y nos vemos en los libros.
Ya sabes que es una autora que me gusta mucho así que es un libro que tengo en mi lista de deseos desde que salió. Me alegra ver que lo has disfrutado tanto.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es una gozada disfrutar de cómo escribe. Besos
EliminarMe encantó Las herrderas de la singer. Veo que está gustando mucho La niña del sombrero azul, y tu interesante reseña me confirma que merece la pena leerla. Seguro que conoceré a Manuela y Alejandra. Besos.
ResponderEliminarAquí también hay una Singer, y cambia la vida de Manuela. Te lo recomiendo. Besos
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